jueves, 28 de agosto de 2014

Inicio y final...

Todo comienza con tu resplandor,
con la luz que emanas desde lo más profundo de tu ser
donde el universo entero explota
y renueva la vida a cada instante.

    Continua con el candor de tu cuerpo,
    con los ríos que surcan tu interior,
    llevando con ellos barcos de esperanza
    entre el oleaje de la inmensidad de tu espíritu.

        Sigue con la fuerza de tu mirada,
        que impone pero es base de todo,
        es donde el mundo camina erguido
        teniendo un lugar en el milagro de tu ser.

  Todo termina con tu partida,
  dejándolo tras de ti, dejándote a ti misma,
  convirtiendo ese nuevo mundo en algo inverosímil
  esperando que algún día
  todo comience con tu resplandor.

                                                                                                      FABO

   

jueves, 21 de agosto de 2014

Te espero (2)...

Hoy te espero sentado en la arena
que se desliza suave por el reloj,
que por mas bella que parezca
algún día terminará su recorrido.

       Te espero en el azul profundo
       que se encuentra dibujado por las olas,
       sin importar la tormenta,
       sin importar la calma.

             Te espero en la mirada del león
             que a lo lejos observa a su presa,
              te espero en la ansiedad de la presa
              que se siente observada por el león.

   Te espero en la copa de los árboles
   meciéndome con su murmullo bajo,
   siendo hoja, rama, raíz y esperanza.

        Te espero en la risa y el llanto,
        en la suerte y la maldición,
        parado en la estación del autobús
        que sigue su recorrido sin saber
        que no me lleva a ti.

             Te espero en mi habitación
              forrada de tu recuerdo,
             no importa el color ni la forma
             porque yo te quiero de igual manera.

  Te espero donde sea,
  no importa el idioma ni el horario,
  te espero en la vela de ese barco,
  en el ala de ese avión.

                Te espero donde siempre,
                 caminando en el sendero escondido,
                 donde te encontré por pura suerte
                o será que el destino nos esperó.

                                                                                                                 FABO

miércoles, 20 de agosto de 2014

Me gusta mirarte...

Me gusta mirarte,
de pie y acostada,
delante de la vida,
a mi lado
y frente a tus temores.

     Me gusta mirarte altiva,
     con tu rostro por lo alto
     aventando sonrisas como flores
     que llenan los jarrones más vacíos.

 Me gusta mirarte,
 en cada paso que doy por la calle,
 mirarte en el reflejo de los aparadores,
 en las fotos de colores,
 en los anuncios que hablan de todo, hasta de ti.

       Me gusta mirarte en la penumbra,
       donde nos miramos fijamente
       y te miro radiante y delicada
       como el vuelo de una mariposa nocturna.

  Me gusta mirarte decidida,
  y que no le temas a nada,
  que la fortaleza que llevas en tu mirada
  es en la que cimiento la mía.

         Me gusta mirarte cansada,
         porque es sinónimo de que el mundo
         hoy no pudo contigo,
         y yo me recuesto a tu lado
         cansado pero feliz, por mirarte.

  Me gusta mirarte y que me mires,
  que nos reconozcamos de inmediato
  sin temor a equivocarnos,
  que nos miremos por un instante o un largo tiempo.

         Me gusta mirarte,
         como me gusta encontrarte sin pensarlo,
          como me gusta saborear mi comida a tu lado,
            como me gusta discutir por nimiedades,
                pero de todo, 
                    mirarte es lo qué más me gusta.

                                                                                                                    FABO

lunes, 18 de agosto de 2014

Mi locura...

Hoy me acuso de locura,
me declaro en favor de la necedad de amarte
donde todos mis sentidos se pierden
y el mundo se transforma
en todo lo que no es,
en todo lo que debe ser.

      Aseguro que mi locura es incurable,
      no existe método ni tratamiento
      que me cure de ti,
      pues todo lo he intentado
      y nada logra que mi locura de ti se ausente.

          Me quedo observando los peces en el aire
          revoloteando sus hermosas colas de colores por las nubes
          y puedo ver tu rostro claro en ese arcoiris que forman sin quererlo,
          porque eres naturaleza en su estado más puro.

