martes, 31 de octubre de 2017

Revancha...

Muéleme a besos
tú ingrata desertora,
de sueños fallidos
de penas y glorias.

   Rómpeme a caricias
   tan duras como tu corazón
   revienta mi alma
   con tus besos destructores.

Explótame como siempre
con tus suaves palabras,
con esas esencias de un futuro
que tuvo aroma a destino,
pero no más... no más.

    Que lo dulce de una promesa
    se vuelva espina de rosa,
    que lastime y sangre mis dedos
    mi alma y mi ser.

Que a pesar de todo
lo que me acompaña
no sólo es un dolor profundo
sino una clara renovación

     Que las noches ardan
     y los días se apaguen
     que nos llegue la hora
      y todo encuentre su fin.

Pero mañana,
te juro,
llegará mi revancha
y la vida renacerá
donde hoy sus cenizas yacen.

                                                                                                      FABO

jueves, 26 de octubre de 2017

Ay mujer...

Ay mujer...
que vano es el destino
y que ingrato es tu querer.

   Ay mujer...
   que me duele quererte tanto
   que me duele poderte perder.

Ay mujer...
tu sonrisa asoma por la ventana
y yo que no la puedo creer.

   Ay mujer...
   de corazón de roca
   al que dí todo mi ser.

Ay mujer...
que con desdén me miras
y yo sin poderme contener.

    Ay mujer...
    que extraño tanto
    y no se deja tener.

Ay mujer...
ya ni odio me queda
ya mi alma viste arder.

    Ay mujer...
    ya me despido
    que la muerte me vino a ver.



                                                                                                                 FABO

jueves, 12 de octubre de 2017

Bendito Otoño...

Las hojas caen lentamente
y se mecen con la mano suave del viento
que las lleva a su destino
como si de reliquias santas se trataran.

  Los árboles cambian
  y su belleza se transforma
  dejando ver su interior
  esculpido por los años.

Las flores se ocultan
y los suspiros suenan más fuerte,
la melancolía invade el atardecer
con un sol que crece en el horizonte.

   Los tonos naranjas y ocres
   se adueñan de los demás matices
   siendo amos y señores
   de un mundo de dos colores
   que encierra algunos deslices.

Las guitarras tocan baladas,
las voces cantan una trova
y los recuerdos se vuelven vivos
haciéndose presentes al atardecer.

     La vida se vuelve adormilada
     como si la siesta del mundo comenzara,
     sus parpados caen lentamente... lentamente
     hasta exhalar un suspiro tenue y vibrante.

Anochece ya,
y mi rumbo es incierto,
el viento sopla
y de nuevo, tu aroma me alcanza.

                             Bendito otoño
                                    que huele a ti....

                                                                                        FABO

jueves, 5 de octubre de 2017

Mi cariñito...

Yo no entiendo cómo funciona esto del cariño, porque he de decirte que te tengo uno de los "meros buenos" como decimos cuando es de verdad. Porque tú tienes esa forma tan única de animarme sin decirme una sola palabra, es más, nada más de acordarme de tu carita sincera y plena, el sol sale de repente detrás de los nubarrones de angustias y soledad. Tan solo con cerrar los ojos siento la piel suavecita de tus manos en mi cara, y la tibieza de tus caricias apretándome las mejillas, luego una leve palmadita y la cara de resignación, como diciendo "ya qué, así te quiero también".  ¿Quién dice que ya te fuiste? si te tengo aquí a mi lado, si tu voz resuena en mis oídos tan claro como el cantar de un ruiseñor, tan severa como sermón de cura en domingo y tan dulce como miel de agave.

Si de carácter hablamos... qué te puedo decir, me gustaban tus regaños que terminaban con dulces pero "nada más dos porque estas castigado", o las noches de lluvia con café con leche y una concha de azúcar, porque eso si calienta, más que las cobijas, y tú sentada contando todo de tu vida y yo que todo me sabía de memoria, pero no me atrevía a decir nada, ni aún en los detalles que siempre cambiabas; esa era tu vida y tú la contabas como querías, los años te dieron ese derecho.

Yo no soy feliz de haberte conocido, yo soy feliz de vivirte; en tus fotos y recuerdos, en tus canciones que ya son mías y en mis recuerdos que son tuyos. Yo no sé qué cosa buena hice en esta o en otra vida, pero me pagó a lo grande contigo, lástima que todo lo bueno dura tan poco, apenas me dejó disfrutarte una treintena de años; "que vida tan ingrata" me dirías tú, tan ingrata que nomás nos queda ser felices a pesar de ella.

Yo me quedo con tus palabras... "Se todo un hombre de verdad y cuida a tu familia..." no como consejo, sino como ley de vida.

Como decías tú... "Lástima que no me conoció Pedro Infante porque se hubiera casado conmigo", y yo pienso lo mismo.

Viva su vida... mi cariñito... que tengo aquí.

Buenas noches abuela... Te quiero


                                                                                                                       FABO

martes, 1 de agosto de 2017

Ella es...

Unos ojos de jade me miran desde una tenue obscuridad, de repente el reflejo de la luna los toma por sorpresa y por un momento me parece ver su alma desnuda. Giro el rostro con las mejillas enrojecidas un poco por la pena, un mucho por el deseo. Ella lo nota y se sonroja, y yo espero que sea por lo mismo.

Su voz suave susurra algo que no comprendo, parece que dice "te quiero" pero no lo creo, ¿Cómo un pecador recibe tan grato milagro? es tan improbable, como tenerla en mis brazos, sin embargo, su aroma se arraiga cada vez más en mi piel.

