Un viaje siempre representa un cambio, es conocer todo aquello que no hemos visto y por fin sentirlo por nosotros mismos, nos dará conocimiento sobre el mundo y sobre lo que nosotros pensamos de nosotros; es ampliar horizontes para transformar perspectivas siendo nosotros el objeto de cambio. El viaje no solo es recorrer una larga distancia sino quedar inmerso en una situación completamente distinta a nuestro vivir cotidiano, no importa si se va cerca o lejos, siempre las cosas cambian, desde el paisaje hasta las personas; y a pesar de permitir que los viajes nos transformen, es imprescindible saber quien soy y de donde provengo, dejando nuestra esencia intacta, seamos siempre nosotros mismos donde quiera que estemos, que entonces la vida nos dará la guía para mejorar sin que lo notemos.
FABO