miércoles, 19 de febrero de 2014

Nuestras sombras...

Miro mi mano reflejando su sombra en la pared
y encuentro la mitad de mi mismo
inmerso en un plano paralelo
donde la vida surge diferente y al mismo tiempo.

      Me quedo hundido en ese pensamiento
     y noto que tu sombra no se funde con la mía,
     entonces pienso ¿en qué mundo está el error de no tenerte?
     o tal vez sea en ambos.

            Estoy seguro que cuando no la veo,
            mi sombra sale en tu búsqueda,
            a encontrarte en el reflejo de la luz tan tuya
            o debajo de la cama por la noche.

    Cuando mi sombra no me ve, yo hago lo mismo,
    te busco entre la gente que pasa sin notarme
    miro rostros extraños y aromas que se mezclan,
    pero tristemente ninguno es el tuyo.

          Salgo en el auto, recorro las calles
          los bares, los teatros, las tiendas,
          los jardines, miro por el retrovisor
          y no te veo en ningún lado.

     Amanece y me recargo en la pared,
     mi sombra como siempre llega más tarde
     a hacerme compañía; encendemos un cigarrillo
     y el humo se nota en ambos lados.

            De repente el milagro sucede;
            apareces caminando directamente hacía mi,
            me doy cuenta que todo lo he soñado
            o tal vez lo ha soñado mi sombra.

      Qué más da en este punto,
      tú estás aquí y contigo viene tu sombra,
      los cuatro nos fundimos en un abrazo
      en nosotros se nota la sonrisa;
      en ellos se nota nuestra unión.

                                                                                   FABO