y tu aroma no descansaba en mi almohada
ni tu calor daba vida a mi sábanas.
Hoy camine por la calle
y tus pasos no seguían a los míos,
o viceversa,
mi reflejo en los aparadores
era eso,
sólo el mío.
La tarde me llegó de repente
y yo esperaba que llegaras de la misma manera,
el mundo seguía adelante
mientras yo dudaba en seguirlo
sin tomar en cuenta que me lleva sin que lo note,
sin que lo quiera,
sin que lo impida.
Hoy vi viejas amistades,
que ya son mis familiares,
extraños que se han vuelto tan de casa
y tú tan de casa
que se esfuerza en volverse extraña.
Me encaminé a la noche
sin miedo ni pesar,
porque el temor es la ausencia de confianza,
pero sin ti últimamente
ando ausente de todo.
Llegue a casa,
y noté lo gracioso que es
que aún no me acostumbre a llamarle hogar.
Por fin "hoy" se acaba
y entraré a ese mundo de sueños,
aunque lo último que note antes de dormir
sea que tu aroma
no descansa en mi almohada.
FABO