domingo, 29 de diciembre de 2013

Carta desde Ko Tao...

Hoy tengo la fortuna de escribirte desde la hermosa Ko Tao, la isla tortuga, es una joya que se encuentra en el golfo de Tailandia dentro del profundo azul del mar de la China meridional; la isla es pequeña pero de una enorme belleza, así como tú, tiene esa belleza impactante que se aprecia por su sencillez, no le hace falta más para impactar a los sentidos. La gente es amable y tranquila, aquí la vida pasa tranquila como los peces de colores nadando entre los hermosos corales que son una obra de arte, los distintos tonos que adquiere el mar por la luz del sol te hacen sentir sumergido en un cuadro impresionista donde las formas se notan y a su vez se mezclan dando un sentido de que todo por mas distinto que sea sigue siendo parte esencial de lo mismo; como tú y yo, es claro que somos distintos sin embargo estamos sumergidos en nuestro propio mar de sentimientos donde cada parte es primordial para estar juntos, para crear nuestra propia isla y vivir en ella siempre. El viento sopla a veces trayendo ese aroma a mar lejano, golpeando el cuerpo con un poco de arena y me hace sentir lo grande que es la vida y la dicha que tengo de estar en ella en estos momentos, donde tengo la suerte de ver esta bahía y tengo la suerte de que tu y yo seamos contemporáneos. Por las noches las estrellas se asoman con todo su esplendor entre algunas nubes, el reflejo en el mar te hace sentir que estas flotando en el espacio como una estrella más, como cuando estamos juntos brillando como dos soles de una misma constelación. La isla de Ko Tao me ha enseñado que las cosas más hermosas suelen ser las más sencillas, así como mi amor por ti, que se da sencillamente porque estamos destinados a ser juntos y no podría ser de ninguna otra manera.
                                                                                                                                    
                                                                                                                                            FABO

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Carta desde el norte de Tailandia...

Hola mi hermosa, hoy te recuerdo desde el norte de Tailandia, el gran país de los elefantes y los contrastes; quiero contarte que he tenido la oportunidad de estar en Xian Mai, Sukhothai y Ayutthaya las cuales son fascinantes, son las ciudades pilares en las historia de este gran país el cual me recuerda mucho al nuestro; los antiguos templos con los budas imponentes pero de rostro sereno me hacen recordar mi camino por el mundo, debo de entender que el mundo gira y las cosas suceden de cierto modo, debo de dejar de pensar en si es bueno o malo, simplemente así sucede y uno debe de ocuparse de lo que sucede en el momento que está pasando y tener las paciencia de esperar el futuro, esto me lleva a pensar en ti, te extraño y de verdad a veces siento que la vida se me va al no tenerte a mi lado y darte los buenos días, sin embargo también sé que todo lo que he aprendido me ayudara a crecer como persona y con ello estar preparado para ayudarte y darte mi mano en todo momento que lo necesites, como siempre lo he hecho pero esta vez con más experiencia; Tailandia te envuelve y te hace reflexionar sobre muchas cosas, definitivamente mi vida se ha enriquecido conociendo su historia de cerca, viviéndola, como cuando estoy a tu lado viviéndote, recorriéndote, conociendo tu historia y esperando ser tu futuro.
                                                                                                                                                      FABO

sábado, 7 de diciembre de 2013

Carta desde Luang Prabang...

Hoy te escribo desde la tranquila y adormilada Luang Prabang, sus pequeñas calles llenas de templos budistas hacen que me sienta a su vez en un gran templo, la gente contrastante con sonrisas y seriedad al mismo tiempo hacen darme cuenta de lo ambiguo que podemos ser, dentro de nosotros fluye energía que puede ir en ambos sentidos a la vez sin que una sea buena o mala,  lo importante es encontrar en equilibrio, el balance dentro de nosotros mismos; aquí he aprendido que el respeto es la base de todo y no sólo al prójimo sino a uno mismo. El gran río Mekong se muestra imponente abriéndose paso por la espesa selva Laosiana, las pequeñas barcas recorren sus corrientes deslizándose como pececillos azules de un extremo al otro, al cruzarlo me siento inmerso en la naturaleza que me rodea y me doy cuenta que yo formo parte de ella y tu formas parte de mí y ambos de un todo, somos una fusión de cuerpo y espíritu; cuando te beso, cuando te abrazo, cuando te observo, cuando te hablo, cuando te pienso, soy yo tratando de que seamos uno mismo en diferente lugar. Por eso te quiero, porque no me complementas ni yo te complemento,  sino que ambos formamos un nosotros que nos vuelve uno sólo.
                                                                                                                       
                                                                                                                                                    FABO

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Carta desde Siem Reap...

He llegado por fin a la exuberante Asia, la de los sueños e historias, la mítica y hermosa; Cambodia es fascinante, la belleza de su paisaje selvático te hace sentir en existencia primordial, básica, donde puedes llegar a encontrar el fundamento de ti mismo, Angkor Wat es el mejor lugar para hacerlo, se respira paz y tranquilidad en cada uno de sus templos, no importa qué religión se tenga, un lugar así se disfruta siempre, te lleva a la reflexión de tus acciones y tu porvenir, a encontrar un camino y trazar el recorrido, en general es encontrarte a ti mismo por el simple hecho de ser tú. Algo similar me sucede al verme reflejado en tus ojos, la naturalidad con la que me encuentro en ellos y me ayudan a entenderme y a entender mejor mi mundo; en Siem Reap la vida es simple y natural, como tú y yo al momento de estar juntos.

                                                                                                                                              FABO

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Carta desde Frankfurt...

Hoy te escribo desde Frankfurt, aquí comienza a nevar y la temperatura desciende, el paisaje es hermoso con los árboles y las casas pintados de blanco, salgo a caminar y por un momento dejo de sentir mi cuerpo, tal vez sea mi espíritu que se marcha en tú búsqueda dejando mi cuerpo entumecido ajeno completamente a mí, eso me pasa a veces, me pierdo para irte a buscar. La ciudad es ordenada y hasta cierto punto sola, el río Main cruza sin ser molestado y la gente camina escondida dentro de sus abrigos, como pareciera que viven siempre, escondidos de la vida inmersos en la rutina que los domina. No dejemos que eso nos suceda, que la rutina no mate nuestra chispa que explota con solo mirarnos; he encontrado grandes amigos aquí que te apoyan bajo cualquier circunstancia, espero algún día presentarles a quien le escribo desde cualquier parte, sé que te agradaran de inmediato. Me gusta Frankfurt con todo y sus días helados, con todo y su lejanía, pero me gustaría más contigo aquí.
                                                                                                                                                   FABO

domingo, 24 de noviembre de 2013

Carta desde Roma

Ciao bella, hoy te escribo desde Roma la ciudad de calles empedradas y noches tibias, al recorrerla no puedo evitar pensar en ti y es que te pareces tanto a Roma, tienes ese cuerpo delgado y fino como las calles de la ciudad, uno puede perderse tan fácil en tu cuerpo y sin embargo cada rincón es hermoso, eres una fuente, una casa, una estatua, una plaza, etc. Eres cada cosa bella que he podido ver. La historia que se encuentra a cada paso es impresionante, las grandes columnas que antiguamente sostenían los edificios imponentes, o las esculturas ahora un poco deshechas por el paso del tiempo encierran esa mística de imaginarte en aquella época de grandes pensadores y artistas; a pesar de estar sólo me siento acompañado por ellos, siento que me dictan cada palabra que inspiras  y estampo tu recuerdo para que me acompañe a todas partes. La basílica de San Pedro es un lugar que se siente santo, pero estoy seguro de que no es blasfemia sentirme en el cielo en el templo de tu cuerpo. Roma es una gran ciudad y me gusta porque me hace pensar en ti todo el tiempo, buone sera hermosa, me voy a soñar contigo.
                                                                                                                                                FABO
                  

sábado, 16 de noviembre de 2013

Carta desde Budapest...

