Aun queda tanto por decirnos,
a ti y a mí,
al mundo,
al destino,
a la nada.
Queda decirnos te quiero,
te amo,
te extraño,
o simplemente callar.
Faltan aún versos en hojas en blanco,
notas en violines,
pinceladas en lienzos,
besos en labios.
Aún no terminamos de decirnos
que la vida es nuestra para vivirnos,
para que el mundo no comprenda nada
y nosotros le expliquemos paso a paso.
Aún falta tanto por descubrir,
falta entender tu mirada profunda,
y tu piel de seda,
falta entendernos a deshoras,
y a sin sabores,
a sin sentidos,
a nosotros.
Existen tantos pretextos,
tantos motivos,
tantos detalles,
que no me preocupa por ahora el fin,
pues la vida seguirá siendo vida
mientras quede algo porqué escribir.
FABO
jueves, 31 de julio de 2014
Gravedad...
La noche cae,
los sentidos,
los párpados,
la vida cae.
Ya el otoño,
las hojas,
mis pasos,
las ganas caen.
La nieve cae,
junto con la temperatura,
tu sonrisa,
mi necesidad de verte.
La vida cae,
y con ella la lluvia,
el destino,
tu ausencia.
Ya todo cae,
tu lejanía,
mi recuerdo,
la nostalgia,
También yo caigo,
y yo... me levanto
FABO
los sentidos,
los párpados,
la vida cae.
Ya el otoño,
las hojas,
mis pasos,
las ganas caen.
La nieve cae,
junto con la temperatura,
tu sonrisa,
mi necesidad de verte.
La vida cae,
y con ella la lluvia,
el destino,
tu ausencia.
Ya todo cae,
tu lejanía,
mi recuerdo,
la nostalgia,
También yo caigo,
y yo... me levanto
FABO
miércoles, 30 de julio de 2014
Ella...
Ella caminaba sola por la calle,
sin pensar en nada ni nadie,
a cada paso trataba de alejarse de sí misma,
dejando sus sueños atrás.
Ella se sentía abandonada
por el mundo,
por la vida,
por ella.
Ella pensaba que cielo azul
sólo era el reflejo de su imaginación
y que su imaginación había perdido la chispa
de pensar otros colores.
Ella quería sonreír,
sólo por hacerlo,
por recordar ese movimiento en su rostro
por cualquier causa sin motivo.
Ella quería sentir las mañanas
con sus sábanas tibias
en su cuerpo desnudo,
después de haber amado
hasta que su cuerpo no pudo más.
Ella no quería un adiós
ni un hasta luego,
sólo pedía una promesa sin palabras
de que al volver a casa
otra voz preguntaría por ella.
Ella sólo quería eso,
mientras caminaba por la calle
con la vista fija en su andar,
tal vez por eso no notaba
que al verla pasar,
yo sólo,
quería estar con ella.
FABO
sin pensar en nada ni nadie,
a cada paso trataba de alejarse de sí misma,
dejando sus sueños atrás.
Ella se sentía abandonada
por el mundo,
por la vida,
por ella.
Ella pensaba que cielo azul
sólo era el reflejo de su imaginación
y que su imaginación había perdido la chispa
de pensar otros colores.
Ella quería sonreír,
sólo por hacerlo,
por recordar ese movimiento en su rostro
por cualquier causa sin motivo.
Ella quería sentir las mañanas
con sus sábanas tibias
en su cuerpo desnudo,
después de haber amado
hasta que su cuerpo no pudo más.
Ella no quería un adiós
ni un hasta luego,
sólo pedía una promesa sin palabras
de que al volver a casa
otra voz preguntaría por ella.
Ella sólo quería eso,
mientras caminaba por la calle
con la vista fija en su andar,
tal vez por eso no notaba
que al verla pasar,
yo sólo,
quería estar con ella.
FABO
Claro...
