Hoy me acuso de locura,
me declaro en favor de la necedad de amarte
donde todos mis sentidos se pierden
y el mundo se transforma
en todo lo que no es,
en todo lo que debe ser.
Aseguro que mi locura es incurable,
no existe método ni tratamiento
que me cure de ti,
pues todo lo he intentado
y nada logra que mi locura de ti se ausente.
Me quedo observando los peces en el aire
revoloteando sus hermosas colas de colores por las nubes
y puedo ver tu rostro claro en ese arcoiris que forman sin quererlo,
porque eres naturaleza en su estado más puro.
Me bebo el sol de un trago
y mojo mis pies en el refrescante fuego de tu piel nocturna,
entonces me siento vivo para amarte
o será que te amo para sentirme vivo.
Nadie me entiende cuando les digo que te quiero,
tal vez sea que el lenguaje del amor solo es para oídos dementes,
será que la prudencia del mundo nos tiene donde estamos,
será que faltan más lunáticos enamorados que cuerdos en guerras.
A fin de cuentas, me pongo a caminar por las estrellas,
y sigo su camino hasta la alcoba de tu sonrisa,
me siento en tu lengua y hablas de mi
y yo te escucho entre tu aliento de menta.
No entiendo ni quiero hacerlo,
sólo siento que te amo,
ya he dejado atrás el temor y la zozobra,
pues la locura me da valor y coraje para hacerlo.
Me iré a dormir con los ojos abiertos
para mirarte bailar en la olas de las arenas cambiantes,
para no perder ni un detalle de ti escondida
en las gotas que llueven de los árboles,
para amarte en mi continua locura,
antes de que algo me arranque la vida
y termine completamente cuerdo.
FABO