Hoy descubrí que las mejores pláticas se pueden tener en lugares inesperados, me dí cuenta que todo está en un "Hola ¿cómo ha estado?" para que dos perfectos desconocidos se vuelvan cómplices de vida aunque sea por un instante, basta con escuchar un poco a las demás personas para darte cuenta que hay opiniones en cualquier cabeza que pueden ser de gran utilidad, no importa la edad ni el sexo ni la posición social, no necesita ser un un doctor en economía o leyes, ni un célebre filósofo, pues a veces aprendes más de los que se enseñaron en la vida que de los que se enseñaron entre muros...
Gracias señora, por decirme lo que me dijo sin siquiera conocerme...
FABO
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