Miro el techo de la habitación suplicando que no sonría, si lo hace me tendrá para siempre y ella lo sabe mejor que yo, o acaso sólo me engaño con ilusiones de falsa libertad cuando estoy completamente sometido a su voluntad.

Me confunden las sombras de la habitación, parecen sombras de un pasado que buscan llevarme con ellas, tomo su mano con fuerza, ella toma mi barbilla y me besa, solo un beso basta para curarlo todo, para exorcizar las sombras aterradoras de un pasado obscuro y de un futuro incierto.

Hundo mi rostro en su pecho, su corazón late con un sonido profundo y rítmico, me canta una canción de cuna aprendida a través de los siglos, ella es... lo sé.... todo por todo, es vida y esperanza, es noche bohemia y guerra entre sábanas.

Su piel cobriza reluce como una diosa olvidada en este templo, adorada pagana y yo rindiendo mis oraciones a sus pies, a sus muslos, es mi todo en ella. Mis guerras cobran sentido, así como mis luchas fallidas por encontrarla. Por un instante me armo de valor, tomo su cintura de espiga acercándola a mi pecho y la miro fijamente. Su rostro no comprende lo que sucede y yo solo esbozo una sonrisa un tanto para calmarla, un tanto para incitarla. Su mirada pierde esa fuerza que se transforma en dulzura y puedo notar como su temor a las sombras también se desvanece poco a poco.

Ella es... me repito... ella es...

Pero ¿Qué es?

No sé....

Miro el reloj... hay tiempo... aún nos queda una vida para poder descubrirlo.

                                                                                                                     FABO

jueves, 13 de julio de 2017

Sin amores...

Siento tus manos cubrir mi rostro
como pétalos que caen sobre la hierba
con el pasar de las estaciones
hasta volver la primavera.

   Puedo hablar de aromas dulces
   y recuerdos amargos,
   enamorado de ambos
   porque ambos son tú.

La luz tenue me ilumina por completo
y el manantial de tu mirada
sacia la sed de mi anhelo
con la impaciencia de un niño.

   Llegas tan inoportuna
   y yo que te espero desde hace tiempo,
   cómo se explica un sueño que no se tiene al dormir,
   cómo hablar de una vida que no se vive por sí mismo

 Será que tu voz resuena impaciente
 y yo me niego a escucharla
 con mis oídos necios
 con mi resignación obtusa.

       Será que estoy enamorado hasta de tu sombra
       y tal vez ella se enamoró de mí,
       y mientras tú caminas por otros lares
       ella me besa escondida en el sol de la tarde.

 Sé que tú no estás
 y sé que no estarás más,
 pero a mí nadie, ni Dios mismo,
 me quita la esperanza
 de verte algún día, pasar por la calle.

                                                                                                        FABO

jueves, 29 de junio de 2017

El viajero y el niño...

Guardé la hoja del roble entre las páginas de una libreta y reanudé mi camino cruzando un puente de piedra que parecía haber estado ahí desde hace siglos. Después de andar un rato encontré un pequeño camino que decidí seguir, al recorrerlo escuché una risa muy sincera y feliz, me causo curiosidad y lo busqué guíandome por ese sonido tan reconfortante. 

De repente la risa dejó de escucharse, me detuve y traté de buscar algún indicio de la misma, sentí que alguien tiraba de mi pantalón. "¿Estás perdido?" me dijo ese pequeño niño, con su cabello revuelto, su ropa un poco sucia, sus manos llenas de tierra, pero con unos grandes ojos de esperanza y una sonrisa absoluta "¿La verdad es que no lo sé?" le contesté y de nuevo echo a reír "¿Cómo no vas a saber si estás perdido?, que gracioso, ¿si no sabes a dónde vas cómo vas a saber que ya llegaste?", me quedé mudo pues tenía toda la razón, su pregunta tan sencilla encerraba una profundidad muy cierta. Notó que no supe qué responder y su risa fue más sonora aún, caminó unos pasos más y puso su rostro serio señalando con su pequeño dedo "Si yo te dijera que para allá está tu destino, ¿Caminarías en esa dirección?" Yo asentí "¿Y lo harías sólo por qué yo te dije?, ¿Y qué tal que sólo te estoy engañando y tu destino está del otro lado?, tal vez sólo estoy jugando contigo. Sabes, ese es el problema de los adultos, que dejaron de escuchar a la persona que realmente sabe las respuestas, "tú", si alguien me dice que vaya y haga algo y yo no quiero, pues no lo hago, porque eso me haría infeliz, descubrir que fui engañado o sólo perdí mi tiempo por no hacer lo que yo quería... yo quiero correr hasta que los pies se cansen, yo quiero ver como nacen las flores y sentir como la lluvia me moja, quiero sentir la tierra entre mis manos y el viento despeinarme, yo quiero ser feliz por pequeños instantes que se vuelvan toda mi vida, a veces cuando me pego o me caigo lloro, otras tantas me pierdo como tú y me da miedo, pero después pasa un ave y todo se me olvida por verla volar, entonces algo dentro de mí me dice que debo seguirla porque eso me hace feliz y no puedo parar de reír. Pero lo que realmente debe hacerte feliz, es ser tu mismo." 

Después de decir eso, el niño se sentó a ver un pequeño hormiguero con la fascinación de un gran descubrimiento en sus ojos. Saqué un dulce de mi mochila y se lo di. "Gracias por tus palabras" le dije... "Gracias por escucharlas" contestó...

                                                                                                   FABO