martes, 27 de diciembre de 2016

Tratado filosófico sobre el devenir romántico de un bohemio trasnochado.

Cuando lo noté, mis pasos iban de regreso,
la noche se hizo día.

Al fin comprendí que todo es uno
y por ende, siempre estaremos unidos.

Entonces... fui feliz.

                                                                      FABO

lunes, 26 de diciembre de 2016

De esos...

¿Cuántos soles quedan por brillar
en un universo inmenso?,
tan inmenso como tu mirada,
tan brillantes como tus recuerdos.

     Las notas vibran por los aires
     dejando estelas de memorias
     que aún no hemos vivido,
     sin embargo, nos saben a pasado.

         Somos felices, lo sé,
         encerrados en nuestra prisión de ensueño,
         con cadenas invisibles
         hechas de monotonía.

 Nos vamos vagando entre calles,
 de un rumbo tan conocido
 que por un momento nos fundimos
 con el concreto,
 con las fachadas,
 tanto... que terminamos siendo la sombra de alguien más
 y lo peor es que ni siquiera lo notamos.

     Tal vez tú y yo eramos juntos,
     ...pero a la lejanía... ni tú eres tú
     ni yo soy yo,
     somos dos extraños de nosotros mismos.
     Algunas noches me llega una tenue visión de mí,
     y me despierto con el escalofrío de si te ocurrirá lo mismo.

Hoy dejaré la puerta abierta,
no para que entres,
sino para que salgas,
a ver si así termino de enloquecer
y me adapto a la sociedad.

    Si decides quedarte
    seguiré siendo un cuerdo soñador,
    de esos que escriben poemas por las noches,
    de esos que dicen palabras de amor al viento,
    de esos que sin ti son todo,
    de esos que sin ti son nada.

                                                                                                     FABO

lunes, 7 de noviembre de 2016

Inconforme...

No me basta
con tomar tus manos por la mañana,
pues me dejan sintiendo su ausencia
hasta muy entrada la madrugada.

      Las pocas horas que pienso en ti
      me son insaboras,
      me falta paladear
      hasta los más ínfimos
      y suculentos segundos de tu recuerdo.

 Me es tan poco el alivio que me das,
 éstas penas por ti me desahucian
 y tu exiguamente me miras de reojo
 para liberar un poco de agonía.

     La sed de tus besos mata,
     pues las pocas gotas que derramas
     sobre mis labios secos
     se sienten tortura, más que bendición.

La melodía de tu voz no me basta,
quisiera escucharla siempre y todo el tiempo,
en las conversaciones ajenas,
en la radio,
en mi mente.

     Soy tan pobre de ti,
     y tu tan opulenta millonaria,
     si me dieras un poco más, solo un poco,
     tal vez,
     no estaría yo tan inconforme.


                                                                                                                           FABO


     



       


jueves, 3 de noviembre de 2016

Te quiero como algo mío...

Te quiero como algo mío,
como mi mano derecha
que toma con fuerza la vida
y me ayuda a labrar el camino.

   Como mi mano izquierda
   que oculta sus deseos profundos,
   que lleva sus secretos a la vista
   y que sabe de todo sin decir nada.

Te quiero como algo mío,
 como mis pies descalzos
 que arden en las hirvientes arenas
 de un desierto tan fino
 que su arena parece no existir.

     Como mis brazos extendidos
      que sienten la lluvia caer
      y se regocijan bailando,
      cantando una muda melodía
      que habla de tu cuerpo suave.

 Te quiero como algo mío,
 como mi rostro frío
 por los vientos invernales,
 tibio por el sol de mayo
 y feliz por tus caricias.

      Como mis ojos negros,
      que te ven nocturna y desolada,
      que te ven aunque no estés presente,
      que se enamoran de tu sombra al pasar.

 Te quiero como algo mío,
 como mi pensamiento difuso
 de tormenta a medio mar,
 que agita los barcos con los sueños de antaño,
 que suelta los relámpagos de tu recuerdo.

        Como a mi alma,
        la inmortal,
        la divina,
        la que se llena por tu sonrisa
        y que se va tras de ti al marcharte.

 Te quiero como algo mío,
  como mis nostalgias
  mis desdichas,
  mis milagros
  mis sonrisas
  mi todo por ti
  mi nada sin ti.

                                                                                                        FABO

martes, 18 de octubre de 2016

Vamos a escaparnos...

Me gustan las playas
llenas de una arena fina y un sol interminable,
con su esencia salina que me sabe a tu piel
en cada bocanada de aire que respiro.

     Me gustan los bosques tenues,
     los de verdes óleos
     con figuras amables en el día
     y misteriosas por las noches,
     bosques con pinos que bailan
     al son del viento.

