jueves, 26 de septiembre de 2013

Carta a un vaso lleno...

He pensado tanto lo que no nos decimos, esas pláticas que tenemos entre silencios que es donde nos decimos las cosas de verdad, me parece que la vida nos pone y propone para negociarnos mutuamente; para llegar al punto donde ambos concordemos en lo que nos queremos y en lo que nos pensamos; sin embargo tu no lo ves o si lo ves no lo quieres creer, es como dejar de ver las estrellas sólo porque no quieres abrir los ojos; y me dejas con este vacío de querer llenarte y no lograrlo quedándome yo tan lleno de ti; eres un vaso lleno que derrama todo sin notarlo, a veces creo que te vendes falsedades baratas comprándolas muy caras, porque el precio que pagas eres tu y todo lo que quieres, es bueno que te sientas llena, pero ¿llena de qué?; quizás yo no lo entienda y por eso la necesidad de seguir en mi barca surcando el río de tu boca hasta perderme en la jungla de tu alma, donde habita todo y de todo, mezclado y sin sentido, pero bello y lleno de vida; es ahí donde me gustaría vivir, como un explorador que encuentra una ciudad perdida, explorándote y descubriéndote todo el tiempo, sin importar el peligro, pues ¿qué es la vida sin aventura?; tal vez sólo es que yo no puedo vaciar ese vaso lleno, sin embargo no es mi intención hacerlo, lo que yo quiero no es llenar un simple vaso, lo que yo busco es llenar un caudal tan grande como tú...

                                                                                      FABO 

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