martes, 21 de junio de 2016

Astronauta...

Resulta que un día sin más, me sentí astronauta y decidí salir de un mundo absurdo en el que todos predicamos amor y cuando uno necesita ayuda... nadie le tiende la mano, no sé si se me hacía algo irónico o algo hipócrita. Tome la primera nave que me encontré, casualmente fue la que hice de niño, aún se encontraba en buen estado, sólo necesitó algo de mantenimiento en el alerón derecho con cinta adhesiva de tecnología de punta. Probé los controles y me coloqué el casco, apretaba un poco más desde la última vez que lo usé, será que me crecieron las ideas, o peor aún, se me lleno la cabeza de sueños fracasados y lamentos mal sanos. Todo estaba en orden, el motor arrancó con el rugido de un león y sentí el golpe del despegue. Mientras iba en ascenso pude observar que todo se iba haciendo cada vez más y más pequeño; las hormigas, las personas, los autos, los edificios, las montañas, la Tierra, los problemas, las tristezas, la soledad, la miseria, el olvido y el odio... De pronto quedé inmerso en una obscuridad profunda en la cual relucían los soles, de todos los tamaños. Me recordaron a mis sueños, esos que brillan unos mucho y otros no tanto pero que se hacen presente en la obscuridad del desdén, de la indiferencia, de la falta de imaginación, de la aceptación por el hecho de resignarse a que "así son las cosas". Mi nave era algo pequeña pero tenía la fuerza para resistir el viaje, continué por un tiempo en lo que para mí era una línea recta, pero en un lugar así quién sabe dónde es arriba o abajo, izquierda o derecha; es decir, el rumbo no existe, existe la ilusión de un rumbo. No pude evitar compararlo con mi vida, ¿qué rumbo había tomado ésta?, para empezar ¿quién marca el rumbo?, viéndolo bien, no hay rumbo en una vida, porque no es una nave, porque no es un algo, la vida ES en sí, sólo debemos de encontrar nuestro destino, yo quería llevar mi nave lo más cerca del sol y me enfile a ello, yo quería llevar mi vida a la felicidad y me enfile a ella... Debemos de tener motivos y metas, pero los caminos... esos son una ilusión, esos los hace uno. Vi el sol que estaba frente a mí, pero tendría que pasar por un planeta bastante grande, supuse que mi nave podría atravesarlo así que aceleré, sin embargo al estar cerca de él me di cuenta de mi error, casi pierdo la punta de la nave y se agrietó un poco, desvíe el curso y decidí rodear el planeta, a veces me doy cuenta que mi obstinación puede hacer que enfrente las cosas sin motivo cuando es tan sencillo darle la vuelta y seguir adelante. Por fin pude acercarme al astro rey, mirar su luz, su candor, su fuerza y sabiduría. Y fui feliz... pensé en quedarme en ese lugar hasta que mi vida se extinguiera, ¿Pero de qué habría servido mi vida si no llevara lo que he aprendido en este viaje a los demás?... uno no puede ser egoísta y menos de conocimiento; una última mirada... giré y regresé a ese pequeño punto azul que había dejado atrás. Al acercarme pude ver como todo de comenzaba a hacerse grande de nuevo, es extraño, pero ahora que lo recuerdo lo primero que noté fueron simplemente las montañas... tuve un aterrizaje perfecto en mi habitación, bajé de la nave y pude ver el fuselaje algo dañado pero resistente... supongo que así sucede a veces, hay que permanecer resistentes a los golpes que pueden dañarnos pero no rompernos... me miré al espejo, mi cara se notaba exhausta pero por dentro me sentía renovado... conocí el espacio y me maravilló por completo, imagínense qué me esperaba por conocer mañana, en mi propio mundo...

                                                                                                               FABO

              

martes, 14 de junio de 2016

Un pedacito...

Hoy tomo un poco de ti,
sólo un pedacito
ese que me hace falta
para completar la esperanza
de cumplir ese sueño iluso
al que llamo vida.

     Camino a pasos de anhelo,
     con el pensamiento de llevarte a mi lado,
     al bajar la mirada la ausencia de tus huellas
     hace que el corazón se me rompa destrozándose en el suelo
     y yo estiro mi mano para recoger algo de su recuerdo,
     sólo un pedacito.

 Te quiero
 y me siento en un torbellino
 de colores ilusos
 que resplandecen como una estrella
 que me llama a la lejanía,
 sabiendo que no la alcanzaré,
 veo que se ríe y decide regalarme un rayo de luz,
 sólo un pedacito.

      El sol se extiende como una manta
      que lleva rayos dorados y lienzos azules,
      mis manos buscan robarle una caricia
      a la nube más blanca,
      ella se acerca porque se sabe querida
      y con todo su amor, nos regala algo de sí,
      un pedacito nada más.

  Déjame decirte que a veces
  tu olvido se me resbala como lluvia
  y no logro empaparme de tu ausencia,
  bueno... es lo que creo porque al mirarme al espejo
  me doy cuenta que lograste mojar mi mirada,
  aunque no pienses que es mucho,
  sólo un pedacito.

      Me voy a dormir,
      a buscar esos seres fantásticos,
      esos mundo mágicos,
      ese perfume de paraíso,
      a sentir el calor del alivio,
      en fin...
      todo aquello de lo que tú
      me diste
      aunque fuera sólo un pedacito.


                                                                                                                  FABO

     

jueves, 9 de junio de 2016

A medias...

Me gustaba verla a la luz de la luna, sentada con media espalda vestida o media espalda desnuda... no entraré en el juego de ser un pudoroso optimista o un libidinoso desesperado... Me gustaba verla recostada en la cama con su rostro medio serio o medio sonriente... no es de mi interés ser un reservado con miras bohemias o un soñador con tendencias a la realidad... Me gustaba verla con su mirada perdida a cualquier parte o tal vez a un punto fijo... No pienso ser un juez con tendencias universales o un optometrista con manías adivinatorias... Me gustaba verla medio enojada o medio contenta... No seré yo un psicólogo que determina acciones o un lingüista de cuerpos livianos... Me gustaba ver como pasaban los días a su lado, medio nublados, medio soleados... no pienso ser un climatólogo de sentimientos ni un meteorólogo inexacto... Me gustaba cuando me amaba a medias o me odiaba a medias... No es que sepa yo de medios corazones o de medios descorazones... Me gustaba aún en su ausencia, medio con ella, medio conmigo... No es que pretenda ser un idilio de soledades ni un amante seductor... Me gustaba imaginarla en mi vida, medio acompañándome, medio a solas...No es que sea un romántico falaz ni un verdadero enamorado... o si?


                                                                                                                FABO