         Me gustan las cuevas
        llenas de tesoros inverosímiles,
        donde resuena el eco de tus pensamientos,
        donde brillan los minerales
        con forma de caramelo,
        donde el agua se esconde de sí misma.

  Me gusta la pequeña ciudad
  que se llena de papeles multicolores,
  que desprende el aroma a historia;
  la que no tiene fuerza cosmopolita
  pero es inquebrantable en espíritu,
  la que nos besa a pasos de luna.

         Estoy cansado,
         no sé si sentarme o salir volando
         por esa ventana sin horizonte,
         estoy inmerso en mi pecera
         de cuatro paredes blancas.

Estoy cansado,
de tener mis sueños en el banquillo,
de no correr en todas direcciones
y de no tener respuestas
cuando me pregunto si soy feliz.

              Por eso hoy es el momento,
              dejemos todo
              y unamos nuestras fuerzas
              saquémonos del fango de la monotonía
              llévame a donde tú quieras, pero vayámonos.
           
Ven....
           Dame tu mano....
                                      Vamos a escaparnos...
                     

                                                                                                              FABO


       


martes, 13 de septiembre de 2016

Esto está jodido....

¡¡¡Esto está jodido abuelo!!!, de verdad que lo está... Solté con coraje, las palabras me lastimaban como navajas al salir por mis labios aún más lastimados por sus besos.

El abuelo sólo me miró, con esa mirada penetrante tan de él, con esa mirada de sabiduría eterna encerrada en dos pequeñas pupilas negras, como una cueva llena de tesoros escondidos... Es gracioso, sabes, me he dado cuenta que por amor se dicen más blasfemias que palabras de cariño, me causa intriga cómo un sentimiento tan puro puede en momentos sacar lo peor de nosotros... será que llega un momento en el que uno ama tanto que tiene que ocupar cuanta palabra tenga en su léxico para poder expresarlo, un "Jodido" puede encerrar un te amo más sincero que un "Te amo", tal vez eso es lo que llaman ironía, o tal vez yo no estoy comprendiendo a qué te refieres cuando llegas a ésta, que es tu casa, en medio de la noche fría y con lluvia, a sacarme de la cama y lo primero que salga de tu boca no sea un "abuelo buenas noches" o un "disculpa la hora", no... lo primero que sale de tu boca es una blasfemia artera y sin razón, a menos claro... que ésta haya suplido una palabra de cariño... de cariño por ella, claro, no por mí. 

Lo miré fijamente, ¿Qué no me comprendía? me estaba muriendo por dentro y él dándome lecciones de gramática amorosa, a veces me molestaba tanto su calma y sapiencia.

Tienes razón, disculpa abuelo, me marcho para no molestar más. Él torció la mirada y puso su mano en mi hombro cuando me disponía a salir por el marco de la puerta. Y de nuevo vuelves a tener cinco años, si no es como tú lo esperas, no es y ya ¿verdad?, anda pasa y sécate, aquí lo sabes de sobra no molestas a nadie a menos de que Áureo se moleste por tu presencia, pero no creo, él duerme más que yo; me encontraste justo en medio de una historia de H.P. Lovecraft, nada mejor para leer con este clima. Entré y dejé mi chamarra en la silla del comedor, y era verdad, Áureo estaba acostado en la alfombra entre los sillones, supongo que era su lugar favorito; desde que lo recuerdo de cachorro se duerme ahí cada noche, ese perro siempre me ha hecho feliz, no sé por qué, pero lo veo y lo quiero... perro tonto, como lo quiero...

Bueno y dime, ¿por qué "esto está jodido"?, ¿de qué "esto" estamos hablando y que tan "jodido" está?... Es mi prometida, voy a romper el compromiso con ella, no nos entendemos, ella no ve las cosas claras, siempre me marca todos los errores que tengo, mi dispersión, que no tomo la vida en serio... en fin, parece que soy más causa de contrariedades que de felicidad, yo la amo claro, pero ¿cómo estar con alguien que te ve tantas cosas negativas, que te remarca aquello que uno ni siquiera nota?, ves cómo está jodido, no puedo más con esto... Yo hablaba con tal velocidad que ni siquiera podía entenderme, las manos me temblaban, el coraje recorría todo mi ser. El abuelo me escuchaba desde la cocina donde me servía un carajillo; es curiosos pero la primera vez que probé uno fue con él, era tal vez su tónico misterioso que todo lo resolvía, desde una indigestión hasta un desamor...

Anda bébelo, necesitas entrar en calor... Ahh... el que inventó este elixir debe de tener su lugar seguro en el cielo... ¿Está bien? ¿le hace falta licor?... Carajo... "¿le hace falta licor?"... ¿es en serio?... le acabo de decir que romperé mi compromiso de matrimonio y al abuelo sólo le preocupa su estúpido carajillo... Sí, está bien... Dio un pequeño sorbo y me miró fijamente sin decir nada, yo esperaba impaciente su respuesta, que dijera algo, nadie nunca me ha ayudado como él... Pues... siendo así, con todo lo que me dices me da gusto que rompas con esa relación tormentosa que parece no les dejará nada bueno, tienes razón, esa mujer es un ogro y no te conviene, yo no sé qué le viste... creo que es lo mejor hijo, mujeres hay muchas, ya vendrá la indicada... Me quedé en shock, ¿cómo podía decirme eso?, él la conocía muy bien, siempre me había dicho que le agradaba, ¿cómo podía decir eso en éste momento?, ahora no sabía con quién estaba más molesto, con ella... con él... conmigo... definitivamente esto está jodido... el abuelo de nuevo tomó un sorbo y miró por la ventana, me sentí sólo, completamente sólo... también fijé mi mirada en la lluvia, por la ventana los rayos iluminaban por un instante todo, como un día de un segundo, los truenos se escuchaban estruendosos. A ella siempre le daban miedo las noches así...

Yo la quiero... tú fuiste el primero en saber que le pediría matrimonio, ¿Cómo puedes hablar así de ella?, tal vez soy yo un testarudo, será que no me gusta verme como soy en realidad, aunque ella no es una santa claro, pero la cabeza me da vueltas, de verdad que la quiero, pero no sé si sea mi futuro, ¿o sí lo sé?, a veces la quiero tanto que me duele, supongo que por eso sé que la amo... el amor duele ¿no?... sino cómo se sabe que se ama, pero hay veces que yo no la entiendo, me quiere un día y al otro no, ¿Qué debo hacer?... No pude decir más, llevé mis manos al rostro y sentí como las lágrimas buscaban escaparse entre mis dedos... ¿Hijo dime algo... tú la amas?...Claro que la amo... ¿Con todo y sus defectos?....Sí, ella es perfecta para mí, a veces no la entiendo y otras tantas de verdad que me saca de quicio, pero siempre la amo... ¿y ella te ama?... No sé... Claro que lo sabes... Yo creo que sí me ama, siempre me ha apoyado, me ayuda a mejorar y en los peores momentos sólo me abraza y con eso el mundo mejora... ¿Entonces?... Entonces, soy un tonto, una simple discusión no puede más que nuestro cariño, gracia abuelo siempre sabes qué decir... Pero yo no he dicho nada, todo lo has dicho tú. Sabes bien que yo estimo mucho a tu prometida, ella es linda y agradable, pero sólo tú la conoces de verdad yo no podía decirte lo buena o maravillosa que es, que no la dejaras y aventaras todo por la borda, eso sólo lo puedes saber tú, y me da gusto que recapacitaras. Ya te tocará ser abuelo y espero que entiendas que el dar un consejo no es decir las cosas que se deben hacer, dar consejo es ayudar a otro a ver la luz... Al terminar de hablar me abrazó y yo me sentí de nuevo ese niño de cinco años en sus brazos, me liberé por completo y solté mis lágrimas en su bata como si de un paño removedor de penas se tratara. Terminé mi carajillo y le dije cuánto lo quería, tomé mi abrigo y salí por la puerta.

Pasaron dos meses y tuve una boda increíble y feliz. El abuelo nos dejó tres meses después.

Pasaron más de cincuenta años desde aquel suceso. Una noche cerca de las dos de la mañana sonó la puerta de mi casa, bajé a ver quién podría ser a esas horas de la madrugada; era mi nieto, abrí la puerta y al verlo me dijo... Esto está jodido abuelo!!!... Yo sonreí y lo tomé del hombro... Pasa hijo, siéntate, prepararé un carajillo...          

                                                                                                                      FABO

jueves, 8 de septiembre de 2016

Confesiones...

Entra y ponte cómoda,
hoy siento que el silencio te sigue
y va desnudándote lentamente,
paso a paso,
prenda por prenda.

    Cuéntame un secreto más,
    el más profundo,
    ese que ni tu misma te dices a solas,
    el que asalta tu mente al ir por la calle
    y te hace sonrojar.

         Dime qué sabes de mí,
         lo sabes todo, aunque no lo parezca.

  Finjamos que nada duele,
  suéltate a un vicio o a todos
  que sólo conociéndolos
  descubrirás la virtud.

       Noto la gota de sudor en tu frente,
       sin embargo, tus labios callan,
       tu cuerpo no puede contenerse más,
       hablemos a caricias
       con besos que queman como verdades.

  ¿Crees en mí?... es momento de confesarlo,
  ¿no crees en mis lágrimas?
  ¿En mi aliento agitado?
  ¿En mis promesas incumplidas?

          Por fin el silencio a quitado de ti
          las capas de mentira que te cubrían,
          es hora de que haga lo mismo por mi
                                                                           ....y comenzar las confesiones...

                                                                                                                                       FABO