lunes, 29 de diciembre de 2014

Desvanecer...

Me desvanezco lentamente
y poco a poco,
como esa huella en la orilla de la costa
que el mar se va robando con cada marea.

      Me desvanezco como un grano de arena
      encerrado en ese reloj
      cayendo lentamente desde un todo
       hacia la nada,
       hasta volver al comienzo.

  Me desvanezco de tu memoria
  y aquellos sueños que eran, no lo son más;
  los pensamientos llegan con su viento de cambio
  y mi recuerdo se hunde entre otros nombres,
  otros rostros... otros.

          Me desvanezco como el humo del cigarrillo,
          como el cigarrillo en sí mismo,
          me consumo y mezclo,
          me confundo y me integro
          hasta ser todo aquello que no he sido
          y dejo de ser yo mismo.

  Me desvanezco de cualquier parte
  de tus manos,
  de tu boca,
  de los lugares donde nunca he estado,
  de la profundidad de la noche.

         Me desvanezco y a pesar de todo
         en algún punto del universo
         escondido en el rincón más aparatado
         perduraré por siempre
         y es ahí,
         donde aún no has buscado.

                                                                                                                       FABO

martes, 23 de diciembre de 2014

Tornado...

Si tu recuerdo permaneciera estático
en una memoria mutable,

        tal vez,

                     por un instante

yo me quedaría inmóvil

dejando que arrasaras

                         con lo poco que me queda de ti.

                                                                                              FABO

jueves, 11 de diciembre de 2014

Escarlata...

Sus labios enfundados en un traje escarlata se acercaban inquisidoramente hacía mi mejilla, la opresión en mi pecho me dificultaba respirar, en cambio sentía su agitada respiración que producía un tenue silbido al salir por su afilada nariz, llenar cada espacio de mi cuello el cual se derretía como el metal más resistente ante la llama de aquel acto. Su mano fija sobre mis ojos, anclada, como si una placa de acero estuviera soldada a ellos dejándome en la más profunda ceguera, inmerso en la obscuridad absoluta, donde irónicamente aún podía observarla claramente, era como si pudiera presentir su siguiente movimiento, cada sonido me decía algo, cada aroma, ese rose impreciso y descuidado de su piel; ella me daba todas las pistas para proyectar nítidamente esa imagen de ensueño. Escuche claramente como su vestido se deslizaba sobra su piel, pude sentir el aroma de su perfume de jazmín liberarse como la esencia de la flor al abrir en primavera, rodeada del calor nocturno, flamante y orgullosa; como ella... escuche el tenue sonido de la tela al tocar el suelo y sentí el calor que irradió su piel canela penetrando hasta la médula de mis huesos, aún no se si era grato o no, pero recuerdo que fue impactante; era estar ante la presencia de un sol que no derrite la nieve por más que su calor libere toda su energía; y aun así puede evaporarme desde lo más profundo de mi ser en un segundo. La rigidez de mi cuerpo sólo podía atribuirlo al veneno hipnótico del susurro de su voz, con sus palabras ligeras y escurridizas, como una serpiente que se desliza entre la hojas marcando un sendero que promete un final cruel y despiadado, pero con la clemencia de ser sublíme, la presa apenas sentiría la punzada en su cuerpo, y luego la inmovilidad, el encarcelamiento en su propio cuerpo sin que sus sentidos se nublen, asimilando cada aspecto de su propia muerte y teniendo la claridad para pensar, para sentir, para notar como su vida se escapa lentamente... lentamente. Sentí como sus pies ligeros avanzaban dos pasos cortos y se colocaba de puntillas para alcanzar mi rostro; su pecho firme amenazante contra mi pecho, como dos armas cargadas apuntando sin vacilar, con mano de asesino experto al cual no le tiembla el pulso para jalar el gatillo y arrancar aquello que fuiste o no fuiste, pero ciertamente no volverás a tener la oportunidad de ser. Es el momento en el que sólo soy un espectador de mi vida viéndola pasar a mi lado y sobre mí; y yo permanezco inmóvil aún, sin embargo no sé si es que sigo bajo los influjos de su veneno o acaso seré yo el que consume un placebo mental para no moverme más. Entonces de imprevisto y sin un sólo sonido, su boca me ataca con la velocidad de un aguijón; puedo sentir su paso arrasante que convierte en jirones mi piel; noto el desgarre con cada beso, con cada mordida; con cada paso que deja el camino escarlata; la piel quema y hiela al unísono, por un momento no sé si sufro en un infierno creado por un verdugo en forma de mujer, o si estoy en un espacio alterno, paralelo, donde he dejado de ser yo para convertirme en "eso" que ella moldea con sus labios, y soy sólo una creación suya bajo el influjo de la materia prima que alguna vez me formó. Por fin llega la calma y siento como se aleja de la misma manera en que llegó, mis parpados se abren lentamente y me cuesta un poco acostumbrarme a la luz, aunque tenue, que trata de iluminar la habitación; las cortinas sólo se mueven un poco por el paso de una brisa que se cuela entre las ventanas mal cerradas y a lo lejos escucho la puerta cerrarse lentamente y con sigilo, como si fuera parte de un sueño del que no me he despertado por completo. Camino despacio hacia el baño y en cada paso mi cuerpo regresa a un estado normal, o será que mi espíritu ha dejado de estar en ese ambiente sublime donde ella me puso para caer en una bajada vertiginosa hacia un cuerpo terrenal y mundano... prendo la luz, y el cuarto con paredes blancas se llena de un ámbar solemne y por un momento me siento en un consultorio esperando el parte médico. Me miró en el espejo y en cada parte mi cuerpo puedo notar el análisis clínico que dicta: "El paciente muestra los pómulos lacerados con rastros rojos, causados por arma punzo cortante (posiblemente labios escarlata), a su vez presenta pequeñas contusiones y hematomas causados por caricias estratégicamente repartidas. En el análisis químico se presenta una toxina paralizante de gran potencia, presente en la esencia de la piel canela. El paciente presenta desorientación y alucinaciones, pues habla de "ella" y nada más, como enfermedad y cura; como castigo y redención; como su todo en la nada del tiempo. Tratamiento: dosis diarias de amor nocturno."  Yo quisiera pedir una segunda opinión, pero el cansancio me obliga a recluirme bajo las sábanas que aún me dan recuerdos de su presencia. La mañana comienza a despuntar, es entonces que noto que las horas se han esfumado junto con ella. No puedo pensar más, no quiero pensar más. Pero es inevitable no pensar en ella; espero que llegue mañana con su boca escarlata y que esta vez, me mate por completo.