  Me bebo el sol de un trago
  y mojo mis pies en el refrescante fuego de tu piel nocturna,
  entonces me siento vivo para amarte
  o será que te amo para sentirme vivo.

        Nadie me entiende cuando les digo que te quiero,
        tal vez sea que el lenguaje del amor solo es para oídos dementes,
        será que la prudencia del mundo nos tiene donde estamos,
        será que faltan más lunáticos enamorados que cuerdos en guerras.

   A fin de cuentas, me pongo a caminar por las estrellas,
   y sigo su camino hasta la alcoba de tu sonrisa,
   me siento en tu lengua y hablas de mi
   y yo te escucho entre tu aliento de menta.

          No entiendo ni quiero hacerlo,
          sólo siento que te amo,
          ya he dejado atrás el temor y la zozobra,
          pues la locura me da valor y coraje para hacerlo.

 Me iré a dormir con los ojos abiertos
 para mirarte bailar en la olas de las arenas cambiantes,
 para no perder ni un detalle de ti escondida
 en las gotas que llueven de los árboles,
 para amarte en mi continua locura,
 antes de que algo me arranque la vida
 y termine completamente cuerdo.

                                                                                                      FABO
         


       

viernes, 15 de agosto de 2014

Cuéntame un cuento...

Recostados, viendo el cielo, ella me pidió que le contara un cuento; la verdad es que no sé muchos, y los que sé son los más conocidos por todos, así que comencé: "No había una vez, sino muchas, que las nubes bailaban y giraban dentro de un gran salón azul, en ellas se formaban las figuras del universo, desde peces hasta aves, desde rocas hasta estrellas. Todas podían cambiar de forma a su antojo y ser cualquier cosa que quisieran, pero existió una que encontró la forma perfecta, un figura tan bella que la portaba diario y todo el tiempo, las demás nubes pensaban que era extraño que no decidiera cambiar siendo que tenía un universo de posibilidades de ser lo que quisiera, pero ella decidió ser así, por las mañanas se levantaba y estiraba sus brazos, durante el día bailaba y sentía como la música que salía de las cuerdas en formas de rayos de sol llenaban su esencia y la hacían sentirse única. Durante la noche se recostaba cerca de la luna cubriéndose con un manto de estrellas que con su fulgor le brindaban ese calor reconfortante. Sucede que un día de lluvia, ésta nube decidió deshacerse poco a poco para llegar a la tierra, pues veía que había tanto por descubrir que no podía quedarse sólo en éste lugar, por más hermoso que fuera; es así que después de volverse agua observó a su alrededor, buscando alguna forma que le gustará y convertirse en ella, sin embargo, no encontró nada que le gustase así que tomó la forma que solía llevar cuando aún era nube, sabiendo que ahora sí, jamás podría adoptar otra forma diferente, se levantó lentamente y camino por el bosque. Un hombre que pasaba por ahí la observo y no pudo evitar amarla, así a primer vista; tuvo esa sensación de caer en un abismo, esa que se siente en el estómago, y su corazón palpitó rápidamente esparciendo esa emoción por todo su cuerpo, se sintió vivo por fin, dándose cuenta que había encontrado la causa de su existencia, se acercó lentamente y le hablo al oído, ella giro su rostro suave y lo miró fijamente, para ella ese sentimiento era algo nuevo y hasta cierto punto le atemorizaba un poco, pero no podía evitar sentirse de esa manera. No cruzaron ni una palabra pero hablaron por un instante desde lo más profundo de su ser. Ella se levantó y lo tomó de la mano, llegaron a un lugar abierto donde el cielo se miraba claro y profundo; se recostaron y mirando sus rostros tan cerca, ella le pidió que le contara un cuento."

                                                                                                                         FABO

Ya no viene....

Cuántas lunas me quedan por soñarla,
porque mis noches se vuelven días
y mis días se vuelven nada,
cuando no miro su reflejo en el horizonte.

      Quisiera decirle que la quiero,
       sólo por las ganas de sentir mi corazón desbocado
       cuando suelto esas palabras,
       que bajan como ríos por cascadas.

