Sus ojos se posaron sobre la presa,
se notaba tranquila y relajada,
"presa fácil" pensó con malicia,
mientras el mundo le pasaba de largo
como largo era el camino hacia ella.
Se acerco un paso entre la hierba
y el suave crujir de la hojarasca
delato su presencia
furtiva y oculta.
El cazador se quedó inmóvil
como estatua hecha de madera
una gota de sudor resbalaba por su cuello
y su corazón latía a rienda suelta.
La presa se acercó lentamente
a paso firme pero cauto,
buscaba a quien sentía oculto
entre los árboles y la tierra.
Giró su cabeza levemente
y sus miradas justamente se cruzaron
se quedaron observando largamente,
sintió el cazador que era cazado.
La presa se acercó hasta sentir su tibio aroma,
el cazador soltó el arma cayendo de rodillas,
era algo que nunca se hubiera imaginado,
el cazador había sido cazado por su presa.
FABO
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