Cuando la conocí,
sus ojos me hablaron desde lejos,
yo la vi con toda esa verdad sincera
con la que se hablan los extraños.
Ambos hablábamos otra lengua
y nos entendimos perfectamente,
reímos, cantamos, nos abrazamos
nos quisimos.
La noche nos olvidó y nos dejó seguir,
el amanecer nos encontró
por más que quisimos ocultarnos
y nos perdimos por las calles.
Al despertar, nos miramos,
esta vez sus ojos me hablaron de cerca,
su sonrisa asomaba la melancolía
de saber que era una despedida.
Nos dijimos te quiero,
cada uno en su idioma
pero ambos sentimos ese vacío
de decirlo para escucharlo por sólo esta vez.
A veces pienso en ella
y ella piensa en mi a veces,
lo sé porque cuando la recuerdo sonrío
y eso sólo pasa cuando el recuerdo es correspondido.
Algún día recibí noticias de ella,
desde su lejanía y con sencillez
me mandó sus recuerdos
y yo... le mande los míos.
FABO
viernes, 11 de abril de 2014
Despertar...
Hoy me desperté de tu sueño,
me sucedió mientras caminaba,
así de repente, sentí un golpe de realidad
donde me dí cuenta que tú no regresarías.
Me detuve por un momento
en lo que mis ojos se acostumbraban
a la luz de una nueva realidad
donde no te tengo.
Te digo que desperté, porque así fue,
porque estar contigo no era más que un sueño,
uno lindo, de eso no hay duda
pero al fin sólo eso, un sueño y nada más.
Alcé la mirada al cielo
y note que las nubes se movían lentas
como grandes montañas de algodón
sin rumbo pero siempre hacia adelante.
Cerré los ojos, y pensé en ti
y sentí tu lejanía como propia,
tal vez era yo el que realmente
estaba tomando un vuelo a cualquier parte.
Bajé la mirada y observé mi camino,
noté que nada había cambiado,
sólo yo y mi mundo
porque mi mundo ya era sólo yo.
Tal vez cuando nos volvamos a ver,
todo sea igual siendo totalmente diferente,
yo habré despertado del sueño de tenerte
y tú seras el sueño que regresa en un momento de insomnio.
FABO
me sucedió mientras caminaba,
así de repente, sentí un golpe de realidad
donde me dí cuenta que tú no regresarías.
Me detuve por un momento
en lo que mis ojos se acostumbraban
a la luz de una nueva realidad
donde no te tengo.
Te digo que desperté, porque así fue,
porque estar contigo no era más que un sueño,
uno lindo, de eso no hay duda
pero al fin sólo eso, un sueño y nada más.
Alcé la mirada al cielo
y note que las nubes se movían lentas
como grandes montañas de algodón
sin rumbo pero siempre hacia adelante.
Cerré los ojos, y pensé en ti
y sentí tu lejanía como propia,
tal vez era yo el que realmente
estaba tomando un vuelo a cualquier parte.
Bajé la mirada y observé mi camino,
noté que nada había cambiado,
sólo yo y mi mundo
porque mi mundo ya era sólo yo.
Tal vez cuando nos volvamos a ver,
todo sea igual siendo totalmente diferente,
yo habré despertado del sueño de tenerte
y tú seras el sueño que regresa en un momento de insomnio.
FABO
jueves, 10 de abril de 2014
Imaginando...
