No queda espacio para ocultarnos,
todo se ha llenado de lo que no somos,
de máscaras y disfraces
que llevamos puestos
hasta que dejamos de reconocernos
frente a la cruel mirada del espejo.
Nos queremos esconder
uno en el otro,
en el vago recuerdo que
ronda inmerso en un pensamiento,
en un sueño, una mentira,
en fin... qué mas da en donde se refugie,
con tal de pasar de incógnito.
Me aparto de la luz
y camino tus pasos olvidados en las sombras,
brillan como luciérnagas
dejando un destello pálido, irreal,
y del mismo modo yo lo sigo
con un rostro pálido,
con un sueño irreal.
Nadie cree mis palabras
entonces he decidido dejar de decirlas,
qué más da lo que el mundo crea
o entienda,
que yo no creo ya nada
que yo no entiendo nada ya,
sólo escucho el rumor de una noche sin ti,
sólo entiendo, lo que no debo entender.
Me gusta hablar de ti
pero sólo conmigo,
te juro que soy sincero ante mi mismo,
aunque no me conozca por completo,
a veces me digo tanto de ti, sin siquiera mencionarte,
porque hipócritamente me doy los buenos días,
las buenas noches
y tú... vas oculta en cada palabra
aunque no la pronuncie,
aunque no la escuches.
FABO
No hay comentarios.:
Publicar un comentario