Hoy te escribo desde Budapest, la triste y nostálgica, la que ha soportado los ataques de mil batallas y aun así se muestra dulce y bella; me recuerda tanto a ti, que has sufrido tantas veces sin que haya causado alguna merma en tu espíritu valiente, siempre he admirado ese coraje sereno que te empuja a llegar a cualquier parte. Hoy el Danubio se veía más grande, con su cauce de río imponente como tu cuerpo de río esperando a ser surcado por las velas de mis manos, aquí el frío pega pero no tan fuerte, pega más tu lejanía de mis manos que se enfrían al no tener el abrigo de tu cintura exacta, hoy pienso en ti como siempre, pienso en tu sonrisa y en tu mirada, que las llevo conmigo como si de una reliquia santa se tratara. Siempre me pongo nostálgico al dejar algún lugar, supongo que es la falsa idea de sentirme nacional de tierra extranjera; porque lo que me queda claro es que Hungría es un país en el que podría vivir si la nación de tu recuerdo, que es donde vivo de verdad, me extendiera un pasaporte.
                                                                                                                                              FABO

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carta desde Praga...

Hoy te escribo desde Praga, la bella, la que tiene las casas antiguas de techos rojos, con aires de ciudad que se quedó en el pasado, un pasado bohemio y tangible en cada paso que se da sobre sus empedradas calles, donde el viento frío golpea y te hace darte cuenta del calor que llevas por dentro, en Praga las horas pasan lentas pero el día termina rápido, la noche se presenta sin que lo notes, así como tu recuerdo que me llega cuando menos me lo espero pero cuando más lo necesito. Por las noches las farolas alumbran tenuemente los edificios de columnas adornadas con esculturas que parecen respirar, yo las veo esperando que me hablen, algo así me pasa cada que doblo una esquina y espero encontrarte, tan linda como siempre, tan mía como nunca. El río Moldava pasa por frente a mí con sus aguas obscuras, lleno de cisnes y patos salvajes, me gustaría que estuvieras aquí para ver el espectáculo del atardecer con el castillo de fondo, estoy seguro que te encantaría verlo y a mi verte. Praga en verdad es bella, con la nostalgia que lo llena todo y me recuerda a la mía, creo que nos entendimos y nos terminamos queriendo, tal como nos pasó a nosotros, porque tal vez no lo recuerdes y si lo haces de todos modos no importa, para mí siempre es un buen momento para decirte que te quiero.
                                                                                                                                             FABO

martes, 12 de noviembre de 2013

Nuestra partida...

Yo estaba sentado en la estación; el día era nublado y el ambiente frío cerraba el cuadro mientras mi respiración se notaba clara con el humo que provocaba. El tren llegó puntual, al igual que ella; se veía linda con su blusa roja y su chamarra de piel café; al cuello su bufanda blanca "la de la suerte" decía ella, solo llevaba lo indispensable, una pequeña maleta y su siempre fiel bolso rojo de mano; yo a su vez, tenía el abrigo negro de mil batallas, ese que llevaba puesto el día que la conocí. Ese día llovía y le ofrecí mi abrigo, quién diría que después de ese gesto nos encontraríamos hoy aquí, dispuestos a dejarlo todo por encontrarnos a nosotros; el tren sonaba y se retorcía, pareciera que el frío le calara también, nos llamaron por fin "Tous en borde" dijo el guardia con ese acento de provincia; ella me miró fijamente, en sus ojos se notaba el miedo y la ilusión, todo mezclado a la vez. La tome de la cintura y susurré en su oído "tranquile" en el mejor francés que pude, solo sonrió para calmarme más que por mostrar verdadera felicidad; no era para menos, la melancolía también se apoderaba de mí así como la incertidumbre, sin embargo no dudaba de querer estar con ella siempre. Abordamos el tren, no había mucha gente así que tomamos dos lugares con bastante privacidad. Pasamos varias estaciones y al llegar a la última tomé su mano "este es el final" comenté susurrando a su oído; ella tomó mi mano y la puso sobre su vientre y con esa mirada de verdadero amor me dijo claro y despacio "No amor, te equivocas, este apenas es el principio".
                                                                                                                                                                                                                                                                                                             FABO
                

sábado, 9 de noviembre de 2013

Carta desde Londres...

La tenue lluvia cae sobre mi rostro y me hace sentir el frío de la ciudad con su viento helado que juega con mi bufanda, hoy el día está particularmente nublado, camino en dirección a Soho en busca de un café y un lugar donde escribirte; al llegar me doy cuenta que tu recuerdo me reconforta más que el humeante café, siempre me sucede lo mismo, eres el rincón al cual me aferro cuando el frío amenaza con llevarme con él, eres el ancla que me detiene en tierra y me ayuda a no ser arrastrado por la corriente del Tamesis, comienzo a sentirte junto a mí con ese dulce aroma que desprende tu perfume, me haces falta, esa es una realidad, a veces siento un resfrío pero creo que sólo es mi cuerpo que no se acostumbra a estar sin ti por completo; yo trato de seguir mi camino a través de las calles húmedas pero a veces siento que mis pasos son inútiles cuando no me llevan hacia ti. Me gustaría preguntar si tú me extrañas, pero me da miedo tu respuesta, puede que para ti la distancia sea un muro infranqueable y dejes de escuchar mi buenas noches antes de dormir, quiero que sepas que no hay día ni noche que no piense en ti, las luces nocturnas de los Pubs escandalosos sólo me llevan a pensar en las sonrisas sonoras que soltamos al salir de juerga, y vaya que disfrutamos.  Los museos son fantásticos, albergan una gran cantidad de obras hermosas y dignas de recordar, me llevan a pensar en la finura del trazo de tu cuerpo y la esencia del arte verdadero encerrado en tus labios. Pues es así que te digo que Londres es magnífica, de verdad lo es, pero no hay nada que haya visto que pueda merecer compararse con tu mirada.
                                                                                                                          FABO

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El monje...

Junto con la noche la marea subía y los caminos se cubrían poco a poco hasta dejar todo completamente aislado. Todos tomaban las precauciones necesarias pues el frío y la lluvia amenazaban con llegar fuerte; el joven monje no tomaba en cuenta esto, pues su mente no se encontraba en eso ni en sus rezos, sino muy a su pesar,en la hija del dueño del almacén;a ella y sólo a ella dedicaba sus rezos, esto lo espantaba pues se sentía un pecador al usar esas ropas y vivir tras esas paredes santas mientras el pecaba amándola cada día más. Esto no era sólo por ser, aquella bella mujer había dado muestras de su interés en el monje el día que llevó un pedido y él la atendió, se miraron fijamente y en ese momento supo que ya no podría vivir sin ella. Esa noche era particularmente difícil, la recordaba y sufría por su lejanía, no podía más, así que decidió afrontarse al muro que bajaba hasta su ventana y sorprenderla diciéndole todo cuanto sentía. Fue así que salió por su ventana escalando el difícil muro de la Abadía, comenzó una lluvia tenue que hacía el muro más resbaloso aún y el musgo pegado a la pared no ayudaba para nada, pero la voluntad del monje era más fuerte que cualquier obstáculo; por fin llegó a la ventana de su amada, pero cual fue su sorpresa al verla tomada de la mano de otro hombre al cual besaba tiernamente mientras él jugaba con su cabello; <Dios mio> fue lo último que alcanzó a pensar el joven monje antes de caer al vacío y terminar el viaje sobre las rocas cubiertas por el mar. Pasaron días antes de poder encontrarlo; durante el funeral la hija del tendero pensó < pobrecillo, se veía que era una buena persona> mientras sujetaba la mano de su prometido. La boda sería el próximo sábado.

