martes, 31 de octubre de 2017

Revancha...

Muéleme a besos
tú ingrata desertora,
de sueños fallidos
de penas y glorias.

   Rómpeme a caricias
   tan duras como tu corazón
   revienta mi alma
   con tus besos destructores.

Explótame como siempre
con tus suaves palabras,
con esas esencias de un futuro
que tuvo aroma a destino,
pero no más... no más.

    Que lo dulce de una promesa
    se vuelva espina de rosa,
    que lastime y sangre mis dedos
    mi alma y mi ser.

Que a pesar de todo
lo que me acompaña
no sólo es un dolor profundo
sino una clara renovación

     Que las noches ardan
     y los días se apaguen
     que nos llegue la hora
      y todo encuentre su fin.

Pero mañana,
te juro,
llegará mi revancha
y la vida renacerá
donde hoy sus cenizas yacen.

                                                                                                      FABO

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