Me gusta ver su sonrisa clara
como cielo sin nubes
que llama a una promesa
de que será no solo un gran día,
sino una gran vida.
Me gusta la promesa que es usted,
que se cumple cada día,
que se renueva cada noche
y yo
le creo.
Me gustan las noches a su lado,
no son frías ni cálidas,
son el equilibrio perfecto
entre un sueño y un anhelo.
Me gusta prepararle un café
y ver la línea delgada de humo
que como yo
le busca.
Me gusta quererle
y a veces me pregunto por qué lo hago
sin embargo, la respuesta siempre es la misma
"¿por qué no hacerlo?".
Me gusta el calor de su piel,
el candor de sus palabras suaves,
los labios que besan hasta el alma,
los sonidos de bosque estelar que emanan
como una fuente de delicias auditivas.
Me gusta usted
porque es un delirio
que espera ser vivido
tal vez por
un año
una tarde
un segundo
una vida.
FABO
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