miércoles, 11 de septiembre de 2019

No era lógica...

Las ramas ascendían por un muro invisible, como si de un cristal tan transparente se tratase que a simple vista no podría decirse si existía o no, sin embargo, las ramas seguían su vereda imparable guiadas más por la decisión que por la naturaleza, o sería que su naturaleza era ser decididas.

Las flores salían cada cierto espacio, unos pétalos suaves multicolores se esparcían creando una alfombra tersa sobre una rama húmeda; al tacto era como tomar una tela de terciopelo recién lavada. Buscando más abajo noté que el tronco era de un color verde grisáceo, el cual, si ponías atención lograbas escuchar cómo crecía lentamente, un sonido profundo, gutural y algo seco, como cuando estiras una liga.

Fui mirando más abajo y noté que las raíces estaban suspendidas, alimentándose de pequeñas nubes las cuales se arremolinaban alrededor de ellas brindando su húmeda existencia a aquel árbol tan maravilloso, la brisa refrescaba, y el sol en pleno daba sus rayos sin tregua.

El árbol seguía creciendo y creciendo, todo esto era tan improbable, no entendía el porqué de la existencia de este árbol en medio del cielo... de la nada, no entendía su afán de crecer y crecer hasta tocar el sol, ¿por qué tal esfuerzo?, ¿Por qué ese afán de lograr lo imposible? no era lógico...

Pero al mirar fijamente por un largo tiempo por fin lo entendí...

No era lógica, era amor.

                                                                                                                           FABO

No hay comentarios.: