Sigo unos pasos
que me están llevando a ninguna parte,
es un camino sin trazo ni guía
y yo camino ciegamente.
No espero nada
porque es entonces que todo te sorprende,
como tu llegada por la noche
y tu partida al amanecer.
Dejé ideas y juramentos,
estuve a instantes de olvidarte,
a solo unos minutos de seguir
y llegaste entonces
como lluvia en el desierto.
No sabía que te extrañaba
hasta encontrarte entre mis brazos,
no sabía que me extrañabas
hasta que tus labios buscaron
sus palabras en los míos.
No podía esperar más
y corrí sin saber a dónde
mis pies dejaron de tocar el piso,
fue entonces que me dí cuenta
que eres tu quien me da alas.
Es una pena que te vayas siempre,
si te quedaras un poco más esta vez
si me dejaras darte todo por más tiempo,
si no dejaras un lugar reservado con tu sonrisa.
Me has regalado todo aquello
que me hacía falta
y yo me quedo con tanto
que quisiera entregarte.
Traté de juntar cada pieza de este amor,
sin embargo me falta la más importante,
esa que llevas contigo todo el tiempo
y que por más que intento
no logro conseguirla.
FABO
martes, 9 de junio de 2015
sábado, 30 de mayo de 2015
Toda una vida...
"Toda una vida me estaría contigo, no me importa en qué forma ni dónde ni cómo... pero junto a ti...", y así sonaba la canción flotando entre las notas de tres guitarras y tres voces que me daban el cobijo de su alivio que entraba por mis oídos y descansaba en mi alma, aunado a ello se encontraba la calma de un ron y la necesidad desesperada de tenerte entre mis brazos. Soñaba con las caricias de tus manos suaves y el murmullo de tu voz algo ronca, con los labios rojos llenos de besos por darnos, con tu cabello negro largo y suave, con tu aroma a flores y a frutas, con tu mirada profunda con tantas palabras atrapadas que no mencionarás, con esa necesidad de querer que te quiera y con la necedad de no pedirlo. Pensaba en las noches en vela en las que te he amado entre las sombras y las luces que provocan las chispas de un amor a la lejanía, o tal vez solo era la medianoche que me dejaba precisamente así, a medias, ni contigo ni conmigo; esa mitad que me das y me hace falta, con esa mitad que te doy y no terminas de tomar por completo. "Toda una vida..." pensé mientras sentía descender por mi garganta el sabor dulzón y helado del vaso medio vacío, o medio lleno dirían los optimistas, pero de ser sincero el optimismo se me escapaba en cada sorbo, en cada respiración, en cada instante que no pasaba a tu lado; ¿Qué eres en mi vida? me lo he preguntado tantas veces, y he llegado a dos conclusiones tan exactas y contradictorias que he entendido que son certeras porque son como tú y yo... en mi vida tú lo eres todo... en mi vida no eres nada... y te juro que no me atrevo a preguntarte lo mismo, porque puede que la respuesta sea algo que yo ansío y algo que tú no esperas, entonces saldrás huyendo y no me alcanzaría la vida para encontrarte. Junto a ti las penas son más grandes, no te miento, pero es por ello que te quiero, porque tú haces que la vida tenga sentido, porque sin ti nada importa y nada es necesario, porque tú eres aire, sol, agua y poesía; y ambos sabemos que sin ninguna de ellas es posible la vida. Así que me declaro habitante de tu universo, inconstante y efímero, ese lugar donde sé que habito, donde sé que tú me quieres y quisieras estar a mí lado, pero a veces pienso que me quieres más a la distancia tomando sólo momentos necesarios de mí, como el riego que se le da una vez por semana a una flor, tal vez más te inundaría y terminarías matando ese recuerdo que tienes de mí, tal vez menos secaría esa necesidad de estar conmigo, así que sólo me tomas en las cantidades que consideras necesarias pero... ¿y yo dónde quedo?, a mí quién me da lo necesario para vivir, si el alimento del alama no es tu recuerdo, ese es el que alimenta mis manos para escribirte y mi ser para adorarte; sino que es tu presencia ese alimento diario que necesito para vivir, y no he dicho sobrevivir, porque eso lo hago todo el tiempo que no estoy contigo... de verdad te digo vivir, la dicha de sentir la sangre recorrer mi cuerpo, sentir el aire helado o la lluvia refrescante; el hecho de sentirse vivo y sin miedo a la muerte, ¿por qué temerle si el único miedo verdadero que enfrento es el no tenerte a mi lado por los años que me queden?, así que me río frente a la los problemas mundanos del dinero y la sociedad, para mí la sociedad más importante es aquella en la que nos tomamos de las manos y somos nosotros. Así que amada mía no me queda más que seguir pensando en ti y esperar paciente tu regreso y mientras eso sucede me quedaré sentado frente a la fuente, con la necesidad desesperada de tenerte entre mis brazos, con la calma de un ron, con tres guitarras y tres voces que me dan el cobijo de su alivio que entra por mis oídos y descansa en mi alama entre notas de una canción que flota en el aire y suena "Toda una vida me estaría contigo, no me importa en qué forma ni dónde ni cómo... pero junto a ti..."
