sentirás el viento jugar con tu cabello
y frotarás tus manos para despertarlas
porque no tienes con qué frotar tu alma.
Te mirarás al espejo y verás tus grandes ojos negros,
pintaras tus labios de ese rojo intenso
como intenso es todo lo que sientes
y tomarás rumbo firme sin saber a donde.
Pasarás por ese café de siempre,
esta vez sin pedir nada,
tal vez soltaras un suspiro
y darás la media vuelta.
Sentirás esa calma inquieta
que te hace sonreír a todo
conteniendo el aliento
para que las lágrimas no broten como fuente.
Pensarás en que al día le falta algo,
ya ni siquiera para estar completo,
sino para que simplemente sea soportable,
porque no te sentirás ni tú misma.
Regresarás a casa,
la noche llegara casi de puntillas y sigilosa
tal vez ni la notaras
porque tu mente está en otra parte.
Serás lo que eres a pesar de negarlo
y te derramarás sobre el colchón
al que te aferras como barca en tormenta
para sobrevivir otra noche como éstas.
Te levantaras de pronto
y llegará a tu mente esa imagen mía recargado
en el umbral de la puerta, a punto de besarte,
lo entenderás todo cuando ya sea muy tarde,
y entonces... recordarás.
FABO