Cae la noche y con ella
cae el vestido sobre tus hombros,
por fin sale la luna
asomando tu sonrisa.
A media luz te encuentro a cuerpo completo,
a media luz te vez bella como un espejismo,
no sé si te sueño o ya he muerto
pero en este momento no me importa.
Mis manos recorren tu piel suave
perdiéndose entre la geografía del paraíso,
dibujando trazos en un mármol perfecto
reconociendo la belleza oculta de tu esencia.
Respiro y vuelvo a respirar
el perfume que emana de tu piel salina,
escucho el fragor de tu respiración agitada
que agita mi mundo aún más.
Una tenue sonrisa se dibuja en tu rostro,
y en tus ojos nace el fulgor del fuego ardiente,
eres sol, luna y cielo,
todo en una misma, todo a un mismo tiempo.
Tus manos se funden en mi espalda
y siento que me nacen alas,
eres diosa de mi propia mitología
y ésta es mi manera de adorarte.
Tu vientre plano se contrae,
giras tu rostro y se marca tu cuello,
tus manos me sujetan con firmeza
y tu espíritu se va sin vacilar.
Yo me voy contigo a un mundo etéreo
me voy a buscarte para aferrarme de tus labios,
la luna sigue y todo sigue a media luz
mientras ambos nos fuimos un instante,
sólo para seguirnos una eternidad.
FABO