miércoles, 24 de febrero de 2016

Cuando estamos juntos...

Cuando estamos juntos
el tiempo no pasa
porque nos volvemos eternos,
como el verde en un campo,
como un azul en el cielo.

   Cuando estamos juntos
   siento que tu fuerza se vuelve la mía
   y tu voz habla por mi,
   mientras mis pies avanzan por ti.

        Cuando estamos juntos
        soy todo contigo,
        soy mar en calma
        entre brisas de mañana
        y luceros brillantes.

    Cuando estamos juntos
    soy todo eso que nunca he sido
    y tú vuelas como mariposa monarca,
    multicolor,
    en un bosque de ideas hecho.

         Cuando estamos juntos
         la música se escucha a otro ritmo
         todo vibra y se transforma
         y creamos tantos universos
         como besos nos damos.

 Cuando estamos juntos
 no cruzamos barreras
 porque ni siquiera existen,
 nos volvemos elementos,
 partículas
 y vacíos.

       Cuando estamos juntos
       estamos juntos de verdad,
       no sólo nos acompañamos.

       Cuando estamos juntos
       la vida nos sonríe
       porque nos reconoce
      como su mismo reflejo.

                                                                                                    FABO

martes, 23 de febrero de 2016

No quiero...

No quiero un latido sin eco
una caricia sin candor
ni una sonrisa sin alegría.

    No quiero un paso sin destino
    un sueño sin locura
    ni una hora sin tiempo.

 No quiero un cuerpo sin alma
 un barco sin puerto
 ni una promesa al viento.

     No quiero una vela sin luz
     un cielo sin estrellas
     un abismo con fondo.

 No quiero un por siempre extinto
 una guitarra sin sonido
 un fuego sin llama.

     No quiero nada disfrazada de todo
     no quiero recibir sin haber dado
     ni un desenlace sin trama.

Lo que sí quiero es sencillo,
sólo te quiero a ti
con tus tantas virtudes, con tus tantos defectos.

Te quiero,

             con todo lo que implica hacerlo.

                                                                                                               FABO

           

lunes, 22 de febrero de 2016

Perdiendo la razón...

Te amo. Creo que así es como debo comenzar. Con una declaración clara, contundente y precisa, porque sólo así los oídos necios entenderán de razones verdaderas. Sucede que el mundo se extraña de que te quiera tanto, pero para mí no es nada extraño. Todo el mundo me dice que es una locura, que no puede ser que te vea como lo más bonito del mundo, que les diga que tu sonrisa enmarca todo lo que quiero ver por el resto de mi vida. Que tus besos son de sal marina y le dan tanto sabor a mi vida que yo puedo comerlos todo el tiempo, todos los días y engordar de tu cariño. No comprenden que salgo a trabajar no para ganarme la vida, si la vida ya me la gané contigo, salgo para darnos lo que nos merecemos. Si el mundo se diera cuenta que con querernos lo tenemos todo no nos cobraría nada en euros o dólares o pesos... Trato de explicarle al mundo que no puedo vivir sin ti, porque el complemento justo de todo eres tú, eres la sonrisa en mi día pesado, el motivo para confrontar los problemas de diario, el "no más" cuando busco otra copa de vino, el "cinco minutos y ya" cuando estamos en la cama y al "ahora sí a levantarse". Quisiera que todos sepan que si estoy loco es porque contigo la realidad que yo vivo es diferente a la de los demás. El definirme como persona se da a través de tu mirada, cada día me esfuerzo en ser mejor persona para ti, por ser lo que quieres y ser lo que quiero contigo. Querernos, es sencillo y cómodo para nosotros, porque es donde no tenemos nada que perder, el que estés conmigo o el que esté contigo no nos trae ningún beneficio, yo sé que si no estuvieras en mi vida me iría bien y a ti también. Es ahí donde radica la magia verdadera, si estamos juntos es porque nos queremos, porque tenemos tanto para compartir que tú eres ese recipiente de mí y yo soy ese recipiente de ti; y ambos nos llenamos mutuamente de nosotros... Qué maravilla!!!... Estoy tan contento de tenerte cerca, y que tú mano tome la mía porque quiere, porque la busca y porque le gusta sentir mi piel sobre la tuya, nos compartimos y nos brindamos todo, porque tenemos todo por dar y todo por recibir. Es lógico que el mundo no lo asimile, y nos vea raro cuando estamos a la lejanía felices, no saben cómo sin estar juntos podemos estar tan unidos. Por supuesto que prefiero tenerte a mi lado y sentir tu calor, pero la vida no cumple caprichos y aun así cuando nos pone distancia, nosotros le sonreímos porque lo vemos como un momento de reflexión del por qué estamos juntos, que se entienda que no estamos adheridos por un simple pegamento que nos obliga a estar juntos todo el tiempo, no... Es algo más trascendental, permanecemos unidos, no simplemente juntos y eso es lo principal. La decisión de querernos y no la obligación de hacerlo es la base. Por eso el mundo nos dice que perdemos la razón, y yo contesto ¿Cómo voy a perder la razón si mi razón de todo eres tú?... Perdiendo la razón... que va... y si esto es locura, entonces por fin comprendo cuando los locos dicen que su vida es perfecta con lo que tienen y yo te tengo a ti... pensándolo bien, tal vez tengan razón, estoy perdiendo la razón y debo confesar que es lo mejor que me ha sucedido en la vida.

