Seguí cuesta abajo dejando atrás el río, para adentrarme en un bosque con grandes árboles que dejaban filtrar sólo algunos haces de luz tenue pero cálida, era un panorama hermoso de distintas tonalidades de verdes y grises, miré hacia el cielo fascinado por aquel espectáculo mientras seguía mi camino, de repente tropecé con una roca; me quede sentado ahí viéndola mientras trataba de mitigar el intenso dolor de mi pierna frotándola con mis manos, de pronto, desde el interior de la roca se escuchó una voz firme y severa "En la vida hay que fijarnos por donde caminamos, claro que mientras pasamos la misma vida es un espectáculo que debemos de admirar y reconocer, sin embargo, esto no debe de distraernos de nuestro camino, porque es fácil perdernos y más cuando no tenemos aún fijo nuestro destino, si eso llega a suceder podemos herir a quien ni siquiera conocemos y realmente lastimar a quienes nos conocen de verdad. Debemos de ser firmes y sujetos a la tierra, pero sin perder de vista el cielo; las aspiraciones no son malas pero deben de ser racionales, para que puedas seguirlas y sentirte realizado, trabaja tu propia roca, se tú por el simple hecho de que te gusta serlo". Me levante aún con un poco de dolor, pero entendí que esto es así, hay que seguir caminando aunque el dolor aún nos acompañe...
FABO
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