              Y usted que se esconde en un olvido
               y yo que no la olvido aunque lo busque,
               pero he notado que el sol siempre brilla
               aunque esté detrás de las densas nubes.

  Quisiera hablarle de mis sueños,
   pero si lo hiciera,
   sería porque estoy inmerso
   en el sueño de tenerla a mi lado.

        Hoy no me mata ya el recuerdo,
        al contrario,
        me recuerda que la vida esta llena de ellos
        aunque unos sean más ingratos que otros.

Qué será de usted sin mi,
si yo he dejado de ser yo, si no estoy a su lado,
qué me queda por hacer,
sino buscar ser sin usted, aunque eso no me baste.

           Ya vendra una mañana y una tarde,
            ya vendra un año y un lustro
            ya vendra la vida con su paso imparable
            pero usted,
            ya no viene.

                                                                                                                      FABO

jueves, 14 de agosto de 2014

Sin despedidas...

"Hoy me he dado cuenta que usted y yo, no compartimos más los mismos sueños ni el mismo espacio, he notado que sus paso se alejan cada vez más y los míos por más que tratan de alcanzarla se pierden en el vacío de la noche donde su luz no se encuentra por ningún lado. Es por esto que he decidido dedicarle éstas últimas lineas, ya que mi voz no alcanza su oído y mucho menos mis gestos o mi sonrisa o mi mirada, o las ganas de estar con usted; así que espero que por lo menos éste escrito logre hacer lo que yo no he podido, plasmarse en su mirada, y que a cada palabra le siga el tono de mi voz en su mente, así por un momento estaré en usted como hace tiempo, y me sentiré afortunado porque me recordará, no sé si con gusto o no, pero a fin de cuentas me recordará. He querido preguntarle tantas cosas, sin embargo ahora ya todo carece de sentido, ya no importan más las respuestas pues a su vez, las preguntas han perdido todo su valor; no sé si eso sea bueno o no, tal vez simplemente nunca nos pertenecimos el uno al otro; o puede ser que nos hayamos pertenecido por un breve espacio en el tiempo en el que ambos nos sentimos vivos. He pensado que la lejanía no es lo que realmente nos ha separado, sino la mismas ganas de hacerlo, tal vez fueron mis ocupaciones o las suyas, aunque de verdad le digo que siempre busqué ocuparme de usted, y usted que no lo notaba, pero nada de eso importa ya. Quiero aprovechar estas últimas palabras que le dirijo para decirle que la he querido de verdad, que le agradezco haber sido musa, causa, pretexto y razón, de todo cuanto hice desde que tuve la fortuna de conocerla; ahora no le digo adiós ni hasta pronto, sólo le digo que espero que la vida, con su continuo juego de azar, nos lleve al punto donde debemos estar, aunque de ser sincero, a usted siempre la llevaré conmigo." Al terminar el breve escrito, colocó la pluma a un lado, sopló sobre las palabras aún frescas como tratando de imprimirle su alma y su conciencia, para que al ser leídas realmente demostraran el propósito por el que fueron escritas. Se levantó del escritorio y se miró al espejo, había logrado no perder la compostura y eso le hacía sentir orgulloso de sí mismo, no era la mejor manera por la cual le hubiera gustado despedirse, pero sí era su única opción. Acomodó el nudo de la corbata, tomó las maletas y se dirigió a la puerta. Hacía mucho tiempo que ella había dejado de buscarlo, hacía tiempo que él había perdido la esperanza de encontrarla. Salió por la puerta y buscó las llaves para cerrarla, justo en ese momento escucho detrás de él "¿sale usted de viaje" con el matiz de esa voz que tantas veces soñó con escuchar, giró y la observó tan linda como la última vez que había podido mirar sus grandes ojos negros, "Así es" contestó tranquilo y serio, "Sucede que quería tener algunas palabras con usted" le dijo poniendo una cara entre nerviosa y triste. Él la miró fijamente por un segundo que sintió como una eternidad, "Yo también" le dijo al estirar la mano con la carta "aquí esta todo", ella tomo el escrito entre sus manos, él la beso tiernamente en la mejilla, tomó sus maletas y subió al coche con la vista siempre hacia adelante.

