Las horas pasan
y escurren como agua entre mis dedos
que poco a poco llena ese mar de olvido
en donde tú y yo
nos sumergimos hace tiempo,
sin embargo,
tú aprendiste a flotar.
Pasa el viento
y tras de sí, deja una estela de memorias
que se van con él a viajar por el mundo
contando nuestra historia prohibida
en la que cuenta lo que nos quisimos,
y hoy no más.
El sol recorre con su paso firme
cada lugar en el que nos encontramos
y se notan nuestras sombras aún presentes
en la obscuridad escondidas
buscándonos sin poder palparnos
porque tú y yo
brillamos en otro horizonte.
A veces te echo de menos,
sobre todo por las noches,
o será que ya no noto los días pasar
porque tu presencia marcaba la esperanza de mis mañanas
y tu ausencia el tiempo nocturno.
A veces pienso si tú me echarás de menos,
¿seré yo la pesadilla que te hace despertar repitiendo mi nombre?
¿aún recordarás mi nombre?
¿tendrás esa sensación de vació por las mañanas?
o simplemente seré un escalofrío
que te hace cerrar la ventana
mientras te cercioras que nadie éste cerca,
no sea que vayamos a encontrarnos
por el viento de invierno.
La lluvia ha borrado tus huellas y las mías,
y el destino arranco algunas hojas de nuestro diario,
es entonces que la amnesia nos busca
y yo no sé por qué
no termina de encontrarme.
No te miento, he pasado ratos gratos
aún sin ti,
no te miento
no he pasado ratos gratos
aquí,
sin ti.
FABO