Cuando se despertó, la noche aún llenaba todo a su alrededor, su pequeña luz de noche seguía encendida y la sombra del osito que se proyectaba en la pared le parecía divertida, se sentó a un lado y la sombra de su cabello despeinado le recordó la forma de un campo con un pequeño árbol, imaginó como el oso se acercaba al árbol y se sentaba debajo de él, mientras el viento soplaba haciéndole cosquillas en su cuerpo, pensó que el oso imaginaba a un pez que en lugar de nadar volaba por los aires, el pez se había cansado de seguir la corriente del río y un buen día decidió salir a la superficie aunque fuera doloroso, tardo un tiempo en acostumbrarse pero poco a poco logró volar como un ave, el pez imaginó cómo sería esa ave; un ave de plumaje rojo brillante que surcaba cada parte del mundo a su antojo, volando sobre bosques y selvas, sobre pequeños poblados y grandes ciudades, el ave imaginó en esa ciudad a un joven enamorado, sería algo despistado, pero honestamente enamorado, el cual seguro que moría por estar con esa linda mujer que atravesaba la calle todos los días a la misma hora en la mañana, le gustaba de verdad porque caminaba segura de sí misma y comenzó a imaginarse con ella en una pequeña cabaña en el bosque con una lluvia que caía mientras ellos se besaban; un conejo de color gris y orejas blancas los veía con sus grandes ojos tiernos mientras comía una lechuga, imaginó que el conejo al verlos se imaginaba con su propia familia de conejos, donde sus pequeñas crías se encontrarían jugando, corriendo de un lugar a otro, brincando felices, pensó que a alguno de sus pequeños conejos le gustaría llegar a ser algo más y el pequeño conejo imaginó que le gustaría ser un niño que cuando se despertara, la noche aún llenaba todo a su alrededor, su pequeña luz de noche seguía encendida y la sombra del osito que se proyectaba en la pared le parecía divertida, se sentó a un lado y la sombra de su cabello despeinado le recordó la forma de un campo con un pequeño árbol...
FABO
Que bonic....
La calle vibra con el sonido del recuerdo
que lo llena todo de tu dulce voz
y que deleita a los oídos
inmersa en sonidos de siempre.
Suena una guitarra con el viento
y una voz en lengua extranjera
que me dice "que bonic" y llegas a mi mente,
porque yo pienso lo mismo.
Recorro la ciudad a ojos cerrados
porque, como me sucede contigo,
conozco cada rincón
por donde he pasado mis manos
y no dejo de pensar "que bonic".
Sigo caminando en el asfalto
lleno de flores violetas
y quiero mostrártelo aunque no estés conmigo
por eso comienzo a cantar la canción de tu nombre.
El día es extraño con tu ausencia repartida
en mis manos y en mi mirada
pero no en mi pensamiento,
a veces creo que recorrí el mundo
sólo para encontrarte al cruzar la puerta.
Me gustan las memorias que me guardan contigo
donde el mar se junta con la costa de tu olvido,
recuerdo recorrer ese lugar con mi abrigo
y las ganas de verte, para mantener el calor.
Quisiera volver algún día,
hacia ambos lados,
regresar a tu mente y corazón
mientras volvemos a ese pasaje hacia al mar
y estando ahí, ambos decir "que bonic".
FABO
que lo llena todo de tu dulce voz
y que deleita a los oídos
inmersa en sonidos de siempre.
Suena una guitarra con el viento
y una voz en lengua extranjera
que me dice "que bonic" y llegas a mi mente,
porque yo pienso lo mismo.
Recorro la ciudad a ojos cerrados
porque, como me sucede contigo,
conozco cada rincón
por donde he pasado mis manos
y no dejo de pensar "que bonic".
Sigo caminando en el asfalto
lleno de flores violetas
y quiero mostrártelo aunque no estés conmigo
por eso comienzo a cantar la canción de tu nombre.
El día es extraño con tu ausencia repartida
en mis manos y en mi mirada
pero no en mi pensamiento,
a veces creo que recorrí el mundo
sólo para encontrarte al cruzar la puerta.
Me gustan las memorias que me guardan contigo
donde el mar se junta con la costa de tu olvido,
recuerdo recorrer ese lugar con mi abrigo
y las ganas de verte, para mantener el calor.
Quisiera volver algún día,
hacia ambos lados,
regresar a tu mente y corazón
mientras volvemos a ese pasaje hacia al mar
y estando ahí, ambos decir "que bonic".
FABO
jueves, 3 de abril de 2014
Tu necedad...
Tu necedad... tan de siempre, tan incómoda
tan necesaria,
tan tuya,
tan necia.
Cómo entenderte, si siempre eres complicada
y no lo digo sólo yo
tú me lo repites como un mentira
esperando volverse verdad.
Te escudas en ella , para hacer lo que no quieres
te gusta ponerte esa máscara que te deja ser quien no eres
para tener lo que no quieres
y alejar lo que te espera.
Tu necedad habla sin palabras,
te dicta y tú obedeces a tus palabras necias
para arrepentirte después, sin embargo,
lo sigues haciendo.
¿Qué buscas de ti?, si el mundo te lo da todo,
te gusta complicarte porque sientes que así la vida tiene sentido
y yo que busco darte el sentido que buscas
dándote el mismo sentido que me brindas al mirarte.
Yo te quiero, y que simple es hacerlo,
así, te veo y te quiero, te escucho y te quiero
porque eres lo que quiero querer todo el tiempo,
y tú no me dejas quererte porque tu necedad te lo impide.
Hoy te espero en el lugar de siempre,
donde te dije que te quiero para siempre,
espero que llegues tan linda como siempre
sin tu necedad incómoda de siempre.
FABO
tan necesaria,
tan tuya,
tan necia.
Cómo entenderte, si siempre eres complicada
y no lo digo sólo yo
tú me lo repites como un mentira
esperando volverse verdad.
Te escudas en ella , para hacer lo que no quieres
te gusta ponerte esa máscara que te deja ser quien no eres
para tener lo que no quieres
y alejar lo que te espera.
Tu necedad habla sin palabras,
te dicta y tú obedeces a tus palabras necias
para arrepentirte después, sin embargo,
lo sigues haciendo.
¿Qué buscas de ti?, si el mundo te lo da todo,
te gusta complicarte porque sientes que así la vida tiene sentido
y yo que busco darte el sentido que buscas
dándote el mismo sentido que me brindas al mirarte.
Yo te quiero, y que simple es hacerlo,
así, te veo y te quiero, te escucho y te quiero
porque eres lo que quiero querer todo el tiempo,
y tú no me dejas quererte porque tu necedad te lo impide.
Hoy te espero en el lugar de siempre,
donde te dije que te quiero para siempre,
espero que llegues tan linda como siempre
sin tu necedad incómoda de siempre.
FABO
Dónde estás...
Hoy me vi en el espejo y no me reconocí,
será que mi esencia me abandonó
para buscarte por los rincones del mundo
donde se pierde mi todo por encontrarte.
No lo niego, cada día pienso en ti,
tal vez más de lo que me gustaría admitir,
pienso que las noches me hablan por lo bajo
repitiéndome tu nombre para que te metas en mis sueños.
El tiempo pasa lento y yo lentamente me fundo con él,
comienzo a volverme atemporal,
porque tu no llegas y con tu llegada
mi vida seguiría con el latir de tu corazón.
Siento que la muerte me observa desde lejos
y se burla de mi destino tan frágil,
me da la oportunidad de decir lo que te tenga que decir
porque sigues siendo mi motivo de vida.
Quisiera tenerte aquí, o allá, o en algún lado,
si no es en mis manos por lo menos en mi lejanía,
pero no apareces por ninguna parte
y yo me canso de buscarte hasta el amanecer.
Ya no soy yo, ni lo que solía ser,
ahora me siento en un vacío tan lleno de tu ausencia,
me platico viejas historias, que a veces,
mezclo con mi realidad tan ilusoria.
Ya no te pido que vuelvas,
porque un regreso no se pide, simplemente se da,
qué importa que llegues de noche oculta en los nubarrones de mi tristeza,
o de día a plena luz de sol resplandeciendo como un ángel.
Siento que la locura me invade,
y soy el más cuerdo de los desolados,
me gusta admitirlo así sin miramiento ni máscaras,
porque todo es por tu motivo.
Hoy no brindaré por nada,
simplemente beberé porque mi garganta seca
necesita un duelo de tanto repetir tu nombre,
aunque mi mente, lo repita todo el tiempo.
FABO
será que mi esencia me abandonó
para buscarte por los rincones del mundo
donde se pierde mi todo por encontrarte.
No lo niego, cada día pienso en ti,
tal vez más de lo que me gustaría admitir,
pienso que las noches me hablan por lo bajo
repitiéndome tu nombre para que te metas en mis sueños.