                                                                                                                                                   FABO

sábado, 2 de noviembre de 2013

Carta desde París...

La noche cae y con ella llegan las luces que iluminan esta hermosa ciudad, el frío amenaza con vencer el abrigo negro que porto, sin embargo, yo sigo mi camino. La lluvia se hace sentir en mi rostro y a pesar de congelar mi cara me hace sentirme completamente vivo, por fin llego a mi destino; desde abajo la Torre Eiffel se muestra imponente y desafiante, es un monstruo hermoso o una obra de arte aterradora, la miro desafiante y subo a ella, desde lo más alto domino la vista de Paris, una ciudad espectacular, a mis pies esta el Sena y el Arco del Triunfo, todas las luces brillan para mi y suelto una sonrisa, el viento juega con mi cabello y entumece mis manos. Me siento feliz de estar aquí teniendo mi pequeña conquista personal. Y así comienzo el descenso, a través de las entrañas de la torre, alcanzo a ver todos sus huesos, sus venas y arterias, la recorro por dentro y nos entendemos; por fin abajo vuelvo a voltear a su punta, la veo hermosa y me quedo a sus pies, me siento en una banca y entonces te escribo esto: Sabes, estoy en una ciudad hermosa y sólo pienso en ti, en que la vida me lleva como el viento a las hojas y sin embargo mi destino es terminar entre tu brazos, como siempre ha sido y como siempre será, yo pienso que la lejanía nos une aún más y nos muestra otra cara de nosotros, la de la soledad que nos acompaña siempre, que camina paso a paso y que nos mira de frente, sólo que esta vez nos tenemos, a la lejanía, pero nos tenemos y créeme que no pienso dejarte ir nunca, no importa en que parte del mundo nos encontremos, tú y yo siempre estaremos unidos. 

                                                                                                       FABO

miércoles, 30 de octubre de 2013

El viaje...

Un viaje siempre representa un cambio, es conocer todo aquello que no hemos visto y por fin sentirlo por nosotros mismos, nos dará conocimiento sobre el mundo y sobre lo que nosotros pensamos de nosotros; es ampliar horizontes para transformar perspectivas siendo nosotros el objeto de cambio. El viaje no solo es recorrer una larga distancia sino quedar inmerso en una situación completamente distinta a nuestro vivir cotidiano, no importa si se va cerca o lejos, siempre las cosas cambian, desde el paisaje hasta las personas; y a pesar de permitir que los viajes nos transformen, es imprescindible saber quien soy y de donde provengo, dejando nuestra esencia intacta, seamos siempre nosotros mismos donde quiera que estemos, que entonces la vida nos dará la guía para mejorar sin que lo notemos.

                                                                                                                      FABO

Con ejemplos...

Hoy te veo más pálida,
como la tenue luz que da la pequeña vela,
como el manto blanco que rodea una virgen,
como el amanecer de un invierno frío.

      Te encuentro más entregada,
      como el mar a la luna,
      como los árboles a la lluvia,
      como las nubes al viento.

Te siento más mía,
como mi palpitar en el pecho,
como mi aliento en la boca,
como tu calor en mi brazos.

     Te noto más radiante,
     como el sol de mediodía,
     como el niño con un chocolate,
     como la madre con su recién nacido.

 Te extraño más cada día,
 como las noches nubladas a las estrellas,
 como los mares a la sirenas,
 como mis ojos a tu reflejo.

      Pero mi dolor lo callo,
      como los muros de los conventos
      como el desierto nocturno,
      como tú con tu silencio.

  Y sólo queda decirte que te amo,
   como cuando duermo y te amo
   como cuando despierto y te amo
   como cuando te amo y te amo.

                                                                       FABO


jueves, 24 de octubre de 2013

Mi santa diabla...

Te veo como un milagro,
sentada con los rayos del sol sobre ti,
de blanco
y me atrevo a pensar que eres un ángel.

     Me acerco y te beso, me muerdes
     y te muerdo,
     te abrazo y siento tu cuerpo tibio y suave
     que se agita poco a poco.

            Llego y toco el cielo
            con tus manos en mis manos
            con tus ojos expresivos
            y piadosos.

   Siento tus palmas por mi cuerpo,
   quemando con un fuego apasionado,
   me entrego a los pecados de ti,
   y de mí, sin importar más nada.

       Y llega la redención de tu sonrisa,
        la veo y me perdono todo cuanto pienso,
        me dejo llevar por el templo de tu cuerpo
        donde me siento un templario resguardando tu tesoro.

    Me pierdo en esa mirada encendida,
    que me habla de todo lo prohibido,
    me explica lo oculto por mil años
    y me siento esotérico experto.

         Te envuelvo en el velo de las sábanas,
         y todo se vuelve un edén,
         nos miramos y admiramos el milagro
         de tenernos cara a cara y piel con piel.

    Me sujetas con cadenas de ternura
    y sólo busco el castigo de tus labios
    esos que maldicen por no ser besados
    y que hablan de hechizos tan arcaicos.

          Al final nada importa porque te amo,
          como sea y como seas,
          que yo quiero pecar y redimirme en ti
          mi santa diabla, tan humana.

                                                                             FABO



martes, 22 de octubre de 2013

La solución...

A veces suspiro sin razón
y hasta yo mismo me sorprendo
porque hago cualquier cosa
y termino pensando en ti.

      Voy por la calle pensando
      que la política mal gasta los impuestos
      y la inseguridad nos llega a la espalda
      y que tu mirada no tiene comparación alguna.

  Estoy en le subterráneo
  y siento la pobreza a flor de piel
  donde mi país se siente derrotado
  y extraño tu sonrisa de alivio.

         Me siento en mi escritorio
         y trato de arreglar un mundo desolado
         donde la tragedia se vive a diario
         donde tus brazos son refugio verdadero.

    Veo la violencia que azota mis calles
     y la gente soportando temerosa
     de que no suceda nada malo en su trayecto
      y yo te rezo a ti mi plegaria milagrosa.

                   Me entristece el niño abandonado
                   así como el mendigo en la calle tirado
                   pienso que el mundo está tirado a su lado
                   pero recuerdo tu aroma y todo vuelve a la vida.

    Siento la necedad de las personas
     la incapacidad de los gobiernos
     la intolerancia de las clases sociales
     pero también siento tu cabello entre mis dedos.

          Todos se quejan pero nadie propone
          se nos va la vida imaginando en vez de solucionar,
          nos quejamos de la miseria en que vivimos,
          como si hablando de ella se fuera a cansar y a marcharse.
          pero yo no pierdo oportunidad de hablar de ti
          esperando evocarte.

    Así que el mundo pierde un poco el sentido
    y todos buscamos aferrarnos a una razón
    la razón que nos hace sentirnos cuerdos
    y de todas las razones que yo encuentro
    siempre seras la razón de todas.

                                                                                   FABO


 

Más grande...