                                                                                                                                                                                                                            FABO

martes, 9 de diciembre de 2014

Amnesia....

Las horas pasan
y escurren como agua entre mis dedos
que poco a poco llena ese mar de olvido
en donde tú y yo
nos sumergimos hace tiempo,
sin embargo,
tú aprendiste a flotar.

     Pasa el viento
     y tras de sí, deja una estela de memorias
     que se van con él a viajar por el mundo
     contando nuestra historia prohibida
     en la que cuenta lo que nos quisimos,
     y hoy no más.

            El sol recorre con su paso firme
            cada lugar en el que nos encontramos
            y se notan nuestras sombras aún presentes
            en la obscuridad escondidas
            buscándonos sin poder palparnos
            porque tú y yo
            brillamos en otro horizonte.

A veces te echo de menos,
sobre todo por las noches,
o será que ya no noto los días pasar
porque tu presencia marcaba la esperanza de mis mañanas
y tu ausencia el tiempo nocturno.

      A veces pienso si tú me echarás de menos,
      ¿seré yo la pesadilla que te hace despertar repitiendo mi nombre?
      ¿aún recordarás mi nombre?
      ¿tendrás esa sensación de vació por las mañanas?
      o simplemente seré un escalofrío
      que te hace cerrar la ventana
      mientras te cercioras que nadie éste cerca,
      no sea que vayamos a encontrarnos
      por el viento de invierno.

             La lluvia ha borrado tus huellas y las mías,
             y el destino arranco algunas hojas de nuestro diario,
             es entonces que la amnesia nos busca
              y yo no sé por qué
              no termina de encontrarme.

  No te miento, he pasado ratos gratos
  aún sin ti,
  no te miento
  no he pasado ratos gratos
  aquí,
  sin ti.
                                                                                                                FABO

   

jueves, 4 de diciembre de 2014

Alborada...