FABO
martes, 26 de mayo de 2015
Mi guitarra...
A veces me da por tomar mi guitarra,
quedando asido a su ceñida cintura
y conforme la rodeo con mis brazos,
pienso en ti.
Será que su melodía me recuerda
cuando tu sonrisa llena mis silencios
o tal vez sea que el sonido lo llena todo
y tu lo haces del mismo modo.
Comienzo con el primer acorde
y es como darte los buenos días,
sigue el segundo, el tercero....
y llegan los besos suaves a mis labios
cuando canto la primera estrofa.
Cierro los ojos,
para tocar cada pisada no necesito ver los trastes,
es como acariciar cada parte de tu cuerpo,
para eso llevo el mapa impreso
en lo más profundo de mis sueños.
Sigue el coro,
y yo lo grito,
esperando que llegue a tus oídos
ésta serenata a la distancia.
Es tarde ya
y yo canto una vez más
la misma melodía,
como sólo una vez más
quisiera decirte cuánto te quiero.
La angustia se apodera de mi,
cuando veo que todo está por terminar,
una vuelta más, Dios yo te pido,
un compás y nada más.
Ya mis manos se sienten cansadas
con las yemas de los dedos punzando,
y créeme que no culpo a las cuerdas
sino a las ganas de acariciarte.
De nuevo a dormir al estuche,
de nuevo a no dormir en la cama,
de nuevo a extrañarte como cada noche,
como cada noche
te extraña mi guitarra.
FABO
quedando asido a su ceñida cintura
y conforme la rodeo con mis brazos,
pienso en ti.
Será que su melodía me recuerda
cuando tu sonrisa llena mis silencios
o tal vez sea que el sonido lo llena todo
y tu lo haces del mismo modo.
Comienzo con el primer acorde
y es como darte los buenos días,
sigue el segundo, el tercero....
y llegan los besos suaves a mis labios
cuando canto la primera estrofa.
Cierro los ojos,
para tocar cada pisada no necesito ver los trastes,
es como acariciar cada parte de tu cuerpo,
para eso llevo el mapa impreso
en lo más profundo de mis sueños.
Sigue el coro,
y yo lo grito,
esperando que llegue a tus oídos
ésta serenata a la distancia.
Es tarde ya
y yo canto una vez más
la misma melodía,
como sólo una vez más
quisiera decirte cuánto te quiero.
La angustia se apodera de mi,
cuando veo que todo está por terminar,
una vuelta más, Dios yo te pido,
un compás y nada más.
Ya mis manos se sienten cansadas
con las yemas de los dedos punzando,
y créeme que no culpo a las cuerdas
sino a las ganas de acariciarte.
De nuevo a dormir al estuche,
de nuevo a no dormir en la cama,
de nuevo a extrañarte como cada noche,
como cada noche
te extraña mi guitarra.
FABO
domingo, 17 de mayo de 2015
Entre tu soledad y la mía...
Entre tu soledad y la mía
¿Con cuál me quedo?
si ambas son amigas de antaño
que se presentan
con su frío abrazo
y si hipócrita sonrisa.
Tu soledad me quiere
y me parece sincera,
siempre me buscas con ella
como si a mi lado
no pudieran estar una sin la otra.
Mi soledad es más austera,
se queda y me mira con desgana,
no me anima a buscarte
porque a veces contigo
ella se siente incómoda.
Tu soledad te lleva,
te motiva,
te convence
y al final se queda,
pareciera que siempre encontrara pretextos
para postergar su ansiado viaje.
