como la savia que resbala por la corteza del árbol,
abordando cada detalle de uno en uno,
recordando palabras para armar frases,
armando frases para recordar instantes,
y ese instante eterno que no durará nada.
para no tener que recordarte,
para verte pasar de a poco,
sin que termines de irte por completo.
paso a paso, aunque mis pies no caminen,
respiro a respiro, aunque tú me robes el aliento,
caricia a caricia, en esa tu humanidad tan incorpórea.
y sumergirme en el mar hecho de gotas tuyas,
volar con el viento por ti exhalado,
correr por la tierra de partículas de tu piel.
así como sin quererlo,
así como sin notarlo,
así, como motivo y causa de todo.