Todo comienza con tu resplandor,
con la luz que emanas desde lo más profundo de tu ser
donde el universo entero explota
y renueva la vida a cada instante.
Continua con el candor de tu cuerpo,
con los ríos que surcan tu interior,
llevando con ellos barcos de esperanza
entre el oleaje de la inmensidad de tu espíritu.
Sigue con la fuerza de tu mirada,
que impone pero es base de todo,
es donde el mundo camina erguido
teniendo un lugar en el milagro de tu ser.
Todo termina con tu partida,
dejándolo tras de ti, dejándote a ti misma,
convirtiendo ese nuevo mundo en algo inverosímil
esperando que algún día
todo comience con tu resplandor.
FABO