Hoy tengo la fortuna de escribirte desde la hermosa Ko Tao, la isla tortuga, es una joya que se encuentra en el golfo de Tailandia dentro del profundo azul del mar de la China meridional; la isla es pequeña pero de una enorme belleza, así como tú, tiene esa belleza impactante que se aprecia por su sencillez, no le hace falta más para impactar a los sentidos. La gente es amable y tranquila, aquí la vida pasa tranquila como los peces de colores nadando entre los hermosos corales que son una obra de arte, los distintos tonos que adquiere el mar por la luz del sol te hacen sentir sumergido en un cuadro impresionista donde las formas se notan y a su vez se mezclan dando un sentido de que todo por mas distinto que sea sigue siendo parte esencial de lo mismo; como tú y yo, es claro que somos distintos sin embargo estamos sumergidos en nuestro propio mar de sentimientos donde cada parte es primordial para estar juntos, para crear nuestra propia isla y vivir en ella siempre. El viento sopla a veces trayendo ese aroma a mar lejano, golpeando el cuerpo con un poco de arena y me hace sentir lo grande que es la vida y la dicha que tengo de estar en ella en estos momentos, donde tengo la suerte de ver esta bahía y tengo la suerte de que tu y yo seamos contemporáneos. Por las noches las estrellas se asoman con todo su esplendor entre algunas nubes, el reflejo en el mar te hace sentir que estas flotando en el espacio como una estrella más, como cuando estamos juntos brillando como dos soles de una misma constelación. La isla de Ko Tao me ha enseñado que las cosas más hermosas suelen ser las más sencillas, así como mi amor por ti, que se da sencillamente porque estamos destinados a ser juntos y no podría ser de ninguna otra manera.
FABO