El tiempo pasa lento y yo lentamente me fundo con él,
comienzo a volverme atemporal,
porque tu no llegas y con tu llegada
mi vida seguiría con el latir de tu corazón.
Siento que la muerte me observa desde lejos
y se burla de mi destino tan frágil,
me da la oportunidad de decir lo que te tenga que decir
porque sigues siendo mi motivo de vida.
Quisiera tenerte aquí, o allá, o en algún lado,
si no es en mis manos por lo menos en mi lejanía,
pero no apareces por ninguna parte
y yo me canso de buscarte hasta el amanecer.
Ya no soy yo, ni lo que solía ser,
ahora me siento en un vacío tan lleno de tu ausencia,
me platico viejas historias, que a veces,
mezclo con mi realidad tan ilusoria.
Ya no te pido que vuelvas,
porque un regreso no se pide, simplemente se da,
qué importa que llegues de noche oculta en los nubarrones de mi tristeza,
o de día a plena luz de sol resplandeciendo como un ángel.
Siento que la locura me invade,
y soy el más cuerdo de los desolados,
me gusta admitirlo así sin miramiento ni máscaras,
porque todo es por tu motivo.
Hoy no brindaré por nada,
simplemente beberé porque mi garganta seca
necesita un duelo de tanto repetir tu nombre,
aunque mi mente, lo repita todo el tiempo.
FABO
martes, 1 de abril de 2014
Reencuentro...
Mi mano se desliza suave
con un movimiento casi imperceptible
y se posa sobre tu mano tibia
que se queda inmóvil a mi llegada.
Volteo a mirar tus grandes ojos
llenos de verdad y de cariño,
ese cariño que no decrece con los años
y que pareciese que fue ayer cuando te bese por vez primera.
Por nosotros no ha pasado el tiempo
ni por nuestro cariño,
se nota en nuestra mirada que somos nosotros,
los mismos, los de entonces.
Es tan grato encontrarte de nuevo
y que me encuentres de nuevo,
notando que jamás nos perdimos,
que sólo fue un ayer de algunos años.
Me dices "te quiero"
sin siquiera despegar los labios,
yo te contesto "te quiero"
juntando los míos a tu boca suave de cereza.
Tu perfume me envuelve
y mis manos te envuelven a ti,
tu sonrisa brota como flor de primavera
tan simple y natural como las mañanas.
Me gustas, de hoy y de siempre,
te recuerdo cruzando entre la gente
y me recuerdo corriendo por alcanzarte,
para que no se escaparan mis sueños contigo.
Recuerdo la noche de nuestra despedida
y la noche de nuestro rencuentro,
recuerdo que siempre me quisiste
sin importar ni el lugar ni el momento.
Recuerdo nuestro ayer
como si hubiera sido hoy
y nos recuerdo hoy
como si nunca hubiera sido ayer.
FABO
con un movimiento casi imperceptible
y se posa sobre tu mano tibia
que se queda inmóvil a mi llegada.
Volteo a mirar tus grandes ojos
llenos de verdad y de cariño,
ese cariño que no decrece con los años
y que pareciese que fue ayer cuando te bese por vez primera.
Por nosotros no ha pasado el tiempo
ni por nuestro cariño,
se nota en nuestra mirada que somos nosotros,
los mismos, los de entonces.
Es tan grato encontrarte de nuevo
y que me encuentres de nuevo,
notando que jamás nos perdimos,
que sólo fue un ayer de algunos años.
Me dices "te quiero"
sin siquiera despegar los labios,
yo te contesto "te quiero"
juntando los míos a tu boca suave de cereza.
Tu perfume me envuelve
y mis manos te envuelven a ti,
tu sonrisa brota como flor de primavera
tan simple y natural como las mañanas.
Me gustas, de hoy y de siempre,
te recuerdo cruzando entre la gente
y me recuerdo corriendo por alcanzarte,
para que no se escaparan mis sueños contigo.
Recuerdo la noche de nuestra despedida
y la noche de nuestro rencuentro,
recuerdo que siempre me quisiste
sin importar ni el lugar ni el momento.
Recuerdo nuestro ayer
como si hubiera sido hoy
y nos recuerdo hoy
como si nunca hubiera sido ayer.
FABO
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