Te he recorrido más de mil veces
cuando te sueño todo el tiempo,
cuando la vida me despierta
yo te sigo recorriendo.
Así es mi amor
fuerte, osado
arrojado
y mal correspondido.
No importa más,
que la vida nos de lo que merecemos
y no lo que queremos,
porque yo te quiero a ti
pero no nos merecemos mutuamente.
No te ofrezco un adiós
ni una despedida
te doy un hasta luego
de todo aquello que sentía.
No entiendo qué faltaba
o qué necesitabas,
sin embargo no lo tengo
y nunca lo encontré.
Cuando no queda nada más que ofrecer
yo te ofrezco lo que soy
con todo y mis desvelos de siempre
y mis malos recuerdos.
La vida da muchas vueltas,
y como es arriba es abajo,
por eso te dejo lo que te dí
sin esperar nada a cambio.
Y no es que sea culpa de nadie,
simplemente eran tus ganas
de no recorrernos juntos y de cerca,
tal vez simplemente fue el miedo
que te dejo al borde del camino.
FABO
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