Creces, como un árbol,
bajo el sol y la lluvia,
solo que tú creces por dentro
con la fuerza de la vida.
Estiras tus ramas
y todo lo alcanzas
con tu actitud de roble
y con tu belleza de durazno.
Tienes raíces fuertes,
lo sé,
porque has aguantado tempestades
y siempre sigues en pie.
Yo te miro y admiro,
porque te extiendes por los cielos,
rasguñas las nubes con tus dedos
y la vida crece dentro de ti.
Siempre firme,
inalterable,
pero rodeada de una vida
que das sin motivos
sólo por el simple hecho de existir.
Eres árbol que da vida,
eres vida que me da vida
y yo sólo quisiera
ser la última hoja
de tu rama más alta.
FABO