Aquella tarde había sido muy difícil para ella, no es nada fácil descubrir que la infancia se tiene que acabar tarde o temprano y sobre todo cuando se tiene siete años; había sucedido que en el recreo mientras jugaba con sus amiguitas escucho hablar a la maestra con la directora, "Pues así como le cuento señorita, el pobre vigilante cayó como desmayado frente a las puertas del colegio, lo peor es que era la hora de la salida y varios niños lo vieron; el pobre cayó muerto, así nada más, dicen que fue algo del corazón"; escucho mientras recogía la pelota detrás de los bebederos; caminó muy despacio hacia sus amigas, como si el peso del mundo ahora cayera sobre sus hombros, ella conocía al vigilante, siempre le daba los buenos días al llegar y una sonrisa al despedirse, se dio cuenta que ya nunca más lo podría hacer, el miedo comenzó a recorrer su pequeño cuerpo y no pudo concentrarse más en todo el día; al salir su madre fue por ella como siempre, y la niña no pudo evitar mirar la silla ahora vacía de aquel señor con cara arrugada y rostro amable, la señora notó el rostro perturbado de la niña pero prefirió no preguntar nada hasta llegar a casa. Al entrar ella corrió a su cuarto y abrazo a su oso blanco, el cual se lo había regalado su papá y por supuesto era su favorito, la señora toco suavemente la puerta "Ya llegó papá, baja a saludarlo" ella simplemente dijo un "si" sin muchas ganas, fue entonces que apareció su padre en la puerta, la abrió despacio, "Espero que no te incomode que entre yo a saludarte"; la niña volteó a verlo y las lágrimas comenzaron a desbordarse por sus mejillas; su papá la abrazó fuertemente y la miró fijamente, ella entendió que quería saber qué sucedía, así que le contó lo que había escuchado sobre su amigo el vigilante. El señor la sentó en la cama y se puso de rodillas junto a ella, cerró los ojos un momento, suspiró y le dijo "Hija, lo que ha sucedido hoy, es que has crecido de golpe, cuando alguien es consciente de la muerte pierde un poco de inocencia; pero esto no es malo, debes de entender que la muerte es lo único seguro de la vida, y no por ello es algo malo, todo tiene un ciclo que debe cumplirse, las mariposas se transforman de gusanos a esas majestuosas criaturas aladas y de colores, es lo mismo con los que mueren, dejan una forma para transformarse en otra que brilla más en cualquier lado; a todos nos pasará y algún día entenderás que cuando suceda será doloroso pero al final encontraras la belleza de la vida" la niña alzó su carita triste pero ya no lloraba más, tomó su oso y abrazó a su papá; él tenía razón, ahora ella ya se sentía más grande. 

                                                                                               FABO

El cuento de la noche...

Resulta que cierta noche, nos encontrábamos recostados sobre el césped morado, con la cara al cielo viendo como las nubes semi grises y pardas se rasgaban unas con otras dejando estelas que eran precedidas por la luz de las estrellas, ellas, con su magnífico brillo no dejaban de asombrarnos, ya que a veces se notaban azules e intensas y otras tantas parpadeaban amarillas o rojizas, era un espectáculo de luces que nos brindaba la noche sólo para nosotros; a pesar de lo bello que pudiera ser aquel panorama, yo giré mi rostro y vi la línea que definía ese perfil tan único que la diferenciaba de todo y de todos, su hermosa tonalidad azul pálida, sus ojos grandes y negros como espejos, el cabello también negro largo, liso, su piel suave con esos pequeños lunares, el cuerpo delgado trazado y esculpido por el viento, sus manos con los dedos largos y finos, los dientes blancos como perlas que brillaban dentro del verde mar y que eran las estrellas submarinas en ese cielo húmedo, los labios gruesos en ese tono anaranjado y la sonrisa que tenía la fuerza de mil soles; ambos veíamos las lunas tan juntas besarse que no permitíamos que nos dejaran atrás, nos tomábamos de las manos y con gran cariño y placer nos besábamos suavemente, con calma y con entrega tal como si no existiera un mañana, ella amaba las historias y yo le relataba una sobre gente fuera de nuestro mundo, pequeñas personas completamente distintas a nosotros en apariencia pero con una misma esencia, porque todo lo que tuviera vida y conciencia debía de estar en un plano superior en la creación, todo cuanto pudiera existir fuera de nuestro mundo no era obra de la casualidad, así como no era casualidad estar en ese preciso momento recostados el uno al lado del otro, cómodamente sobre las alas que nos daban ese calor y suavidad, decidí extender una para abrazarla ya que parecía tener un poco de frío, mientras que mi mano no podía dejar de acariciar ese rostro tan perfecto. Proseguí con mi relato, "En este preciso momento, créeme que hay alguien en algún lugar, con la persona que más ama, abrazándola, acariciando su rostro y admirando lo perfecta que es" ella me miró fijamente y sentí como me elevaba sin despegarme del piso, "Yo creo que lo que dices es cierto, sino... que caso tendría la vida en otros mundo sino tienen momentos como este" los dos sonreímos, notamos el claro resplandecer del rojo sol que se levantaba sobre el horizonte, "Es tarde" dijo ella, yo sólo asentí, nos incorporamos para darnos el último beso y el último abrazo, "te quiero" dije en voz baja, más para mi conciencia que para su oídos; la tomé de la mano y emprendimos el vuelo hacia el nuevo amanecer.

                                                                                                       FABO

En un minuto...

Pasa el tiempo lentamente,
los segundo son años,
las horas infinitas
y mi espera insufrible.

       El reloj juega conmigo
       lo miro de frente desafiándolo
       y de reojo tratando de sorprenderlo,
       pero todo sigue igual.

         Trato de manejarlo a mi antojo
          pero termina siendo al revés,
         el tiempo me tiene a su mereced
         y a su capricho.

  El tiempo lo es todo
  y a su lado soy nada,
  su infinito impone
  mientras que yo soy un suspiro.

      Ese tiempo cruel que no avanza
      y me tiene alejado de ti
      siendo que quisiera estar contigo
      entre cada palpitar de mi corazón.

                Miro de nuevo, y lo que veo
                no puede ser verdad
                en mi mente ha pasado una eternidad
               y en sus manecillas sólo un minuto.

    Pero el tiempo a pesar de ser eterno
    transcurre como una cascada interminable,
    fluye y tarde o temprano
    me lleva a tus brazos cálidos.

         Y de nuevo su crueldad se impone,
          te abrazo y siento que ha pasado sólo un minuto
          y en realidad llevamos horas así,
          amándonos sin tiempo.

    Pero juguemos con sus reglas,
    que nada más podemos hacer,
    extrañémonos por siempre
    y amémonos en un minuto,
    pero hagamos que ese minuto
    se vuelva una eternidad.

                                                                      FABO

lunes, 21 de octubre de 2013

Renovado...

Voy caminando y a cada paso
me siento renovado,
la vida palpita y me grita
que el suelo que piso me abre sus brazos.

         Abro los ojos y me siento renovado
         pues miro al mundo cara a cara
         frente a frente y
         mano a mano.

    Me acuesto en la hierba
    y me siento renovado
    la tierra me envuelve un su seno
    y me cría como un bosque verde y sano.

          Veo las nubes blancas a lo lejos
           y me siento renovado,
           me veo volando a través de ellas
           buscando el horizonte iluminado.

    Me acerco al fuego
    y me siento renovado,
    me muestra la vejez que alcanzaré
    quemando mi vida bien vivida.

            Me baño en el mar de bronce
            y me siento renovado,
            me purifica y me lava
            desde el alma hasta la cara.

      Y lo mejor de todo es que te sueño
       y me siento renovado,
       pues aunque el mundo me sujete con cadenas
       siempre llegará tu esencia a liberarme.

                                                                              FABO

   

viernes, 18 de octubre de 2013

Y te escucho...

Sentado en la soledad de mi cuarto,
con papel y pluma en mano,
recuerdo mi día insufrible
y te escucho.

