Decidí emprender un viaje para conocer el mundo y conocerme a mí mismo, si es que realmente eso puede suceder. Caminando me encontré con un río, lo seguí y de repente lo escuche hablar, primero tenue y débil casi un susurro imperceptible, después con una voz fuerte, clara y profunda, era una cascada. Me detuve frente a ella y escuchaba lo que decía entre el gran estruendo que acompañaba su voz, me dijo: "la vida corre y sigue, cada experiencia, cada recuerdo, cada dolor, cada triunfo va llenando las aguas de tu río, así tu cauce va creciendo más y más, habrá época de sequías y tu río puede llegar a ser pequeño, sin embargo no lo dejes secar, que los sentimientos siempre están ahí a pesar de no darnos cuenta, habrá época de lluvias y entonces tu río se volverá imponente y fuerte, pero ten cuidado de no desbordarlo, que sentir poco es tan malo como sentir demasiado, recuerda que es tu río el que lleva vida a tu alrededor y a ti mismo, así que mantén el balance y el equilibrio que la naturaleza marca y así convierte tu vida en vida y vuélvete eterno en un mar donde todos los ríos se funden." cerré los ojos agradeciendo su sabiduría desde lo más profundo de mi ser y seguí mi camino...
FABO
1 comentario:
"Nacemos tristes y morimos tristes, pero en el entretiempo amamos cuerpos cuya triste belleza es un milagro"
MB
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