Las campanas suenan
y en su vuelo
las notas llegan a tu balcón
dándote los buenos días.
Una mirada tuya
no pido nada más,
un beso de tus rojos labios
que se quede impreso en mi memoria.
El sol busca abrigo tras las montañas,
y el horizonte se vuelve pardo,
la obscuridad poco a poco se adueña de todo
y yo sigo pensando en ti.
El manto de la noche lo cubre todo,
así como el quererte me cubre por completo,
no sé aún si eres sueño o recuerdo
pero no hay duda que eres alimento de vida.
Ya mis ansias matan por tenerte,
así que busco verte entre mis sueños y deseos,
por fin recorro el camino verde hasta tu puerta,
entonces te beso,
ya todo está bien.
FABO