       Dices con suaves susurros
       aquello que necesito escuchar
       aquello que sólo tu sabes
       aquello que me hace volar.

  Yo cierro los ojos
   no trato de pensar
  porque la vida me habla con tus palabras
  y yo te escucho.

        Das sentencias de juez
        y consejos de ermitaño
        dices lo que significa todo
        y te escucho.

   La ciudad grita estruendosa
   la vida nunca calla
   me sereno entre el ruido de selva
   y te escucho.

            Mis oídos no saben de palabras vanas
            ni de felicitaciones amargas
            por eso cuando hablas lo dejo todo
            y te escucho.

    Yo quisiera estar contigo todo el tiempo
     y que escucharas lo que tengo que decir
     que dejaras todo de lado y
     que me dijeras tiernamente, "yo te amo y te escucho".

                                                                                        FABO



Buenas noches...

La mañana se levanta,
sale el sol y el rocío,
la aves emprenden el vuelo
y tú sueltas tu primera mirada.

     Pasa el día tranquilo,
     la vida sigue el tic tac del reloj
     sin inmutarse o preocuparse,
     sin sentirse agobiado o saturado
     y tu pasas la tarde como si nada.

          Llega la hora de comer,
          la gente inunda las calles,
          se escucha ruido y algarabía
          mientras tu tímidamente
          te comes el mundo a cada paso.

    Es la hora de salida del trabajo,
    todos se quejan y reniegan,
    la vida es dura y lo sabemos,
    quien no se esfuerza no gana
    pero tú lo ganas todo con tu esfuerzo.

          Llegas a casa cansada
          avientas todo a donde caiga,
          los zapatos, el abrigo,
          el estrés, la mala gana.

    Te pones tu ropa de dormir
     y te sientes relajada,
     y la noche se relaja contigo,
     con el sonido de las cigarras.

                   Cenas algo, sin muchas ganas,
                   hojeas un libro de Neruda,
                   sintiéndote aludida en cada palabra
                   y sabes que sin duda está escrito para ti.

     El sueño llega y te embarga,
     dejas a Pablo a media palabra,
     te dejas caer como suave brisa
     y recuestas tu cara en esa almohada.

            Yo no estoy ahí para mirarte,
             sin embargo se todo lo que has hecho,
             porque eres un cuento que me digo a diario,
             y con él
             siempre nos doy las buenas noches.

                                                                            FABO




jueves, 17 de octubre de 2013

Queda...

Queda dejarnos en paz
sin tristezas ni vacíos,
sin esperanzas
sin "hasta luego".

      Queda dejarnos atrás
       para seguir adelante,
       alzar la mirada
       y seguir nuestros pasos.

           Queda regalarle sonrisas a la vida
            aunque no nos las conteste,
            dejar que la lluvia escurra por nuestra piel
            y no nos recuerde las caricias pasajeras.

  Queda saber que nos queda algo,
   lo que sea,
   lo que necesitemos o no,
   pero que nos queda tenerlo.

        Queda disfrutar nuestra soledad,
         la inmensa compañía del vació,
        el goce de nuestro soliloquio
        que nos llena de lo que queda.

  Queda darnos los buenos días,
   a quien se nos cruce por el camino
   sin siquiera pensar si son buenos,
   sin siquiera saber si es de día.

                   Queda marcharnos,
                   yo al oriente y tú al occidente
                   que yo siempre busque un amanecer
                   cuando tú sólo querías un ocaso.

                                                                                      FABO


La ventana...

Ella se asomó y cuando lo vio cerró la ventana, dejándolo sólo bajo la lluvia que no menguaba y conforme caía sobre él se iba sintiendo cada vez más alejado de ella, como si lo derritiera poco a poco y se diluyera entre el agua de la lluvia y del desagüe que se mezclaban apara adentrarse en la alcantarilla bajo sus pies; no podía creerlo, tantos años de quererla y ella simplemente cerraba la ventana como si el temporal pudiera más que su cariño, no importaba nada, ahora se podía dar cuenta que lo que creía cierto sólo era una mera colección de casualidades que lo habían llevado a ese punto; no importaba el cariño o la necesidad que le tuviera, ella simplemente había cerrado la ventana, sin preocuparse por nada, sin saber si él seguiría parado afuera con la ropa empapada y la mirada fija en la ventana esperando a que ella recapacitara, asomara sus grandes ojos tiernos y su sonrisa infantil, sin embargo eso no pasaba y la verdad es que no pasaría, aquellos ojos tiernos se habían volcado a un profundo vacío donde la obscuridad y las sombras no le permitían ver más allá de la lluvia y la sonrisa infantil se había convertido en una mueca burlona, donde lo que fuera o sucediera más allá de aquel vidrio sólo provocaba gracia y hasta cierto punto pena; y así era como él se veía, lastimoso por las calles donde sus lágrimas se confundían con las gotas de lluvia que recorrían su rostro afilado y su semblante nocturno. No podía avanzar más, se sentó en la orilla de un escalón bajo una lámpara que solo alumbraba su base, "muy adecuado" pensó, pues él no sentía que nada lo pudiera alumbrar más allá de dos pasos, cayó rendido al sueño, a la fatiga, a la desgracia y al dolor. Su sueño fue extraño, el día era soleado, cálido y tibio, el caminaba con su saco azul y sus zapatos negros, con la seguridad que marca un camino trazado por uno mismo, el recorrido ya era conocido, lejano, pero al final valía la pena llegar, porque estaría ella esperándolo con esa blusa de flores que le regaló, siempre se veía linda, justo antes de tocar la puerta, pudo notar que su ventana estaba sellada y tapiada, no podía verse nada dentro de ella, "¿Si su ventana está cerrada entonces cómo me verá llegar o partir?" fue entonces que lo comprendió todo, el mismo había cerrado la ventana para que ella no pudiera verlo llegar ni partir; era él quien había cerrado la ventana desde antes a pesar de tener un día soleado, se despertó de repente, la lluvia se había detenido, se acomodó de nuevo sobre el escalón y paso sus manos sobre su rostro para secarlo, abrió los ojos y la luz llegaba un poco más lejos, se levantó, metió las manos en el bolsillo y siguió su camino; "Espero que la próxima ventana se abra de par en par, tanto para ella como para mi" y esbozo una sonrisa que era un triste adiós disfrazado de alegría. 

                                                                                                        FABO


miércoles, 16 de octubre de 2013

La esquina de tu cuarto...

Las luces se desvanecen poco a poco
y las paredes se tornan de blanco a un rojo pálido
seductor y palpitante
como nosotros a media luz.

        Poco apoco un velo cubre el cuarto
        mientras otro cae de nosotros,
        la tenue luz roja nos convierte
        en un adorno más de la habitación.

  Se acaban las inhibiciones
  y de pronto todo es una mezcla,
  el buró, la lámpara
  el reloj
  y nuestros cuerpos.

             Todos en la misma escena
             que nos remonta tanto a una guerra
             como a una completa rendición
             ambos somos conquistadores y conquistados.

      Nuestros rostros
      ahora trascienden la figura de nosotros
      y se mimetizan con el ambiente,
      nos volvemos uno con nosotros
      y con el universo.

                     Y poco a poco la calma llega
                      la respiración agitada
                     y al alma también.

            El cuarto comienza a desdibujarse,
            el rojo se diluye en las paredes blancas,
            sólo queda ese resquicio de nosotros
            con el rojo intenso,
            mi sitio favorito
            de la esquina de tu cuarto.

                                                                               FABO

               

martes, 15 de octubre de 2013

¿Cuánto tiempo nos queda?

