Dicen que las madrugadas no existen
sino hasta que uno ve el amanecer
reflejado en tu mirada.
Dicen que uno no sabe de melodías
sino hasta que escuchan tu risa a lo lejos
o cuando hablas susurrando.
Dicen que uno no ha probado un manjar
si no ha robado, aunque sea un solo beso,
de tus dulces labios.
Dicen que uno no sabe de calma
si no se ha recostado en tu regazo
y sentido tú palpitar en su oído.
Dicen que la esperanza es verdadera
sólo cuando la han visto
a través de tus ojos grandes.
Dicen que la nostalgia
se siente solo al recordarte
y aún a la distancia, reconfortas.
Dicen que eres tú, todo aquello
que el universo destinó para mi,
sin siquiera pedirlo, sin siquiera notarlo.
Y sabes qué...
tenían razón.
FABO