Yo yo qué iba a saber
que te convertirías en los ojos de mis mañanas,
en las sonrisas de mis noches
y en el amor de mi vida.
Yo qué iba a saber que al verte
el mundo se detendría
mientras mi corazón se aceleraba
pensando que había muerto viendo tu reflejo en mis pupilas.
Yo qué iba a saber
que al besarte la vida cobraría un nuevo sentido,
que yo no podría renacer si no es en tus manos,
que no podría soñar si no era en tu cuerpo tibio.
Yo qué iba a saber
que existirías en el mundo
y que mi mundo existiría
el momento de encontrarte.
Yo qué iba a saber
que tu ausencia me dolería
y tu lejanía me mataría,
que eras todo de todo, todo el tiempo.
Yo qué iba a saber
que tú lo notarías,
que nuestras vidas se reunirían en algún punto
y yo no estaría preparado para recibir tal regalo.
Yo qué iba a saber...
sin embargo ahora lo sé todo,
porque me he convertido en adivino
que lee su propio futuro en tu mirada.
FABO
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