Si la vida sigue como sigue
me dan ganas de preguntarte
a tu parecer y opinión
¿Cuánto tiempo nos queda?.

      Y te pregunto a ti
      que lo sabes todo siempre
      que miras a la ventana y sabes el clima
       te asomas a la cocina y sabes del alma.

                      Te pregunto a ti
                      que contestas sin que te pregunten
                      que respondes sin que haya dudas
                      y que sabes lo que sabes
                      aunque no lo sepas por completo.

      Tú que revisas mis bolsillos
      y sabes de mi pobre riqueza
      que miras mi ojos
       y sabes que te extraño sin decirlo.

                 ¿Cuánto tiempo nos queda?
                  para mirarnos de reojo al despedirnos
                  de darnos un beso sin dudarlo
                  de abrazarnos sin consentimiento mutuo.

       Te pregunto
        porque tu sabes de éstas cosas
        y de las otras también
        y de éstas
        y de aquellas.

                         Te pregunto porque tú no sufres
                         cuando tienes que dar una respuesta
                         cuando te atacan arteramente
                         preguntándote ¿Cuánto tiempo nos queda?.

     Yo no quisiera responder,
      algo que cala tanto y tan profundo
      porque veo que sin ti mi mundo
     se va quedando sin nada, sin tiempo.

        Yo no quisiera hacerme esa pregunta
        sin embargo ya la hice
         pero puede ser que cobardemente
         te deje a ti la respuesta.

                Yo te quiero, y me queda tiempo
                 tú me quieres y, quién lo sabe,
                 tal vez se me acabe el tiempo a mi primero
                 o tal vez el tiempo nunca nos alcance.

    Entonces todo queda en ti y en mi
    y dejamos a un lado pretensiones
    y destinos
    que el preguntarnos ¿cuánto tiempo nos queda?
    es pregunta de peregrinos.

                                                                                      FABO

Que te quieran...

Yo quiero que te quieran,
como nadie te ha querido
y como todos deberían.
 
      Quiero que te quieran
      como yo lo hago siempre
      y todo el tiempo
      con las ganas de verte sonreír
      con causa y mi motivo.

         Quiero que te quieran
          y que la vida se les vaya por vivirte,
         que las noches sean aun más obscuras sin tu mirada
         y que el sol no caliente sin tu cuerpo tibio.

                        Quiero que te quieran
                        como es humanamente imposible
                        como el mar quiere a la arena
                        como el cielo a las estrellas.
 
      Que te quieran porque no vales oro
       ni joyas ni nada
       tu no tienes valor terrenal,
       tu vales alegrías
       sueños y
       paraíso.

         Que te quieran como yo lo hago
          desde mi lugar solitario
          sin tristeza ni zozobra
          porque quererte siempre me hace sonreír,
          aunque no quiera.

            Por eso quiero que te quieran
            porque sé que es imposible no hacerlo
            y quien no lograra hacerlo,
            algún día se dará cuenta
            que no vivió por completo.

                                                                   FABO

lunes, 14 de octubre de 2013

El niño y el clavel...

Se encontraba una tarde un niño sentado en la banca de piedra del parque, con su peinado de lado, su mejor traje y un clavel en la mano, hacía tres domingos que la había visto salir de misa acompañada de su papá, con su vestidito rojo y sus zapatos de charol, con un peinado sencillo y su moñito negro con rayas rojas; tenía los ojos negros y brillantes, y una sonrisa de ángel recién dibujada por Dios. Al pasar el niño se quedó mirándola inmóvil, soltó la mano de su madre, se paró derecho y camino hacia ella "Yo te quiero, y te querré siempre, no importa que la vida nos separe, que crezca y me vuelva un hombre aburrido que tenga un trabajo, no importa que tenga que dejar mis juguetes a un lado por seguirte o si tenga que recorrer miles de kilómetros en mi vieja bicicleta por verte, yo te quiero" le dijo así al pararse a su espalda, directo y a quema ropa; la niña abrió sus grandes ojos negros, se dio media vuelta y no dijo nada, él le tomo la mano "Por siempre dije" el padre de la niña que no se había dado cuenta de lo que había pasado, la tomo de la mano y avanzaron mientras ella giraba la mirada para ver al niño. Es así que ese día decidió formalizar la situación llevando lo que para él era la flor más formal de peticiones, el clavel, porque su padre siempre le llevaba un ramo a su madre cuando quería pedirle algo importante; así que ese domingo se levantó muy temprano, solito se arregló y salió al parque que estaba a unas cuadras de su casa y espero la salida de misa; sin embargo, la niña no llegó ese domingo, ni el siguiente, ni el siguiente; no obstante, él la esperaba sentado siempre arreglado. Pasaron los años, el niño creció y consiguió un trabajo, dejó sus juguetes a un lado y se volvió un hombre aburrido, pero una tarde de domingo, recordó la espera que solía hacer, se acercó a la tienda de flores, compró un ramo de claveles y se sentó en la banca a esperar; salió mucha gente completamente ajena a él, pero en ese momento la vio, una mujer con un vestido rojo, zapatos de tacón negros, un peinado muy refinado con el adorno de un moño negro a rayas; sintió un escalofrió que recorrió todo su cuerpo, y como hacía muchos años, se acercó con los claveles, ella sonreía cuando él se puso de frente, extendió la mano con el ramo de flores rojas "¿Recuerdas que te dije por siempre?"; ella tomó las flores, abrió los grandes ojos negros y asentó con la cabeza levemente; "Creí que serías tú, quien lo habría olvidado".

                                                                              FABO

Al borde del camino...

Te he recorrido más de mil veces
cuando te sueño todo el tiempo,
cuando la vida me despierta
yo te sigo recorriendo.

    Así es mi amor
    fuerte, osado
    arrojado
    y mal correspondido.

             No importa más,
             que la vida nos de lo que merecemos
             y no lo que queremos,
             porque yo te quiero a ti
             pero no nos merecemos mutuamente.

    No te ofrezco un adiós
    ni una despedida
    te doy un hasta luego
    de todo aquello que sentía.

         No entiendo qué faltaba
         o qué necesitabas,
         sin embargo no lo tengo
         y nunca lo encontré.

    Cuando no queda nada más que ofrecer
    yo te ofrezco lo que soy
    con todo y mis desvelos de siempre
    y mis malos recuerdos.

         La vida da muchas vueltas,
         y como es arriba es abajo,
         por eso te dejo lo que te dí
         sin esperar nada a cambio.

                 Y no es que sea culpa de nadie,
                 simplemente eran tus ganas
                 de no recorrernos juntos y de cerca,
                 tal vez simplemente fue el miedo
                 que te dejo al borde del camino.

                                                                       FABO

sábado, 12 de octubre de 2013

Mis amigos dicen...

"Tengo una soledad tan concurrida"
me dice Mario,
"Sólo aquello que se ha ido es lo que nos pertenece"
dice Jorge Luis,
"Te quiero, y hace tiempo y frío"
dice Julio,
"Sólo porque alguien no te ame como tu quieres,
  no significa que no te ame con todo su ser"
dice Gabriel,
"Ella me quiso, y a veces yo también la quería"
dice Pablo,

Ellos hablan porque saben,
porque me dicen lo que no entiendo,
y lo entiendo cuando lo dicen.

     Porque ellos vivieron antes que yo
     y vivirán después de mí,
     sus palabras seguirán hablando de verdad
     cuando las mías callen.

          Ellos me explican sencillo y sin rodeos,
          por eso los escucho y los atiendo,
          porque yo hablo de lo que no entiendo
          pero sí de lo que conozco.

