miércoles, 13 de noviembre de 2013

Carta desde Praga...

Hoy te escribo desde Praga, la bella, la que tiene las casas antiguas de techos rojos, con aires de ciudad que se quedó en el pasado, un pasado bohemio y tangible en cada paso que se da sobre sus empedradas calles, donde el viento frío golpea y te hace darte cuenta del calor que llevas por dentro, en Praga las horas pasan lentas pero el día termina rápido, la noche se presenta sin que lo notes, así como tu recuerdo que me llega cuando menos me lo espero pero cuando más lo necesito. Por las noches las farolas alumbran tenuemente los edificios de columnas adornadas con esculturas que parecen respirar, yo las veo esperando que me hablen, algo así me pasa cada que doblo una esquina y espero encontrarte, tan linda como siempre, tan mía como nunca. El río Moldava pasa por frente a mí con sus aguas obscuras, lleno de cisnes y patos salvajes, me gustaría que estuvieras aquí para ver el espectáculo del atardecer con el castillo de fondo, estoy seguro que te encantaría verlo y a mi verte. Praga en verdad es bella, con la nostalgia que lo llena todo y me recuerda a la mía, creo que nos entendimos y nos terminamos queriendo, tal como nos pasó a nosotros, porque tal vez no lo recuerdes y si lo haces de todos modos no importa, para mí siempre es un buen momento para decirte que te quiero.
                                                                                                                                             FABO

1 comentario:

Laizita dijo...

Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida...