martes, 27 de diciembre de 2016

Tratado filosófico sobre el devenir romántico de un bohemio trasnochado.

Cuando lo noté, mis pasos iban de regreso,
la noche se hizo día.

Al fin comprendí que todo es uno
y por ende, siempre estaremos unidos.

Entonces... fui feliz.

                                                                      FABO

1 comentario:

Laizita dijo...

Breve y conciso, Bien he!! :)