                  Yo hablo de tus ojos,
                   y cito:
                   "Tus ojos tienen la mirada que traspasa el alma y la convierte"

  Yo hablo de tus labios
  y cito:
   "Tus labios de verdad, que hablan de sueños y memorias"

              Yo hablo de tus manos
               y cito:
               "Tus manos que sujetan al mundo, donde no cabe ni una duda
                 y sobra toda una vida"

   Es entonces que pienso
   que mis palabras no traspasarán
   la barrera del tiempo
   como las de mis amigos lo han hecho.

        Sin embargo no me aflijo,
        porque por un momento te evoqué
        y me perteneciste por completo,
        entonces todo valió la pena.

                                                                                  FABO        

viernes, 11 de octubre de 2013

Carta a mi destino incierto...

Sabes, quisiera decirte que no te esperaba, que la vida te trajo como la marea lleva las caracolas a la playa, por el simple hecho de ser lo que es; pero no creo que sea así, yo pienso que la vida nos puso en el momento justo por el motivo correcto; porque tú eras lo que yo necesitaba para ser lo que puedo ser y tú me encontraste por la misma razón; los mundos no se encuentran por que si y ya; se encuentran porque las órbitas los guían, porque siempre hay algo más fuerte y poderoso que los atrae para acercarse, la diferencia entre estos y nosotros es que nosotros no vamos a colisionar, sino a alinearnos, es decir, que la vida nos puso para ser guías y seguidores mutuamente y al mismo tiempo, si tú no lo ves así créeme que estas en todo tu derecho, pero repasemos nuestra historia y observemos las coincidencias; lo que compartimos nos acerca pero nuestras diferencias son lo que nos une; así que deja que la vida fluya entre tú y yo, que tu piel canela sazona a mis manos de manzana; tu aroma a sol baña mi bosque a media luz; es decir puede que seamos opuestos sin embargo siempre seremos complementarios; así que sólo te pido que te liberes de las viejas ataduras que consideras tan tuyas, ya que por más que las cadenas sean de seda, siempre seguirán deteniendo tu camino; yo no tengo más que ofrecerte un mundo nuevo, donde yo no soy quien te enseñará algo nuevo o diferente, sino que, ambos seremos maestros y alumnos, donde ambos tenemos tanto que mostrarnos, que la vida nos dará el tiempo suficiente para hacerlo, por el simple hecho de que nos merecemos mutuamente. 

                                                                           FABO

Del fuego...

Dejemos que el fuego nos consuma,
que nos vuelva cenizas
y que el viento nos lleve con él
para estar en todas partes.

     Renovémonos con el fuego,
     que nos purifica y nos forja,
     que nos de la fuerza de su calor
     y lo intempestivo de su carácter.

          Que el fuego sea lo que nos rige,
           que el capricho de sus flamas
           nos guíe en nuestros movimientos,
           mientras nos consumimos mutuamente.

      Dejemos que sea su calor
      el que nos dé el impulso,
      que nos enseñe a dar vida
      y controlar nuestra devastación.

               El fuego nos llevará a la cima
               donde volaremos con su aire ardiente,
               llegaremos a las estrellas
               y nos fundiremos en ellas.

        Seamos creadores o destructores,
        que la vida necesita de ambos,
        que el fuego dentro de nosotros
        combata lo helado de la soledad.

              Quememos todo a nuestro alrededor,
              volvamos una hoguera nuestras vidas,
              y al final, de lo que quede
              resurjamos como un fénix de la muerte .

                                                                                       FABO
          

Qué más puede pasar...

Ya qué mas puede pasar,
a caso el sol dejara de salir,
o las nubes dejaran de existir
o la luna dejara de seguirnos.

     Ya que más puede pasar,
      no creo que se seque el mar,
      ni que los desiertos se llenen de agua
      o que las flores pierdan su perfume.

         Ya qué más puede pasar,
          no creo que el dinero deje de valer,
          que los países pierdan sus fronteras
          que los niños pierdan sus sonrisas.

   Ya qué más puede pasar,
   que deje de sonreír,
   que deje de soñar,
   que la vida pierda el color
   que deje de volar.

        Después de tu partida,
        a mi ya nada puede pasarme,
        me he vuelto inmune al mundo
        y todo lo que me rodea.

           Así que puede pasar lo que sea
           que el mundo se hunda en si mismo
           que la vida me pase de largo
           porque después de tu partida,
           ya nada importa más.

                                                                         FABO


jueves, 10 de octubre de 2013

Mi campo de ti...

Yo siembro mi campo de ti,
lo lleno de tu semilla
para que crezca con el aroma
que da tu esencia.

    Yo riego mi campo de ti,
     con tus lágrimas y tu sudor,
     con tu empeño
     y tu rigor.
  
           Yo procuro mi campo de ti,
            con el rocío de tus manos,
            con el candor de tu mirar,
            con la vitalidad de tus palabras.

    Yo le doy a mi campo de ti
     el fulgor de tu sonrisa,
     que lo ilumina todo
     y todo lo hace crecer.

        Yo cosecho mi campo de ti
         y te levanto a cada paso,
         te llevo conmigo todo el tiempo
         y al final me alimento de ti,
         es entonces
         que me siento vivo.

                                                                                                FABO
                                               

Lo que sucederá...

Sentados en el jardín
nos podremos quedar horas
platicando de nada y
entendiéndonos del todo.

    Podremos estar bajo el tibio sol
    o esperando la aurora
    dejando atrás las tristezas y
    renovando la ilusión.

        Llegará un ruiseñor que canta
        y no se escuchará mejor que tu voz
       esa que sale con tu risa
       y llena al mundo de color.

              Podremos estar bajo la lluvia
              con su refrescante llegada
              que lo lava todo sin quererlo
              que se envuelve en tu mirada.

       Estaremos sentados en la noche
       a la luz de las luciérnagas
       que iluminan todo a su paso
       como tú cuando caminas.

            Nos podremos besar
            dejando que las flores nazcan
            en nuestros cuerpos desnudos
            volviéndonos parte del jardín.

     Podre escribirte versos
     de uno a otro confín
     abriendo puertas a otros mundos
     y cerrando dudas arteras.

                   Podremos prender las estrellas
                   sólo con un dedo
                   diciéndoles como brillar
                   con el fulgor de tu mirada.

   Estoy seguro que todo eso
   podremos hacer algún día
   cuando decidas estar a mi lado
   cuando me dejes estar contigo.

                                                                            FABO

Como agua de río...

Tengo que seguir mi cauce
como agua de río,
a pesar de las rocas
y cascadas.

     Como agua de río
     debo de cruzar veredas
     y pasar bajo puentes
     para llegar a mi destino.

          No importa lo que quede atrás
          pues ya lo he recorrido
          no puedo secarme
          no puedo parar.

     Yo siento que mi soledad
      es lo que me impulsa
      así como la tormenta llena de agua al río,
      siempre debe haber algo de melancolía
      que te ayude a renacer.

         Quisiera pensar que todos somos un río
          a veces lleno
          a veces vacío
          pero tu llenabas todo de verdad.

               No te extraño
               como el río no extraña a la cañada
               ni a los árboles
               ni a las noches reflejadas.

     Lo mejor será
     verte pasar de largo
     como el agua de río siempre se renueva
     yo te dejo renovarte.

             Así que seguiremos nuestras vetas
             cada quien a su destino
             y tal vez lleguemos a juntarnos en el mar
             como lo hace toda agua de río.

                                                                                           FABO


miércoles, 9 de octubre de 2013

Quizás...

Quizás es la vida
la que nos arrastra a la lejanía
la que nos lleva por caminos turbios
la que se empeña en vernos a lo lejos.