Mi soledad es caprichosa y voluble,
a veces se va
y yo la busco
en la mirada de alguien más
en los brazos de alguien más
en la soledad de alguien más.
Entonces...
entre tu soledad y la mía
prefiero no tomar partido,
me voy por un rato
para dejarlas así...
completamente solas.
FABO
¿Con cuál me quedo?
si ambas son amigas de antaño
que se presentan
con su frío abrazo
y si hipócrita sonrisa.
Tu soledad me quiere
y me parece sincera,
siempre me buscas con ella
como si a mi lado
no pudieran estar una sin la otra.
Mi soledad es más austera,
se queda y me mira con desgana,
no me anima a buscarte
porque a veces contigo
ella se siente incómoda.
Tu soledad te lleva,
te motiva,
te convence
y al final se queda,
pareciera que siempre encontrara pretextos
para postergar su ansiado viaje.
Mi soledad es caprichosa y voluble,
a veces se va
y yo la busco
en la mirada de alguien más
en los brazos de alguien más
en la soledad de alguien más.
Entonces...
entre tu soledad y la mía
prefiero no tomar partido,
me voy por un rato
para dejarlas así...
completamente solas.
FABO
lunes, 11 de mayo de 2015
Salvémonos...
La noche se siente más obscura que nunca,
el silencio lo llena todo
y sólo el eco de mis pasos
me recuerda que aún respiro.
Camino a ninguna parte
con el recuerdo de tu perfume
aún clavado en todos mis sentidos,
embriagado de ti,
con esperanza de ti.
Siento como entro a la boca de un lobo,
sin embargo, no puedo detenerme,
y poco a poco se desvanece la bruma
de un recuerdo a punto de ser olvidado.
No puedo más,
estoy rendido y las fuerzas merman
como la esperanza de encontrarte
en mis manos vacías.
Cierro los ojos y te veo,
puedo escuchar tu suave voz
contar esas penas de antaño
mientras una lágrima recorre tu mejilla
exorcizando recuerdos de aquellos demonios.
Siento tu piel fría,
y la lluvia fina cae, pero no te toca,
sé que eres un sueño
y yo quiero dormir por siempre a tu lado.
Tu voz se quiebra
y yo estoy a punto de hacerlo,
siento rabia de imaginarte indefensa,
sin mí a tu lado, pero así fue.
No puedo más y abro los ojos,
la verdad no me sorprendo
al tenerte sentada a mi lado
con tu suéter claro y tu pantalón obscuro,
tal como eres tú,
tal como soy yo.
Te tomo entre mis brazos
y te digo que te quiero,
que alegría al tenerte así
pues la noche cobra su brillo natural
como es natural quererte.
Quédate a mi lado,
sálvame de todo,
hasta de mí,
porque contigo, no es que me sienta seguro,
es que de verdad lo estoy.
Déjame salvarte
extenderte mi mano,
sujétate fuerte
mientras yo te guío por un sendero
que nos llevará a donde pertenecemos.
Sálvame,
sálvate....
seamos ese paraíso
donde nadie pueda tocarnos.
Estemos aquí y ahora,
salvémonos hoy,
que juntos
nos daremos un mañana.
FABO
el silencio lo llena todo
y sólo el eco de mis pasos
me recuerda que aún respiro.
Camino a ninguna parte
con el recuerdo de tu perfume
aún clavado en todos mis sentidos,
embriagado de ti,
con esperanza de ti.
Siento como entro a la boca de un lobo,
sin embargo, no puedo detenerme,
y poco a poco se desvanece la bruma
de un recuerdo a punto de ser olvidado.
No puedo más,
estoy rendido y las fuerzas merman
como la esperanza de encontrarte
en mis manos vacías.
Cierro los ojos y te veo,
puedo escuchar tu suave voz
contar esas penas de antaño
mientras una lágrima recorre tu mejilla
exorcizando recuerdos de aquellos demonios.
Siento tu piel fría,
y la lluvia fina cae, pero no te toca,
sé que eres un sueño
y yo quiero dormir por siempre a tu lado.
Tu voz se quiebra
y yo estoy a punto de hacerlo,
siento rabia de imaginarte indefensa,
sin mí a tu lado, pero así fue.