Gracias por ser mi locura. 


                                                                                                             FABO

martes, 16 de febrero de 2016

Ella(2)...

Ella baja y resbala por mi piel
como gota de lluvia tibia,
como bálsamo santo
que va llenando todo con su aroma.

    Su cabello crea remolinos en el aire,
    y las nubes se funden sobre ella
    entonces me doy cuenta que es capaz 
   de crear su propio paraíso.

         Ella es la paz en mi guerra
         y el detonante de todo terror,
         es mi agonía interminable.
         Una bella canción de amor.

  Me toma con sus manos frías
  calentando poco a poco mi vida,
  me cuida a su manera, yo lo sé,
  y no me queda más que rendirme
  a su voz de ángel envuelta en llamas.

        Quiero procurarle,
        darle un poco de lo mucho que ella me da,
        quiero ser casa, barco y sustento,
        ser su noche tranquila a medio día,
        ser su sol cegante en plenilunio.

Se mueve felina, cazadora y sencilla.
Se acerca lento, muy lento,
tanto que no sé si en verdad es ella quien se mueve
o soy yo el atraído por su fuerza de gravedad.

       De repente, la mente se me va del cuerpo
       y de la tierra salen las ramas de sus dedos,
       del agua su mirada cristalina me llama,
       el aire de su respiración me da vida,
       y el fuego de sus besos me mata.

Soy cenizas ya
no queda nada....

       ella...
                ...se acerca de nuevo...
                                                     ... todo vuelve a nacer.

                                                                                                                      FABO

miércoles, 10 de febrero de 2016

Entre lo prohibido y lo correcto...

No quiero verte,
ni respirarte,
ni sentirte,
ni adorarte.

   Pero cierro los ojos
   y te veo andar en la penumbra,
   con tu aroma a esperanza renovada,
   con tu calor de verano nocturno
   y te llevas mis ganas de ti.

No debo amarte,
ni debes amarme,
pero entre lo prohibido y lo correcto
¿quién me dice en dónde vivo
y en donde muero?

      Te marchas,
      y al mirarte a lo lejos
      noto que una parte de mi se va contigo
      dejándome sólo de mí mismo.

Tomo el camino de siempre,
y en el sendero me encuentro de frente
con tu recuerdo de hace rato
y mis ganas de tenerte siempre.

       No debo quererte,
       no debes quererme;
       somos una promesa de tragedia griega
       esforzándonos porque suceda.

¿Que pasará el día
en que nada nos detenga?,
¿será que tu historia y la mía
terminarán fundidas en una bella epopeya?
¿o será que el final
escrito en la arena
se borrará con la mano mar?

       No pienso en ti, de verdad lo digo;
       no piensas en mi, de verdad lo sé.
       no debo quererte y me quieres,
       no debes quererme y te quiero,
     
Nada esta en su lugar,
sin embargo quiero vivir en el caos
de perder la compostura por un instante,
en ese momento
en el que el sol
no nos encuentra más.

                                                                                                         FABO