    Quizás soy yo con mis manías
     de soñarte en barcos de papel
    donde los mares son de azufre
    donde se pierde nuestro ser.

         Quizás eres tú con tus temores
         o tal vez con tus falsos deseos
         que antepones a los "te quiero"
         y que no te dejan resolver.

   Quizás somos ambos, que no somos
    todo lo que queremos ser
    por demostrar que solos somos
    todo lo que se puede ser.

       Quizás es la vida misma
        con sus sueños de oropel
         que nos da un motivo falso
        y nosotros se lo queremos creer.  

    Quizás simplemente es nada
    y nosotros pensamos que algo es
    que la vida es la que nos separa
    cuando nosotros lo hacemos también.

         Quizás nunca lo sepamos,
          y nos quedemos sólo de pie
          tú en tu camino y yo en mío
          sentados pensando en un quizás.

                                                                           FABO

Bésame...

Ven y no digas nada,
pero hablemos claro y fuerte
que yo te escucho mejor
cuando me hablas a besos.

    A besos te entiendo siempre
    porque lo dices todo
    sin alzar la voz.

              No hace falta que digas nada
              ni siquiera que abras los ojos
              pues donde dos se besan
              ni una duda cabe.

 Dame un beso claro,
 de los que tu das los domingos
 y entre semana,
 de los que se sienten de verdad y con ganas.

           En un beso yo te conozco,
           y trato de que me conozcas,
           porque no le hablo a tus oídos
           sino que platico con tu boca.

      En un beso tú y yo somos,
      existimos,
      o por lo menos soñamos
      que lo hacemos.

                  Yo te beso porque quiero,
                   porque el mundo me deja,
                   porque Dios está de buenas,
                   porque tú eres todo siempre.

    En un beso te diré lo que no sé,
    te explicare lo que no entiendo,
    te daré lo que no necesitas
    y de ti, me quedare con todo.

                                                                       FABO

 


martes, 8 de octubre de 2013

¿En dónde estarás hoy?...

Aquí estoy
sentado a tu lado
con las ganas de abrazarte
y con las manos temblando.

     Aquí estoy buscando tu aroma
     con los ojos vendados
     con los pies descalzos
     con el alma rota.

   Aquí estoy sin tregua,
   de luz apagada a sombra clara,
   de día obscuro
   a noche iluminada.

       Aquí estoy pensándote
       recordándote
       soñándote
       comiéndote
       viviéndote sin vivirme.

   Aquí estoy fingiendo
   que la sonrisa me desboca
   que la locura me provoca
   y que la cordura
   me revienta.

      Aquí estoy saltando al precipicio
      con las alas de Pegaso
      con el cuerpo de quimera
      con la furia de un titán
      con el temor del hombre.

    Aquí estoy cultivando tulipanes
    plantados al lado de recuerdos
    cosechando tus memorias con ellos
    y probando que son transmutables.

           Aquí estoy de verdad lo estoy
           con todo lo anterior sin proponerlo,
           dibujando cada paso con ello
           y sólo pensando...
           ¿en dónde estarás hoy?.

                                                                            FABO
         


Un café, una historia...

Cuando la vi, ella estaba sentada tomando un café; en su rostro lleno de preguntas se notaba que sabía las respuestas y las buscaba en el fondo de su bebida humeante, veía el reloj constantemente a pesar de no tener ninguna cita o alguna obligación, simplemente lo hacia para notar que la vida seguía su curso y ella simplemente seguía allí; se recostó en el respaldo de la silla y miro hacia arriba, se quedó observando el techo de la cafetería, pero tampoco encontró nada ahí, miro de nuevo su taza, ahora vacía, tan vacía como ella se sentía; sus ojos comenzaron a nublarse y por más que se veía su esfuerzo, una pequeña lágrima rodó por su mejilla, fue entonces que pedí otros dos cafés, me levante y caminé hacia ella, me pare a su lado y ella volteó con cara de interrogación, "Yo creo que todos tenemos un mal día, pero pocos tienen una buena vida, trata de ser de los segundos sin importar que también tengas días así" extendí mi mano dándole el café nuevo, mi mejor sonrisa de apoyo y me dí la media vuelta; al beber de la nueva taza, de repente todas las respuestas llegaron por sí solas, ella se levantó y comenzó a vivir realmente.

                                                                                                     FABO

lunes, 7 de octubre de 2013

Aquí sin ti...

Aquí sin ti
el mundo se ve aún más grande
y yo me siento más pequeño
perdido en esta inmensidad
de soledad.

      Aquí sin ti, la vida sigue
      pero yo no
      el mundo me habla
      pero no quiero escucharlo.

    Aquí sin ti
    mi corazón late de vida
    pero no por un vivir
    así sigo por seguir.

       Aquí sin ti
       todo se ve bien
       pero se siente mal.

                  Aquí sin ti
                  las alegrías se quedan ajenas
                 y las sonrisas falsas
                 donde lo único verdadero
                 es tu ausencia.

   Yo sigo aquí sin ti
    y sin tu cuerpo tibio
    y sin tus labios suaves
    y sin siquiera tenerme a mi
    porque al final
    mi todo se fue contigo.
   
                                                                       FABO

jueves, 3 de octubre de 2013

Cuando pienso en ti...

Voy caminando y pienso en ti,
entonces todo cobra un nuevo sentido,
el cielo se ve claro
y el día prometedor.

    Las personas me ven sonreír
    y les contagio la sonrisa,
    entonces ambos nos vamos felices
    y todo por pensar en ti.

 Camino firme y con ganas,
 aunque no tenga un destino
 ni un lugar,
 eso no importa por que al final
 iré a verte a ti.

     Pienso en ti y el sol brilla distinto
     me da ese calor que renueva
     como tu mirada,
     como tu presencia.

  Todo en mi mundo es mejor
  cuando pienso en ti
  porque me haces sentir diferente
  conmigo y con todo.

     Pienso en ti,
     siempre lo hago,
     antes de despertar
     y también mientras duermo.

         Tal vez no sabes lo mucho que pienso en ti
         y de verdad no importa tanto
         mientras pueda verte de nuevo
         y dejar de pensarte
         para crear nuevos recuerdos
         con los que mañana pueda pensar en ti.

                                                                                       FABO

Abrázame...

Abrázame, y no me digas nada,
sólo abrázame,
unamos nuestros cuerpos
hasta que se fundan por completo.

     Abrázame y sintamos nuestro calor,
     que la vida nos pase de lado,
     que tu y yo ganamos vida
     cuando estamos juntos así.

  Abrázame que yo no se estar de otra manera,
  a mi no me hacen falta ni sábanas
  ni almohadas,
  sólo tus brazos y tu cabello.

       Abrázame y sonríe, así como yo lo hago
       que tus brazos son un legado terminado
       de mis días de soledad. 

 Abrázame y no me sueltes,
 hazlo fuerte o suave o como quieras
 que estamos amoldados mutuamente
 y ya no conozco otra manera.

      Abrázame que me siento perdido,
      y contigo me encuentro en casa
      porque donde sea que tú estés
      es donde yo quiero vivir.

           Abrázame porque ya no aguanto el castigo
           de estar lejos de ti,
           así que abrázame y demuéstrale al mundo
           que he pagado mis pecados.

   Abrázame que a veces sin ti
   no se como estar de pie
   te necesito para apoyarme
   y poder a tu lado caminar.

            Abrázame y no digamos más
            que el corazón late mutuamente
            y nos grita lo que no sabemos decir
            porque el palpitar es más elocuente
            que una boca enamorada.

                                                                        FABO