Ya comienza la alborada
y cada parte de mi piel despierta
sintiendo el tacto de un mar suave,
que descubro gratamente,
es tu piel envolviéndome por completo

        poco a poco los sentidos despiertan,
        siento tu perfume aún nocturno,
        adormilado y soñoliento,
        penetrando en la habitación
       volviéndola tuya por completo
               
                          ... y yo sonrío

  siento tu cabello suave
  que traviesamente
   hace cosquillas en mi cuello
 
                  entonces abro lentamente los ojos,
                  aún la obscuridad permanece
                  sin embrago un tímido rayo de luz
                  se asoma casi por curiosidad,
                  entonces te abrazo con más fuerza
                  pues no quiero que el día te aparte de mi.

     Por fin un movimiento sutil
     de tu mano sobre mi pecho,
     y al notarlo te digo "sigue durmiendo",
     tu sonríes, mientras yo no puedo amarte más.

            Giras el rostro y tu mirada aún no despierta,
            tu boca busca mi boca
            con el camino que traza el deseo de besarnos,
           
       de besarnos...

                          Hoy lo tengo todo
                          porque tú me lo has brindado,
   
        espero por lo menos
             
                                           haberte dado un poco
 
                 de todo lo que tú me has dado.

                                                                                                                 FABO

martes, 2 de diciembre de 2014

Entre cuatro paredes...

No te quedes inmóvil entre cuatro paredes,
no veas el sol que brilla por tu ventana
y pienses, "que buen día hace",
sólo para dar la media vuelta y regresar a la sombras.

      No temas salir porque hace frío y congela el alma
       o llueve y el agua diluye tu fuerza,
       o el aire arrastra la esperanza
       o el calor derrite tu ternura,
       ten el valor de salir y enfrentarte a ti misma.

  No te concedas falsas indulgencias
  ni te perdones tus necedades
  que al rato te odiarás por ser quien eres
  y tendrás que aguantarte hasta que mueras.
 
          No te escondas entre cuatro paredes,
          donde no te afecta el desamor y el rechazo,
          deja que la nostalgia te llene y te vacíe
          que la vida es vida por el hecho de sufrirla.

    No te ocultes al deseo,
    deja que te lleven tus instintos
    que el arrepentimiento es algo de todos los días
    pero las oportunidades se pueden presentar únicas.

        No te escondas para no querer, ni que te quieran,
        no te escondas con el pretexto de no sufrir
        o por las heridas del pasado,
        que aquello que pasa por tu ventana no ésta lejos,
         pero si se va... no volverá jamás.    

  No dejes que el " y sino" le gane al "puede ser",
  ten el valor de ser tú bajo cualquier circunstancia,
  que la vida no da nada si uno no lo toma
  así que vívete y muerte a diario,
  renaciendo con el recuerdo de lo que fuiste
  y con la promesa de lo que serás.

        No te quedes entre cuatro paredes,
        que yo te quiero como tú me quieres
         y es verdad que te llevo serenata a tu balcón,
         pero si te quedas entre cuatro paredes,
         no me besarás jamás.

                                                                                                                FABO

lunes, 1 de diciembre de 2014

Quiero ver...

Quiero ver la luz suave del atardecer
iluminar tu piel canela
y poco a poco ambos
fundirse en una noche serena.

      Quiero ver tu sonrisa reflejada en mi pupila,
       así de frente,
       en esa perspectiva
       que me hace querer besarte sin tregua.

  Quiero ver tus brazos extendidos
   y acudir a su refugio necesario,
  donde en los días que el mundo conspira contra mi
  encuentro no sólo consuelo
  sino esperanza.

             Quiero ver tu paso firme
              que te lleva a mi lado cada vez un poco más,
              ese que lleva la gracia y la cadencia
              de un bolero interpretado a medianoche.

  Quiero ver tu figura en la penumbra,
   ver tu sombra inconfundible,
   sentir tu aroma necesario
   y quedarme a tu lado en la obscuridad infinita.

              Quiero ver lo que tengas que mostrarme,
               que el mundo y mi vida
               siempre se ven mejor
               a través de nuestra mutua compañía.

                                                                                                                 FABO