No puedo más y abro los ojos,
la verdad no me sorprendo
al tenerte sentada a mi lado
con tu suéter claro y tu pantalón obscuro,
tal como eres tú,
tal como soy yo.
Te tomo entre mis brazos
y te digo que te quiero,
que alegría al tenerte así
pues la noche cobra su brillo natural
como es natural quererte.
Quédate a mi lado,
sálvame de todo,
hasta de mí,
porque contigo, no es que me sienta seguro,
es que de verdad lo estoy.
Déjame salvarte
extenderte mi mano,
sujétate fuerte
mientras yo te guío por un sendero
que nos llevará a donde pertenecemos.
Sálvame,
sálvate....
seamos ese paraíso
donde nadie pueda tocarnos.
Estemos aquí y ahora,
salvémonos hoy,
que juntos
nos daremos un mañana.
FABO
jueves, 7 de mayo de 2015
La estrella...
Y así de noche
me quede mirando esa estrella
que llena de ese mar en calma
se sentía absolutamente sola.
Estiré la mano y la tomé
suave,
cálida,
y radiante.
Quiero ser su protector,
pensé,
mientras ella adivinando
sonrío con inocencia.
La brisa nos llamó
pero decidimos no responder,
era nuestro momento en silencio
y eso es grande,
muy grande.
Jugamos a que yo era la noche
y ella me recorría
con sus rayos de plata
y su áureo candor.
Pero la mañana se asomaba
y sus ojos se cerraban
como niño cansado,
como viejo cansado.
Yo la arrulle cantando
y mis manos se volvieron lluvia,
entonces se disolvió junto con ellas.
Y no quedó más que irnos a soñar,
yo con estrellas en mis manos,
ella con mis manos que la rodean.
FABO
me quede mirando esa estrella
que llena de ese mar en calma
se sentía absolutamente sola.
Estiré la mano y la tomé
suave,
cálida,
y radiante.
Quiero ser su protector,
pensé,
mientras ella adivinando
sonrío con inocencia.
La brisa nos llamó
pero decidimos no responder,
era nuestro momento en silencio
y eso es grande,
muy grande.
Jugamos a que yo era la noche
y ella me recorría
con sus rayos de plata
y su áureo candor.
Pero la mañana se asomaba
y sus ojos se cerraban
como niño cansado,
como viejo cansado.
Yo la arrulle cantando
y mis manos se volvieron lluvia,
entonces se disolvió junto con ellas.
Y no quedó más que irnos a soñar,
yo con estrellas en mis manos,
ella con mis manos que la rodean.
FABO
miércoles, 6 de mayo de 2015
Sólo...
Nuestras historias no se contaban
de boca a oído,
se contaban de nostalgia
a esperanza.
No sonaban las campanas
porque el silencio nos llamaba
con más fuerza,
con más ímpetu.
No es que fuera desolación
o abandono,
era sencillamente
las ganas de estar sólo.
Pensé entonces
ya no más,
ya no más,
y tu respondiste "sólo un poco".
Cubriste de amor mi cuerpo
dejándome desnuda el alma
y por un instante, tan sólo eso,
fui feliz y pleno.
No puedo pedir
ni dar,
me siento en la zozobra
de entregarlo todo y recibirlo todo.
El mundo ya no teme,
sin embargo se oculta a plena vista
en el universo infinito
como infinita es tu mirada.
Me marcho,
inclino el sombrero y tomo el camino,
con cuidado o sin él
de todos modos
siempre he viajado sólo.
FABO
de boca a oído,
se contaban de nostalgia
a esperanza.
No sonaban las campanas
porque el silencio nos llamaba
con más fuerza,
con más ímpetu.
No es que fuera desolación
o abandono,
era sencillamente
las ganas de estar sólo.
Pensé entonces
ya no más,
ya no más,
y tu respondiste "sólo un poco".
Cubriste de amor mi cuerpo
dejándome desnuda el alma
y por un instante, tan sólo eso,
fui feliz y pleno.
No puedo pedir
ni dar,
me siento en la zozobra
de entregarlo todo y recibirlo todo.
El mundo ya no teme,
sin embargo se oculta a plena vista
en el universo infinito
como infinita es tu mirada.
Me marcho,
inclino el sombrero y tomo el camino,
con cuidado o sin él
de todos modos
siempre he viajado sólo.
FABO
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