                                                                                                                           FABO 

lunes, 11 de agosto de 2014

No recuerdo...

Ya no la recuerdo, es cierto,
y cómo recordar sus grandes ojos negros
si ya no los tengo presentes todo el tiempo.

       Ya olvide su pequeña figura 
        y su sonrisa coqueta,
        he dejado atrás su cuerpo hermoso,
        como hermosa era ella.

   No recuerdo su voz de niña,
   ni sus enojos, ni sus berrinches,
   no recuerdo su aroma dulce
   y sus manos frías.

         He olvidado su cabello lacio,
         y sus labios rosas,
         el recuerdo de sus pequeños pasos
         no ronda más por mi habitación.

   No recuerdo el primer beso 
   ni el último,
   ni los tantos repartidos entre ambos.

            Ya no me pesa su cuerpo en otros brazos,
            no me inmutan sus palabras suaves flotando por la vida
           que no es la mía,
            ya sus ganas de ser amada no me afligen
            y mucho menos las ganas de abrazarla.

  Claramente se nota
  que no la recuerdo para nada,
  claramente me recuerdo,
  que ya no debo recordarla.

                                                                                                            FABO

martes, 5 de agosto de 2014

Intercambio...

Me he dado cuenta
de tantas cosas que quiero de ti
y de tantas que puedo darte.

     Así que para complementarnos,
     te propongo un intercambio,
     que sea justo, por supuesto,
     negociemos nuestro muto acuerdo.

  Para comenzar ¿qué pides por tu sonrisa?,
  yo pongo en la mesa mis manos para sostenerte,
  mis domingos abrazados y las tonterías que a veces digo,
  sólo para que me muestres esa alegría.

        ¿Y por tu mirada?,
        qué te parecen mis noches en vela por pensarte,
         mis pensamientos más profundos y las ganas de besarte,
         si aún es poco, te doy mis sueños, dormido y despierto;
         ya para cerrarlo, te doy mis esperanzas contigo.

  Sigamos con tus labios,
  esos creo, que sí son algo caros,
  mi oferta comienza con caminar lado a lado
  de la mano y paso a paso,
  te dejo mi esfuerzo y mi trabajo,
  te dejo mis besos de cada día
  junto con los "te quiero" que al unísono diremos antes de dormir.

        Ahora, ya para terminar, me pongo de oferta,
        ¿te parece?, te doy todo cuanto soy y cuanto tengo,
        en la garantía viene que no soy nada fácil, es verdad,
        pero te quiero con el alma y eso lo compensa todo,
        así que me entrego sin medidas ni reservas,
        sólo te pido a cambio, 
        que a diario me des los "buenos días"
        sintiendo tus pies fríos en el calor de nuestras sábanas.

                                                                                                                 FABO 
     

lunes, 4 de agosto de 2014

Tu estático recuerdo...

Hoy me encuentro buscándote en mis recuerdos
y te escondes en la fina capa de mi memoria,
y al no encontrarte,
termino perdiéndome en mil historias,
pero ninguna es la tuya.

       Ya se apaga la vela
        y con ella se consume la nostalgia,
        tu aroma se disipa en el ambiente,
        mientras el reloj sigue su marcha.

   Nuestras bocas ya no se sienten unidas,
   como alguna vez se sentían,
   a pesar de la lejanía,
   pero eso no sucede más.

          Yo no tengo ni reproches ni nada,
           qué puedo decirte sino es que te quiero,
           sin embargo decido dejarlo para después
           aunque ese después no llegue.

   Hemos cantado y reído,
   hemos hablado de cosas insulsas y de nosotros,
   te he dicho lo hermosa que te encuentras y te encuentro,
   pero no dices nada más y con ello, las ganas de hablarte
  se me escapan.

        Hoy me propuse dejar tu recuerdo para después,
        para un día con más calma,
        o una noche más cálida,
        o para mañana o para un año,
        a decir verdad no sé cuándo lo retome.

Tal vez ya tu recuerdo me ha gastado las ganas,
y me ha dejado cansado,
así que me voy a buscar recuerdos nuevos,
mientras a ti te dejo en ese lugar tan especial,
sin embargo, sólo ahí permanecerás.

                                                                                                               FABO