"Qué si pienso ti", eso me preguntaron hoy por la tarde; por un momento me quede inmerso en la pregunta, fue llegar a lo más profundo de mi conciencia y responderme con sinceridad, más a mí que a quien me cuestionó. Cerré los ojos y me deje llevar por la vida, sentí como cada pequeña partícula de los rayos del sol penetraba en mi cuerpo y me elevaba, noté como la brisa pasaba por mi cabello y hacía que mis brazos se sintieran algo fríos; escuche el ruido de los niños y de los árboles; abrí los ojos lentamente y respondí, "Claro", lo dije así a secas, sin una gran retórica o una explicación de el por qué lo hago; me miraron fijamente a los ojos y pude adivinar que seguiría el clásico "¿Por qué?", pero antes de que lo soltara como frase de libreto aprendido de memoria, me adelante a contestar. "Sé que pienso en ella porque por un instante noté todo lo que me rodea, los sonidos, los aromas, la vida pasando a mi lado y sobre mi; sé que la extraño porque a su lado yo no puedo notar otra cosa que no sea su presencia, su aroma, su sonido, su grata compañía, cómo la vida me pasa de largo mientras yo la paso con ella; así que por eso contesté "Claro", no dije "Si" o "por supuesto", dije CLARO, como el adjetivo que describe la luz del amanecer, como se ven las cosas a través del vidrio, como es el reflejo en un estanque, así, claro; como se ven las respuestas a las dudas después de entenderlas. Como algo obvio y de siempre, como cuando puedes ver lo que pasa frente a ti y describirlo "claramente", es comprender cada paso que das y porqué lo estas dando; por eso "Claro" que pienso en ella". Ahora, la diferencia radica en que a pesar de que la echo de menos, comprendo que el mundo seguirá girando, y tal vez algún un día o alguna una noche o cualquier hora entre ambos, ella llegara con alguien quien por mera casualidad del destino le pregunte "¿Piensas en él?" y yo me quedaré esperando que ella diga "Claro" con la misma naturalidad, y a pesar de que yo no lo escuche, lo sabré cuando la vea llegar con su paso tímido, sus brazos a medio abrir y entonces nos daremos un abrazo, que nos hará ver todo claro.
FABO
martes, 29 de julio de 2014
Cambiante...
Hoy te veo distinta,
aunque todo el tiempo lo hago,
te reinventas a cada paso que das
y tú caminas a kilómetros.
Te desdoblas y apareces de nuevo,
y te encuentro esta vez de nariz fina,
y otra de labios gruesos,
con manos suaves,
con piernas largas.
Hoy tu falda corta
asoma tu sensualidad innata
y tu blusa ajustada
se ajusta a mi mirada quisquillosa.
Hoy el abrigo y la bufanda
se posan sobre ti como dos guardias
que custodian el tesoro de tu cintura,
que no cualquiera puede poseer.
Mañana serás otra y otra,
y yo amándote en todas formas y maneras,
queriéndote porque cambias y cambias,
aunque no cambies en esencia.
FABO
Tu partida...
Ya qué esperas,
si estás a punto de partir,
llevas las maletas cargadas de recuerdos
que se desvanecerán al abrirlas.
Qué más necesitas,
si te has llevado todo de mi
y todo de ti,
dejándome tan pobre de ambos.
Ya qué buscas,
si lo tienes todo,
mis horas, mis días, mi vida,
si te he dado todo lo que tengo y lo que no,
porque todo lo cree contigo.
Vete ya, que la ausencia me espera,
y yo la veo como fiel amante,
no comprendo por qué deje de amarla
cuando estuve contigo.
Hoy ya no queda nada,
ni palabras, ni sonrisas, ni suspiros,
hoy sólo el silencio nos habla
con su frío acento de lejanía,
y yo que no le entiendo,
y tú que siempre hablaste su idioma.
FABO
si estás a punto de partir,
llevas las maletas cargadas de recuerdos
que se desvanecerán al abrirlas.
Qué más necesitas,
si te has llevado todo de mi
y todo de ti,
dejándome tan pobre de ambos.
Ya qué buscas,
si lo tienes todo,
mis horas, mis días, mi vida,
si te he dado todo lo que tengo y lo que no,
porque todo lo cree contigo.
Vete ya, que la ausencia me espera,
y yo la veo como fiel amante,
no comprendo por qué deje de amarla
cuando estuve contigo.
Hoy ya no queda nada,
ni palabras, ni sonrisas, ni suspiros,
hoy sólo el silencio nos habla
con su frío acento de lejanía,
y yo que no le entiendo,
y tú que siempre hablaste su idioma.
FABO
sábado, 26 de julio de 2014
Cuando no estás...
No hay días ni noches,
no hay tiempo ni vida,
no hay nada y nada sigue,
cuando no estás.
Camino sin llegar a ninguna parte
y me despierto sin haber soñado,
los detalles no los noto,
cuando no estás.
Cuando no estás,
siento que me falta algo, o será,
que todo me falta,
cuando no estás.
No hace falta buscar razones ni motivos,
no hace falta buscar sentido al destino,
si todo se funde en la agonía,
cuando no estás.
Cuando no estás,
tampoco estoy yo,
porque yo dejo de ser yo,
cuando no estás.
FABO
no hay tiempo ni vida,
no hay nada y nada sigue,
cuando no estás.
Camino sin llegar a ninguna parte
y me despierto sin haber soñado,
los detalles no los noto,
cuando no estás.
Cuando no estás,
siento que me falta algo, o será,
que todo me falta,
cuando no estás.
No hace falta buscar razones ni motivos,
no hace falta buscar sentido al destino,
si todo se funde en la agonía,
cuando no estás.
Cuando no estás,
tampoco estoy yo,
porque yo dejo de ser yo,
cuando no estás.
FABO
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