La calle vibra con el sonido del recuerdo
que lo llena todo de tu dulce voz
y que deleita a los oídos
inmersa en sonidos de siempre.
Suena una guitarra con el viento
y una voz en lengua extranjera
que me dice "que bonic" y llegas a mi mente,
porque yo pienso lo mismo.
Recorro la ciudad a ojos cerrados
porque, como me sucede contigo,
conozco cada rincón
por donde he pasado mis manos
y no dejo de pensar "que bonic".
Sigo caminando en el asfalto
lleno de flores violetas
y quiero mostrártelo aunque no estés conmigo
por eso comienzo a cantar la canción de tu nombre.
El día es extraño con tu ausencia repartida
en mis manos y en mi mirada
pero no en mi pensamiento,
a veces creo que recorrí el mundo
sólo para encontrarte al cruzar la puerta.
Me gustan las memorias que me guardan contigo
donde el mar se junta con la costa de tu olvido,
recuerdo recorrer ese lugar con mi abrigo
y las ganas de verte, para mantener el calor.
Quisiera volver algún día,
hacia ambos lados,
regresar a tu mente y corazón
mientras volvemos a ese pasaje hacia al mar
y estando ahí, ambos decir "que bonic".
FABO