miércoles, 30 de octubre de 2013

Con ejemplos...

Hoy te veo más pálida,
como la tenue luz que da la pequeña vela,
como el manto blanco que rodea una virgen,
como el amanecer de un invierno frío.

      Te encuentro más entregada,
      como el mar a la luna,
      como los árboles a la lluvia,
      como las nubes al viento.

Te siento más mía,
como mi palpitar en el pecho,
como mi aliento en la boca,
como tu calor en mi brazos.

     Te noto más radiante,
     como el sol de mediodía,
     como el niño con un chocolate,
     como la madre con su recién nacido.

 Te extraño más cada día,
 como las noches nubladas a las estrellas,
 como los mares a la sirenas,
 como mis ojos a tu reflejo.

      Pero mi dolor lo callo,
      como los muros de los conventos
      como el desierto nocturno,
      como tú con tu silencio.

  Y sólo queda decirte que te amo,
   como cuando duermo y te amo
   como cuando despierto y te amo
   como cuando te amo y te amo.

                                                                       FABO