jueves, 29 de junio de 2017

El viajero y el niño...

Guardé la hoja del roble entre las páginas de una libreta y reanudé mi camino cruzando un puente de piedra que parecía haber estado ahí desde hace siglos. Después de andar un rato encontré un pequeño camino que decidí seguir, al recorrerlo escuché una risa muy sincera y feliz, me causo curiosidad y lo busqué guíandome por ese sonido tan reconfortante. 

De repente la risa dejó de escucharse, me detuve y traté de buscar algún indicio de la misma, sentí que alguien tiraba de mi pantalón. "¿Estás perdido?" me dijo ese pequeño niño, con su cabello revuelto, su ropa un poco sucia, sus manos llenas de tierra, pero con unos grandes ojos de esperanza y una sonrisa absoluta "¿La verdad es que no lo sé?" le contesté y de nuevo echo a reír "¿Cómo no vas a saber si estás perdido?, que gracioso, ¿si no sabes a dónde vas cómo vas a saber que ya llegaste?", me quedé mudo pues tenía toda la razón, su pregunta tan sencilla encerraba una profundidad muy cierta. Notó que no supe qué responder y su risa fue más sonora aún, caminó unos pasos más y puso su rostro serio señalando con su pequeño dedo "Si yo te dijera que para allá está tu destino, ¿Caminarías en esa dirección?" Yo asentí "¿Y lo harías sólo por qué yo te dije?, ¿Y qué tal que sólo te estoy engañando y tu destino está del otro lado?, tal vez sólo estoy jugando contigo. Sabes, ese es el problema de los adultos, que dejaron de escuchar a la persona que realmente sabe las respuestas, "tú", si alguien me dice que vaya y haga algo y yo no quiero, pues no lo hago, porque eso me haría infeliz, descubrir que fui engañado o sólo perdí mi tiempo por no hacer lo que yo quería... yo quiero correr hasta que los pies se cansen, yo quiero ver como nacen las flores y sentir como la lluvia me moja, quiero sentir la tierra entre mis manos y el viento despeinarme, yo quiero ser feliz por pequeños instantes que se vuelvan toda mi vida, a veces cuando me pego o me caigo lloro, otras tantas me pierdo como tú y me da miedo, pero después pasa un ave y todo se me olvida por verla volar, entonces algo dentro de mí me dice que debo seguirla porque eso me hace feliz y no puedo parar de reír. Pero lo que realmente debe hacerte feliz, es ser tu mismo." 

Después de decir eso, el niño se sentó a ver un pequeño hormiguero con la fascinación de un gran descubrimiento en sus ojos. Saqué un dulce de mi mochila y se lo di. "Gracias por tus palabras" le dije... "Gracias por escucharlas" contestó...

                                                                                                   FABO 

jueves, 22 de junio de 2017

30 días...

Veo mi muerte a través del espejo que sostengo con mi mano,
el impacto merma mi fuerza tirándolo
y se rompe en mil pedazos,
será que me he vuelto inmortal
o será que mi reflejo se ha marchado.

   La nostalgia se aleja por instantes
   como abeja de un panal
   y de la misma manera trae consigo
   un poco más de qué alimentarse.

         Las brisas tiran memorias enredadas
         entre sonrisas de viñedos
         y copas de añoranza,
         lleva a veces un vestido de flores blancas
         y su sombrero de esperanza innecesaria.

 Sus pies ligeros resuenan
 como truenos lanzados del Olimpo
 todo a causa de sus míticos tacones negros
 que destruyen mis pláticas con Morfeo.

     La noche cae y con ella las palabras,
     mis silencios hablan más de la cuenta
     y tú que ni cuenta te das,
     sigues callada mientras tu recuerdo
     fúrico grita desesperado su desgracia.

 La pena no es por su partida,
sino por lo que pudo haber sido,
no sólo de pan vive el hombre
y a mí que me dejas en la hambruna
del manjar de tu boca rosada.

    Ya las llamas del desconsuelo me alcanzan
     y busco apagarlas con agua de gotas saladas
     con una lluvia de falsas esperanzas,
     el fuego ingrato sólo mira con desdén 
     y calla.

  No te quiero... sin embargo lo hago,
  como el ave que desea emigrar con miedo en las alas
  como estrella que teme a la obscuridad callada
  como manto que no cubre nada.

     Mañana al igual que hoy
     el sol saldrá de nuevo, a pesar de todo
     hasta de ti.

 Y yo con la cara al cielo
  gritaré de lo más profundo de mi alma
  te amo, cierto es que lo hago,
  y ahora,
  sigue tu camino
 que yo te seguiré seguro, desde mi rincón en lontananza.

                                                                                                          FABO