¿Cuántos soles quedan por brillar
en un universo inmenso?,
tan inmenso como tu mirada,
tan brillantes como tus recuerdos.
Las notas vibran por los aires
dejando estelas de memorias
que aún no hemos vivido,
sin embargo, nos saben a pasado.
Somos felices, lo sé,
encerrados en nuestra prisión de ensueño,
con cadenas invisibles
hechas de monotonía.
Nos vamos vagando entre calles,
de un rumbo tan conocido
que por un momento nos fundimos
con el concreto,
con las fachadas,
tanto... que terminamos siendo la sombra de alguien más
y lo peor es que ni siquiera lo notamos.
Tal vez tú y yo eramos juntos,
...pero a la lejanía... ni tú eres tú
ni yo soy yo,
somos dos extraños de nosotros mismos.
Algunas noches me llega una tenue visión de mí,
y me despierto con el escalofrío de si te ocurrirá lo mismo.
Hoy dejaré la puerta abierta,
no para que entres,
sino para que salgas,
a ver si así termino de enloquecer
y me adapto a la sociedad.
Si decides quedarte
seguiré siendo un cuerdo soñador,
de esos que escriben poemas por las noches,
de esos que dicen palabras de amor al viento,
de esos que sin ti son todo,
de esos que sin ti son nada.
FABO