¡Suéltame!
Le grito al viento
que me arrastra contra los riscos
de un adiós inexorable.
¡Suéltame!
Le grito a la desdicha
que llega con su mano fría
a tocar lo tibio de mi alma.
¡Suéltame!
Le grito al reloj
que con sus manecillas me sujeta
a un tiempo perdido y alejado.
¡Suéltame!
Le grito a mis noches
que me sujetan con calma y melancolía
que llora a nubes y estrellas.
¡Suéltame!
Le grito a las mañanas nubladas
que me toman tan fuerte
como un mañana por venir con esperanza.
¡Suéltame!
Me grito al espejo,
pero entre más fuerte grito
menos me escucho.
¡Suéltame!
Te pido
en lo callado de mi habitación
y tú ausencia hace como que no me oye.
¡Suéltame!
por favor,
que el extrañarte me aprieta tanto
que me asfixia los sueños.
¡Suéltame!
Suéltame
Suéltame...
FABO
1 comentario:
Y saber que tú y yo pudimos haber sido imperfectos juntos.... en mi defensa diré que aquella noche tú me sonreíste primero.
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